ANTOLOGIA
Ministerio de Instrucción Pública t Prbyisioh Social
BIBLIOTECA ARTIGAS
Art 14 de la Ley de 10 de agosto de 1950
COMISION EDITORA
Prof Juan E Pivel Devoto
Ministro de Instrucción Pública
María Julia Ardao
Directora Interina del Museo Histórico Nacional
Dionisio Trillo Pays
Director de la Biblioteca Nacional
Juan C Gómez Alzóla
Director del Archivo General de la Nación
Coifcción nr Clásicos Uruguayos
Vol 82
Francisco Acuña db Fiqdihoa
ANTOLOGIA
Preparación del texto a cargo del
Departamento de Investigaciones de la Biblioteca Nacional
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
ANTOLOGIA
Prólogo de
ARMANDO D PIROTTO
MONTEVIDEO
1965
PROLOGO
En los registros parroquiales de nuestra Iglesia Ma-
triz, un acta bautismal, labrada el sábado 3 de setiem
bre de 1791, nos entera de que en ese día, un pár-
vulo — nacido en el hogdr de don Jacinto Acuña de
Figueroa — recibió el agua regeneradora del sacra-
mento, conjuntamente con el nombre de Francisco Es-
teban, llamado a perdurar en nuestros anales histó-
ricos
No quisieron sus progenitores que se corrieran in-
necesarios riesgos, y con piadosa premura, decidieron
que el líquido lustral se le administrara a pocas ho
ras del nacimiento, acaecido ese mismo día
No es de descartar, sin embargo, la posibilidad de
que el tierno infante hubiera visto la primera luz el
día anterior En la época colonial, no era musitada
la practica — derivada de antiguos usos canónicos —
que consideraba la hora de vísperas del día prece
dente, como punto inicial de la jornada Y que esto
debió ocurrir en dicha ocasión, nos lo hace suponer
el hecho de que se asignara al neonato el nombre de
Esteban, beato Rey de Hungría, a cuya recordación
dedica el calendario el 2 de setiembre, pues sabido
es que era costumbre dar a los recién nacidos el
nombre propio del santo del día natal
Don Jacinto Acuña de Figueroa, Ministro de la Real
Hacienda, había casado en 1782 con doña Jacinta
Vianqui o Bianqui, 1 natural de Buenos Aires, y esa
1 El apellido materno del poeta aparece con las dos gra-
fías señaladas en loa documentos que hemos examinado En
VII
PROLOGO
unión ya había sido bendecida con tres hijos Grego-
rio Manuel, nacido en 1784 ♦ Vicente Francisco que
es del 37, v Raimundo, dos años menor Luego de
Francisco Esteban vendrían Claudio Antonio, Joaquín
Hipólito v Mana Francisca a completar aquella in-
fantil caterva
D Jacinto, que era al decir de De María "el proto-
tipo de la honradez", 2 había nacido en la "muy no-
ble y muy leal" ciudad de Pontevedra, y no en el in-
existente "pueblo gallego" de S Martín de Salcedo,
que citan Galhnal y García Serrato, tomando erró-
neamente como tal una de las parroquias de la men-
cionada capital galaica Su familia, de rancio abolen-
go — con solar conocido, enraizado en la ciudad de
Tuy — "venía de la Casa Real de León", según ase-
vera el erudito genealogista García Carrafa 3
Avecindado en Montevideo desde 1774, fecha en
que asumió su cargo en la Real Hacienda, fue figura
de relieve en la sociedad colonial Aficionado a esta
tierra no la abandonó nunca, y en ella rindió su alma
en 1831
De la infancia de Francisco Esteban no poseemos
anécdotas ni recuerdos, m mucho menos documentos
directos Pero no resulta difícil ni arriesgado, el su*
poner como transcurrirían los días sin nubes, de
aquel vastago de un hogar, donde la numerosa prole
la obra de Lauxar, Motivos de critica hispano-americana, por
error de imprenta aparece transformado en Viana
2 I De María — Rasgos biográficos de Hombres Notables
de la República O del Uruguay — Montevideo 1679
3 A García Carraffa — Enciclopedia Heráldica y Genea-
lógica Hispano- Americana — Madrid, 1928
VIII
PROLOGO
crecía en edad y virtudes, ante el edificante ejemplo
de sus padres
El Montevideo de entonces, circunscrito por el bre-
ve cíngulo de sus almenadas murallas — vírgenes de
historia — era una pequeña colectividad en la que el
tiempo parecía haberse detenido.
Los hijos de casas acomodadas, frecuentaban el co-
legio de San Bernardmo, donde bajo la férula de loa
franciscanos adquirían los rudimentos de la educa-
ción
Los más aptos se iniciaban en los estudios clásicos
y aprendían, en las socorridas gramáticas de Nebnja
y de Alvarez, las declinaciones y conjugaciones lati-
nas y los execrables versos mnemotécmcos, en que un
ignorado preceptor había aprisionado las arduas re-
glas de la lengua del Lacio
Cuando nuestro futuro poeta cumplió esta etapa,
la más elevada de los estudios posibles en nuestro
medio, sus padres resolvieron que pasara a Buenos
Aires, con el propósito de ampliar su capacitación in-
telectual Así es como encontramos su nombre en el
"Libro de Matrícula" del Real Convictorio Carolmo,
que se custodia en la Biblioteca Nacional bonaerense
Figura entre los "gramáticos** de 1805, conjuntamente
con Feliciano Chiclana, José Benito Ascuénaga, José
María Escalada, Juan José Basavilbaso y otros jó-
venes que desempeñarían distinguido papel en las dé-
cadas siguientes
Al ingresar en este justamente famoso colegio — fun-
dado por el virrey Vertiz en 1783 — Figueroa 4 de-
4 Habitualmente utilizamos esta forma simplificada de su
apellido para designar a D Francisco Acuña de Figueroa
Nos atenemos al respecto a la manera en que él mismo se
nombraba, y al uso general de sus coetáneos Agreguemos
que la Junta Económico Administrativa de Montevideo, al
IX
PROLOGO
bió presentar prueba de su legitimo nacimiento y de
sus buenas inclinaciones y costumbres, en acatamiento
a las Constituciones del Colegio que procuraban ve-
dar el acceso de escolares "capaces de inficionar a
los otros"
Satisfecho este requisito y prestado el juramento de
practica, fue autorizado a vestir la hopa de paño ne
gro y la beca encarnada que caracterizaban a los
estudiantes carohnos
La enseñanza impartida en este establecimiento ha
sido juzgada severamente Mañano Moreno dice que
allí, "los alumnos eran educados para frailes y clé-
rigos, y no para ciudadanos" 5 Quizá el colegio ado
lecía — como la mayor parte de loa de América —
de "los defectos del memonahsmo, el verbalismo y el
sistema libresco" señalados por Altamira * Figueroa,
que no llegó a las clases de filosofía y teología, tuvo
la fortuna de asistir a los dos cursos de gramática
latina, en que se enseñaba, rudimentos y sintaxis en
el primero, y propiedad latina y poética en el segundo
Y decimos la fortuna, por que todas las opiniones co-
inciden en que éstas eran las cátedras mejor atendi-
das del Colegio Cosa que reconocía, mitigando su ad-
verso juicio^ el propio Moreno al escribir "La gra
matica latina se enseña con toda perfección, hasta en-
tender los mejores autores y poetas de esta lengua,
cuyas composiciones se imitan" 7
rendir homenaje al poeta dispuso que una calle de la Agua-
da se llamara, simplemente, * Flffueroa' Ese nombre ha aido
completado últimamente
5 Manuel Moreno — Vida y memorias del Dr Mariano
Moreno — Londres, 1812
0 R Altamira — Historia de España y de la civilización
española — Madrid, 1908
7 Moreno — Loe cit
X
PROLOGO
Dos profesores ejercieron profunda influencia sobre
el joven montevideano Fueron elloa el P Pedro Fer
néndez, que según Vicente Fidel López, "suplantó la
jerga escolástica y el pedantismo erudito por una con-
ciencia clara de las dotes del estilo clásico", 8 y el
Dr Domingo Achega, a quien el poeta rindió público
testimonio de gratitud, escribiendo en 1833 en "El
Iniciador", que "a su sabia enseñanza" le debía sus
conocimientos de latinidad, y "el apasionado gusto
por los clásicos poetas que han inmortalizado aquella
lengua con sus escritos"
Nada sabemos de la contracción con que Figueroa
abordó estos estudios, pero si mucho del fruto de
ellos, reconocido por un juez de la autoridad irrefra-
gable de Menéndez y Pelayo, quien afirma "Nada
tenía de poeta inculto su educación clasica era muy
sólida"
Quizá fue en este periodo cuando inicio su comer-
cio con las Musas Así por lo menos lo han creído
De María y D Luis Carve, quien recuerda que "a
la sazón empezó a distinguirse por sus composiciones
poéticas en latín" 9
Mientras el joven escolar, manejando con tesón el
"De Verborum" de Nizoho, se capacitaba para gus-
tar el "vino añejo" de los antiguos poetas, incluidos
en las esterilizadas antologías de texto, se cernía so-
bre la placida \ida de estas ciudades la amenaza de
sucesos de trascendencia histórica, que darían a los
naturales de estas margenes "la tradición común y la
8 V F López — Prefacio al Triunfo Argentino — Monte-
video, 1S51
9 L Carve — Apuntaciones biogréficaa — - Revista Histó-
rica, tomo 19 — Montevideo
PROLOGO
personería que necesitaban para ser un pueblo", 10
Nos referimos a las invasiones inglesas
A Figueroa le tocó vivir las jornadas, preñadas de
zozobras, en que fue expugnada Buenos Aires Al ver
arriado el pabellón de España, su ánimo fue embar-
gado por el común desaliento Mas pronto se sobre-
puso a la depresión, al enterarse del arribo de la ex-
pedición restauradora enviada desde Montevideo, en
la que militaba su hermano mayor, Gregorio Manuel,
como encargado del parque.
Con viva ansiedad fue testigo ocular de los sañu-
dos combates del 12 de agosto* que tuvieron por es-
cenario el Retiro y la Plaza Mayor, ya que el Con*
victorio Carolmo estaba situado en la llamada "man-
zana de las luces", a pocas varas del Cabildo y de
la histórica plaza que en breve sería agora y cuna
de la revolución emancipadora
El recuerdo de estas crueles escenas se grabó inde-
leblemente en su memoria, y quizá contribuyó a sus-
citar en su espíritu una perenne aversión por las
contiendas bélicas
Todavía en una de sus postreras poesías, compuesta
en mayo del 62, aflora la reminiscencia de esos acon-
tecimientos
'\0h tierra heroica, a la vez
Que ilustrada' En mi memoria
Tengo tus días de glona
Que absorto vi en mi niñez,
Cuando el leopardo de Albión
Lanzo en tf merme, su garra,
Y cuando heroica y bizarra
Lograste ta redención
10 F Bauzá — Historia de la dominación española en el
Uruguay — Montevideo
xn
PROLOGO
Berresford soberbia allí
Y Whitelocke altanero,
Su doble ejercito fiero
Vieron humillarse a tí
De esa epopeya grandiosa
Pocos héroes mea ya "
Como es comprensible, la normal actividad del Co-
legio se resintió a causa de estos hechos Así lo hizo
constar el bedel D Manuel José Pereda en una nota
ológrafa del Libro de Matrículas "Con motivo de la
ocupación de esta plaza por los ingleses en este pre-
sente año, se disolvió el Colegio de San Carlos y por
lo mismo no hubieron actos y exercicios literarios pú-
blicos según costumbre, ni aun aquellos que sirven de
examen, a pesar que continuaron las aulas " (29
de nov de 1806)
En vista de ello, D Jacinto Acuña de Figueroa re-
solvió que su hijo regresara a Montevideo
No iban a transcurrir muchas semanas, sin que se
reiteraran ante las miradas del joven, las luctuosas
escenas bonaerenses, con motivo de la segunda inva-
sión inglesa de enero de 1807. Contra ella se batió
con denuedo en el Cardal, portando la bandera del
Regimiento de Húsares de Vázquez Feijóo su her-
mano Vicente, quien fue herido en una pierna.
Restaurado el predominio hispano, a raíz de la
capitulación de Whitelocke y de la inmediata evacua-
ción de la plaza por los ingleses, se efectuó la solem-
ne entrada del Gobernador Elío en la ciudad galar-
donada con el honroso epíteto de "muy fiel y re-
conquistadora". Las aguas, momentáneamente contur-
badas, volvían a su prístino mvel y recobraban su
tersa quietud.
Acuña de Figueroa, como la inmensa mayoría de
XIII
PROLOGO
sus coetáneos, debió confiar entonces en el aleja-
miento definitivo de las amenazas capaces de alterar
la placidez de la vida colonial
Mas ya la suerte de estos países estaba echada» "L09
ingleses — escribe Bauzá — habían endilgado al país
en los secretos del gobierno libre y en las aspiracio
nes de dignidad civil que le son anexas" "Esto se
efectuaba — continua — en medio de un cataclismo
que dejo profundas huellas en le fisonomía externa
de la sociedad, y a la víspera de otro que debía re-
mover sus cimientos". 11
El I o de diciembre de 1807 ingresó Acuña de Fi-
gueroa en la Administración Pública, como supernu-
merario de la Real Caja Por su capacidad le fueron
asignadas funciones más condignas con sus aptitudes,
y se le destinó en agraz, a un cargo de confianza jun-
to al Gobernador, encomendándole la redacción de
los pliegos reservados que se remitían a las autori-
dades de la Península
De su eficaz actuación en ese cargo, nos informa
un certificado, autorizado con fecha I o de octubre
de 1810, por el Gobernador Interino D Joaquín de
Soria y Santa Cruz, en el cual se hace constar que
Acuña de Figueroa "servía su puesto con contrac-
ción y celo ejemplares", y que "se había desempeña-
do a entera satisfacción en comisiones ordinarias y
extraordinarias" 12
Las tareas no eran exhaustivas, y el joven hones-
11 F Bauzá — Estudios literarios — Montevideo, 1885
12 Publicado por Lauxar — Motivos de crítica hispano-
americana •— Montevideo, 1914
XIV
PROLOGO
taba eus ocios burocráticos con la lectura deleitosa
de los clásicos y loa autores en auge, entre los cua-
les le cautivaban Quintana, Jovelianos, Cienfuegos y
Arnaza, particularmente este último, que gozaba de
gran predicamento en toda América
D Isidoro de María afirma que Figueroa "reunió a
loa quince años en un cuaderno voluminoso precio-
sas composiciones, demostrando en ellas lo que sería
con el tiempo para las letras americanas" 13
Opinamos que esta noticia del viejo y amable ero
nista carece de precisión cronológica el mismo poeta,
al hablar de sus ensayos iniciales, los sitúa varios
años más tarde
Al producirse en estos países los augúrales sucesos,
corolario de la invasión de España por las fuerzas
napoleónicas, Figueroa no se incorporó a las abiga-
rradas legiones que luchaban por la independencia
Formado en un hogar de rancias tradiciones en que
se aceptaba como un dogma el derecho divino de los
reyes, no atinó a comprender que la Madre Patria >a
había dado cima a su magna misión histórica, que
había llegado a su término la "antigua alianza"
Hondamente enraizado en la tierra generosa de su
acendrada lealtad, el árbol no podía descuajarse al
primer embate del aquilón revolucionario Para los
Figueroa, "españoles nacidos en América", la Patria
estaba constituida por la metrópoli y por estas pro
vmcias de "Ultramar" Tan español era el nacido
bajo las constelaciones antárticas, como el que veía
la primera luz en el austero Aragón, en Galicia o en
13 De María ~- Loe cit
XV
PROLOGO
la ascética Castilla* La fe y el idioma nos unían con
lazos indisolubles, para siempre, a los nativos de la
península Y también ese acervo de inmarcesibles glo-
rias comunes, forjado por los Pelayos y los Alfonsos,
por los Cortés y los Pizarros, por los Cisneros y por
los Alba, y por miles de héroes anónimos, que ha-
bían brindado su sangre y su hacienda en holocausto,
desde Covadonga y Las Navas hasta Bailen y Trafal-
gar
En verdad no constituía ésto una actitud insólita
La causa española tenía muchos secuaces en Monte-
video No olvidemos que la costumbre y la paz, ha-
cían muy llevadera la ausencia de libertades, que mu-
chos no echaban de menos ni solicitaban.
"Los adictos a la realeza, que no eran tan pocos
como se ha supuesto — asevera Bauzá en sus "Estu-
dios Literarios" — estaban orgullosos de poder justi-
ficar para su tierra natal el título de fiel y ^con-
quistadora con que el Gobierno hispano la había con-
decorado. Todo esto conspiraba a alentar el celo de
la juventud afiliada al partido oficial, de modo que
al estallar la revolución de 1811, que transtornaba
los principios y las cosas admitidas, de pechos juve-
niles partió la primera protesta "
"Figueroa — agrega el historiador citado — se en-
contraba en el número de los que debían plegarse a
esa voz de reprobación, y no vaciló en tomar un pues-
to en las filas de los realistas" Pero la suya — repi-
tamos — no fue una actitud aislada, singular Los nom-
bres de Ascuénaga, Navia, Quintana, Orduña, Liñan,
Neira, Pico, Villalba, Moreno, Cortinas, Palacios, y
muchos otros que se podrían traer a colación, dan fe
cumplida de ello
Con laudable candor el propio poeta explicó su ac-
XVI
PROLOGO
titud ocho lustros después, cuando redactó el prólogo
de "El Diario del Sitio". "Como otros americanos
— confiesa — que después se han hecho recomenda-
bles por las letras, o por las armas, en honor y de
fensa de la Patria, él, en los primeros años de la Re-
volución, y muy joven todavía, cedió a las simpatías
de familia, a las preocupaciones de su educación y
antecedentes, y no comprendió a primera vista lo
grande del movimiento m eu impulso regenerador,
que debena fructificar en las generaciones del por*
venir, asustado por el áspero sacudimiento y convul-
sión que aquel hacía experimentar a todo el antiguo
orden social, se encontró colocado entre aquellos que
pretendieron poner un dique con sus pechos al to-
rrente que se desbordaba, sin dejar por eso de amar
mucho a su tierra natal y aun de experimentar no-
bles simpatías hacia sus compatriotas libertadores co
mo se manifiesta en muchos pasajes de esta obra "
"Singular posición — acota Bauzá — y que sin em-
bargo fue la de todos los criollos realista*, destinados
a defender al Rey sin poder execrar totalmente a sus
enemigos" Fueron, precisamente, sus ahincados sen-
timientos monárquicos, los que le dictaron las prime-
ras poesías conocidas, casi seguramente sometidas al
juicio previo del Administrador de la Real Aduana
D José Prego de Ohver En 1811 dio a luz en la Im-
prenta de la Ciudad de Montevideo un folleto A la
victoria contra Massena — el primero de un autor
nacional editado en el país — en el cual celebra la
ignominiosa derrota del duque de Esshng frente a
las fuerzas anglo hispanas
Por esos mismos tiempos, estimulado por el ejem-
plo del almojarife Prego de Ohver, publicó algunos
cantos patrióticos en la "Gaceta", periódico cuya di-
XVII
2
PROLOGO
rección había asumido fray Cirilo de la Alameda y
Brea Este singular personaje, que posteriormente al-
carrana en su patria los más insignes honores, cul-
minados con la obtención de la mitra de la sede pri-
mada de Toledo, no fue santo de la devoción de
nuestro poeta
Ignoramos los motivos de la evidente inquina que
le profesó Figueroa Tal vez la susceptibilidad del ju-
venil vate, se sintió lesionada por alguna negativa del
editor, a insertar en su hoja composiciones por el
ofrecidas No olvidemos el Cejius imtabile vatum de
que nos habla Horacio
Lo cierto es que aludió a fray Cirilo con invaria-
ble falta de candad, llegando a evocarlo como
"Un fraile de ruin memoria
Que insípido redactor
De pamplinas indiscretas,
Parecía en las gacetas
£1 diablo predicador"
Y acusándolo, en otro pasaje, de haberse dedicado
él llenar ávidamente "su bolsón", indiferente a las
tribulaciones del pueblo
Por nuestra parte, si fuera exacta la suposición
apuntada, no creemos que la condena a la falta de
publicidad y al olvido de alguno de los vagidos poé
ticos de Figueroa, haya significado grave detrimento
para nuestro Parnaso
El mismo, en una nota manuscrita, declaró años
después que a sus composiciones de esa época "las
reconocía de tan poco mentó, que tal vez por eso las
consideraba como no existentes"
xvra
PROLOGO
El glorioso despertar del pueblo uruguayo en 1811,
110 impresionó a Figueroa ni a los realistas de Mon-
tevideo Su miopía les vedó ver algo más que mani-
festaciones de anarquía, en los afanes de un pueblo
que, rompiendo sus afrentosas cadenas, reclamaba im-
periosamente la libertad
Tampoco hicieron mella en sus invulnerables es-
píritus, las doctrinas de Rousseau y de la Enciclope-
dia, que se difundían por doquiera Continuaron juz-
gando abominable felonía, el incurrir en omisión o
desmayo, en el cumplimiento de sus deberes de va
salios leales a la Corona Y siguieron esperando la
ansiada restauración del bien amado Fernando VII,
cuyo ilegal cautiverio en Valencay llenaba a todos de
ira y de dolor.
El Grito de Asencio, los combates de Paso del Rey
y San José, la batalla de Las Piedras, el primer Si-
tio, en una palabra toda la gesta de ese período ín
olvidable, no logró hacer vacilar las convicciones del
joven poeta y de sus coetáneos
Nuestro autor se nos presenta persuadido de _ que a
la postre la cordura prevalecerá, y de que la hidra
de la discordia sera sofocada por el león ibero Tras
la procela sobrevendrá la bonanza, y las provincias
de America tornarán a vivir, Ubres de zozobras, bajo
la paternal égida de sus legítimos reyes y señores
Entretanto él asentaba guarismos en los libros de
la real contabilidad, o escandía sus versos, como el
indiferente pastor de la égloga virgiliana
El I o de octubre de 1812, aparecieron tremolantes
sobre el Cerrito, las banderas bicolores de las exiguas
mesnadas de Culta, mientras la brisa primaveral traía
el eco de la mosquetería, con que era saludada esa
XIX
PROLOGO
insignia "destinada a cobijar bajo sus pliegues las
esperanzas y loa esfuerzos de un pueblo" 14
Se iniciaba el segundo Sitio de la capital
Tres semanas después, Rondeau, con fuerzas impor
tantes, formalizaba el asedio
Figueroa, mas inclinado por su temperamento a la
pasividad del espectador que al accionar del prota-
gonista, comprendió de inmediato — conociendo el
ánimo determinado de los sitiados y la pertinacia de
los expugnadores — que el obsidio de la ciudad se
dilataría por largo plazo y que él suscitaría episodios
memorandos
Dio pues en la feliz idea de consignar esos acon-
tecimientos, para evitar que lag brumas del olvido os-
curecieran hechos de alto ejemplo
Comenzó así a redactar el Diario Histórico del Si
tw, a partir del I o de octubre de 1812 Al iniciar
esta empresa no se propuso componer una epopeya,
ni emular al ciego cantor de las desventuras de Ibón
Figueroa comprendía que — como lo ha dicho un
crítico — el género épico, "propio de las edades he-
roicas y de las civilizaciones incipientes, es creación
espontánea del espíritu humano" 15
Sus aspiraciones fueron mucho más modestas y aje-
nas a toda ambición de gloria literaria "El plan que
concebí — nos dice — no fue el de una epopeya, yo
me propuse únicamente escribir una narración diaria
de todos los acontecimientos de la guerra y de la po-
lítica, grandes y pequeños, que pudieran servir con
el tiempo de repertorio al historiador, o al poeta, que
quisiera iluminar con brillante gala mis descoloridos
14 F Bauza — Id Nota 10
16 M Menéndez y Pelayo — Historia de la Poesía
no-Americana — Madrid, 1893
XX
PROLOGO
cuadros, y solamente porque no fuese tan fastidiosa
y uniforme aquella narración en prosa, determiné es-
cribirla en vanados versos " lft
Atento a lo transcrito, resulta injustificada la cen-
sura que algunos ceñudos autores le han formulado
por no haber pulsado la pesada lira de los Lucanos,
los Tassos y los Ercillas, Figueroa tuvo la cordura
de no abordar tan temerario intento Sabía que, como
las armas de Roldan — que no pueden ser tocadas
sino por quien se sienta su émulo — las cuerdas del
instrumento apolíneo sólo deben ser tañidas por los
que pueden entrar en parangón con los mas excelsos
vates
"El Diario" es una crónica rimada, y no sería equi
tativo considerarlo de otro modo Considerado como
fuente histórica tiene un valor perdurable, y es harto
evidente el servicio que al escribirlo hizo Figueroa
a los estudiosos de nuestro pasado.
Para redactar esa fatigosa obra — en la que a pe*
sar de todo nos recrean bellos pasajes — nuestro
poeta no escatimó sus esfuerzos, documentándose co-
tidianamente en los círculos oficiales, en las rumo-
rosas peñas de los cafés de Marino y del Comercio;
en conversaciones con los participantes en las diver-
sas acciones
Las penurias del asedio no le fueron ajenas Pade-
ció por la falta frecuente de alimentos él mismo nos
cuenta que acuciado por el hambre escaló algunas no-
ches las tapias del Fuerte, para hurtar zapallos y otras
hortalizas
Y mayor nesgo afrontó cuando los proyectiles dis-
parados por la escuadra de Brown, destruyeron parte
16 Figueroa — Diarlo del Sitios tomo 1? — Montevideo,
1890
XXI
PROLOGO
de su casa, poniendo en seno peligro la vida de su
tía materna D a Micaela Bianqui
Pero la pena más honda que le depararon esas jor-
nadas, fue la de ver a su hermano Claudio, cadete
del Regimiento Fijo, agonizar durante interminables
días, a causa de las catorce heridas de bala y bayo-
neta, recibidas en los combates de la falda del Cernto
Pese a todos estos reveses, nada pudo detener su
irrestañable vena poética y continuó por veintidós me-
ses, registrando hasta las menores ocurrencias, hasta
el 23 de junio de 1814, en que, al filo del mediodía,
al son de trompas y cajas, la guarnición española
"salió tristemente al campo, desalojando esta plaza"
El cronista, que en 1813 había sido nombrado guar-
da interino del almacén de artillería, fue confirmado
en efectividad al ser promovido a otro cargo el titu-
lar D Manuel Tapia, en enero del 14. Este empleo
imponía a Figueroa largas guardias nocturnas, que
él aprovechó para redactar su obra, en vanados ver-
sos "porque no fuera tan fastidiosa y uniforme" En
muchas de esas vigilias, mientras a la luz vacilante
de un candil ensajaba combinaciones de versos — pa-
gando tributo al artificio pohmétrico puesto en auge
por Arriaza — debía esforzarse para luchar con el
sueño y la fatiga Mas, al fm, llegaba el momento en
que su resistencia cedía y caía rendido sobre las al-
bas cuartillas
"Mas basta, que ya mis ojos
Se aduermen y ya no puedo
Sacrificar a las Musas
Lo que le robo a Morfeo "
Cumple destacar con respecto a esta obra — de la
que más adelante nos ocuparemos en el aspecto lite-
xxn
PROLOGO
rano — que Figueroa, no obstante su adhesión a la
causa española, no alteró a sabiendas en ninguno de
sus pasajes, la verdad — "Mas imparcial mi desgre*
ñada Musa — dice — que las deidades del Olimpo
de la guerra troyana, se colocó en una posición in-
dependiente, para repartir coronas a cada mérito a
cada acción esforzada de unos y otros campeones "
Parece oportuno señalar, que algunas veces — qui-
zás sin que él mismo se percatara — sus estrofas en
cierran reflexiones y confesiones, que revelan el sur
gimiento de un amor por la patria de su nacimiento,
que al fin privaría sobre su devoción por la gloriosa
Metrópoli, patria de su estirpe
En efecto, son muchos los pasajes en que testimo-
nia su admiración y estima por los bizarros paladines
de la Revolución Traigamos a colación un ejemplo
"Al ver el entusiasmo y la bravura
De esos valientes del indiano suelo,
Compadezco bu error, pero en el alma
Con reservado orgullo me envanezco "
Pero muchos otros podrían citarse, inclusive en el
relato del último día del Sitio, en que el bardo acon-
gojado reconoce que ante la gallardía y corrección
de las tropas patricias, "con americano orgullo, late,
aunque afligido, el pecho"
Son igualmente sintomáticos sus juicios, muy poco
halagüeños, sobre algunos de los jerarcas españoles
V A godet, a quien llama "el sapo gobernador", es des
cnto como
"Buen animal y mejor
Para tirar de una nona "
Y no sale mejor parado fray Cirilo de la Alameda,
el "coronado gacetero"*
xxm
PROLOGO
Los privilegios y las odiosas exclusiones, que ins-
piraban las protestas del "bando rebelde", también
aparecen condenados por él Así, al referirse a la
elección de Cabildantes efectuada en diciembre de
1813, acota
"En eata larga lista ni uno solo
Es hijo del País, así, en efecto,
¿Quien siendo americano no se ofende
De tan clara exclusión o menosprecio 9 **
Otro aspecto interesante de sus ideas es su recelo
por las aspiraciones hegemómcas de las autoridades
bonaerenses, cuyos guerreros
"Ora en campos de mi Patria altivos,
Ostentan su política, y revelan
Sus planes de conquista y no de auxilio *
Coincidiendo con Artigas, campeón de la lucha con-
tra el centralismo porteño, recuerda que los habitan-
tes de esta Banda
" si de una madre, altivos,
La obediencia sacudieron,
No quieren de una madrastra
Sufrir pupilaje nuevo"
Ocupada la plaza de Montevideo por el ejército
comandado por el General Carlos María de Alvear,
no tardaron en ser conculcadas las normas estableci-
das en la capitulación concertada el 20 de junio de
1814 Los elementos mas caracterizados del partido
realista fueron encarcelados en las Bruscas, y los fun-
cionarios, — entre los cuales figuraba nuestro autor —
quedaron destituidos de sus empleos
Ante el sesgo de los acontecimientos, Figueroa con-
sideró que se imponía "buscar de bonanza un puerto",
XXIV
PROLOGO
emigrando "a extraño suelo" Invocando su precaria
salud, (se encontraba "mas flaco que un cañuto"),
decidió abandonar el blando sosiego de la morada
paterna y pasar a Maldonado, cosa que efectuó en la
primera quincena de julio En la villa fernandina,
las pasiones enconadas por la lucha, contribuyeron a
que algunos exaltados le hicieran víctima de vejáme-
nes, hostigándole con el genérico mote de "godo" y
con el particular de Mustafá Con prudente criterio,
el poeta "trató de ser mudo, ciego y sordo a insultos
y apodos"
Felizmente no fue esa íncrvil actitud la de la ma-
yoría de los vecinos Figueroa forjó entonces amista-
des perdurables, que le brindaron cordial acogida y
que, en el momento preciso, repararon su menguado
peculio, facilitándole los recursos necesarios para au
sentarse del país
La ansiada coyuntura, le fue deparada por la si-
tuación de anarquía que se creó el 4 de octubre sub-
siguiente, cuando la villa — que había sido ocupada
el 18 de setiembre anterior por los dragones de las
fuerzas de Artigas, capitaneados por Pedro Amigo y
Manuel Iglesias — fue reconquistada por los argen-
tinos
El prófugo vate aprovechó la ocasión propicia y
embarcó en una escuna que singlaba hacia el Brasil,
con el propósito de esperar desde allí un cambio fa-
vorable de la situación Algunos de sus biógrafos ase-
guran que la meta de su viaje era mas ambiciosa y
que pensaba dirigirse a la Madre Patria Por nuestra
parte no consideramos acertada esta aserción, en cuyo
abono no se han presentado pruebas
La travesía marítima fue particularmente acciden-
tada Al penetrar en el golfo de Santa Catalina — tan
XXV
PROLOGO
justamente temido por los navegantes — una grave
tempestad hizo su juguete de la rechinante nave que,
acometida por las soberbias olas, parecía condenada
a desaparecer "en los senos del abismo undoso"
Tras de vanos días de pertinaz borrasca, y cuando
hasta los más esforzados habían abandonado "el úl
timo destello de esperanza", se hizo la calma, se des-
pejo el cielo caliginoso, y la luz del sol les permitió
obsenar el deterioro del combatido bajel Con in-
gente esfuerzo lograron llegar a Santa Catalina, cuyo
suelo acogedor hollaron el 21 de octubre El 8 de no-
viembre pudo Figueroa proseguir su viaje en un lugre
de guerra portugués, que quince días después anclo
en la espectacular bahía de Guanabara
La capital brasileña deslumhró a nuestro poeta por
su naturaleza fastuosa y exuberante, por la belleza
de la edificación, el primor de los negocios suntua-
rios de la Rúa dos Ournes, la gallardía de los hom-
bres y la gracia cautivante de las mujeres En ella
fue benévolamente recibido por los representantes di-
plomáticos de la Corona española, para los cuales su-
ponen algunos llevaba recomendaciones, aunque lo
mas probable es que haya sido introducido por al-
guno de los oficiales que, después de la capitulación
de Montevideo, habían acompañado a Vigodet hacia
aquel destino
Habida cuenta de su familia y de su cultura, y de
la lealtad de que había dado pruebas, el Ministro de
Fernando VII don Juan del Castillo y Carroz, lo de
signo como amanuense en la Secretaría del Consu-
XXVI
PROLOGO
lado de España, y no secretario del embajador como
asegura Vidal 17
Para Figueroa, debió ser especialmente grato el ho-
nor discernido al invitarlo a comparecer ante los es-
trados de sus altezas el Príncipe Regente y la Sere-
nísima infanta Doña Carlota, díscola consorte de
aquella "sombra de Rey", como le llama Silvio Ro-
mero a D Juan VI La impresión que causó debió
ser excelente, ya que se le instó a frecuentar los sun-
tuosos salones del real palacio de los Braganza, en
la Rúa da Quitanda En las áulicas reuniones que
se celebraban en esas artesonadas cámaras, logró el
joven oriental algunos triunfos literarios, estimulado
por su valedor y amigo D Andrés Viilalba, que había
sustituido a Castillo y Carroz como Encargado de
Negocios de su Majestad Católica
Ocupada la Banda Oriental por los portugueses,
después de las luctuosas rotas de Catalán, Arapey y
Carumbé, no había >a causa para que se prolongara
el voluntario exilio de Acuña de Figueroa Compren-
sibles sentimientos acuciaban, por lo demás, su an-
sia de volver ¡Cuánto deseaba abrazar a sus añora-
dos familiares 1 ¡Como suspiraba por el instante en
que vería nuevamente a su dulce prometida Ignacia
Otermin, con la que esperaba unirse en santo matri-
monio en cuanto regresara 1 t Cuan grande era su anhe-
lo de tomar a discurrir por las soleadas calles de
esta ciudad, que el tanto amaba y de la que, por su
17 A H Vidal — Feo Acuña de Figueroa — "La Maña-
na \ set de 1922 — Montevideo
XXVII
PROLOGO
nunca desmentida adhesión llegó a ser el símbolo vi*
viente 1 Por algo diría más tarde Juan María Gutié-
rrez "Si se hundiese Montevideo, el Cerro y Figue-
roa serían los dos rastros que asegurasen a las ge-
neraciones futuras su existencia".
En diciembre de 1817, nuestro poeta solicitó come-
didamente, la venia del conde de Casa Florez, nuevo
plenipotenciario de España, para ausentarse de Río
Una vez que el magnate se la otorgó y le libró un
certificado encomiástico de su gestión, emprendió im-
paciente el camino de la Patria*
Fue precisamente en este período cuando contrajo
una afección laríngea causante de una afonía total,
por unos meses, que, aún cediendo más tarde, menos-
cabó para siempre su voz, conviniéndole — como él
decía donosamente — en un "vate insonoro" Por eso,
popularmente, se le llamaba "el poeta ronquillo"
Esta enfermedad de las cuerdas vocales la padeció
nuevamente en 1830
Al cabo de un tiempo de su reingreso a nuestra so-
ciedad en setiembre de 1818, fue nombrado por el
gobernador Lecor, para llenar una vacante de oficial
2^ auxiliar del Ministerio de Hacienda, con un esti
pendió de cuatrocientos cincuenta pesos anuales En
mayo del siguiente año, pasó como oficial 2? a la
Contaduría de la Real Hacienda, acordándosele un au-
mento de sueldo de ciento cincuenta pesos anuales y,
en razón de la competencia acreditada, fue promovido
en 1822 al cargo de oficial I o También se le designó,
el 28 de agosto de ese mismo año, traductor oficial
exclusivo del portugués al castellano
Fue elegido luego, Ministro de Hacienda y Colec-
tor de Aduana en Maldonado, volviendo así, en muy
diversa situación y estado, a la villa por él abando-
xxvm
PHOLOGO
nada algunos años antes, paupérrimo, mohíno y mal-
trecho
En la sociedad fernandina, y en la de la vecina San
Carlos, Figueroa y su joven esposa concitaron gran-
des y duraderos afectos. Los ilustrados sacerdotes D
Gabino Fresco y D Pedro de Alcántara Giménez (des-
pués obispo en España), fueron sus cordiales amigos,
a los que deben agregarse el procurador Bengoechea,
el fuerte comerciante Calamet, Roso, Hodo y muchos
otros con los que el Ministro se reunía en cotidiana
tertulia en el Café de Peinado
Fue a la sazón cuando, por fácil desahogo y super-
ficial pasatiempo, e impulsado por su espíritu chan-
cero, dio en escribir un poema burlesco, intitulado
"La Carhnada", cuyas estrofas, llenas de semblanzas
satíricas, son picantes y desenfadadas en demasía
Este poema, de ciento sesenta y nueve octavas, fue
en cierto modo el germen de la Malambrunada, y se
inspira — como el de su modelo Sacchetii — en un
tema eterno la inquina que contra las doncellas jo
venes y agraciadas profesan las viejas que no se re
signan a vegetar en el crepúsculo de la senectud
"Cante el griego en áurea lira
Del fiero Aquilea el furor miando,
O el vate imberbe que de amor suspira
Sub endechas entone en eco blando
Yo sólo canto la vetusta ira,
La guerra y el rencor del viejo bando,
Y el triunfo que contra ellas dio el destino
A las ninfas del pueblo carobno"
Fue esta etapa de Maldonado, un grato remanso en
la vida de Figueroa Muchos lustros después rememo
raba "aquellos días de gloria que en Maldonado gocé".
Agregaba que a nadie envidiaba entonces, ni aún a
XXIX
loa colmados de dones por una fortuna propicia, "pues
yo enseñarles pudiera, el arte de vita bond 7
Cuando estalló la gloriosa revolución de 1825, Fi-
gueroa no se plegó a ella Su actitud renuente hizo
que fuera arrestado por algunos días en San Carlos
AI recuperar la libertad, una cuantiosa garantía de-
positada en manos de las autoridades brasileñas ca-
pitalinas le decidió volver a Montevideo
No debemos interpretar esta determinación, como
una adhesión a la causa de los opresores algunos pa-
sajes de sus poesías de la época que en cierto modo
forman una especie de diario intimo, nos demuestran
más bien lo contrario
"Pues si en mi mano estuviera,
A mi dulce patria hiciera
Dichosa e independiente"
"Un gobierno le daría
De orientales ciudadanos
Que odiasen a loa tiranos
Y aun mas a la tiranía,
Que evitasen la anarquía
Respetando la igualdad,
Pues fuera fatalidad
Y el colmo del idiotismo,
Huyendo del despotismo
Dar en la arbitrariedad"
Al llegar a la capital, se presentó al gobernador
Carlos Federico Lecor, a quien entregó documentos
oficiales que obraban en su poder, y fue enviado a
XXX
PROLOGO
prestar servicios en la Visturía de Aduana, donde
permaneció en los mismos meses en que se libraban
las batallas de Rincón y Sar&ndi Esta actitud del
poeta ha sido severamente juzgada por Bauzá que
afirma "No tomó como ciudadano, en aquellos su-
cesos, la actitud que correspondía".
Con mejor perspectiva histórica de aquella etapa
— en que, puede decirse con la frase de Tácito, resul-
taba más arduo conocer el camino recto que seguirlo —
ha escnto Crispo Acosta "Era difícil ver en los acón*
tecimientos de aquellos años una epopeya patriótica,
ni los hombres ni los hechos la revelaron^ Artigas se
aislaba con sus decepciones o sus esperanzas en el
Paraguay, Rivera, Lavalleja, Oribe coman en las fi-
las extranjeras la suerte de los dominadores de su
patria y más bien que los campeones de una idea li-
bertadora, parecían los juguetes de un destino social
común y miserable Solo de lejos y ya aquietada en
una situación definitiva la obra de esas turbulencias,
se pueden reconocer o adivinar en la instabilidad y
las convulsiones de aquel período, los signos de un
trabajo sordo y lento que se hacia en las entrañas de
la realidad sin asomos } apariencias y que era para
el Uruguay la imposibilidad febriciente de una exis-
tencia de anexión o sumisión a otro pueblo, porque
era la necesidad imperiosa de constituirse en patria
libre, que si no tuvo desde el principio la nitidez de
una idea clara, adquirió en los mismos hechos la con-
sistencia de una fuerza social, de un destino histórico
Ni uno solo entre los contemporáneos vislumbró el
resultado de aquellas agitaciones ¿Cómo, pues, cul-
par a Acuña de Figueroa de que no cantase en ellos
una gloria de la patria ? El era el menos indicado
XXXI
PROLOGO
para presentir el futuro sus cinco sentidos le tenían
el alma cautiva del presente inmediato" 18
Después del advenimiento de la paz y de la conse
cuente instalación en Canelones, del Gobierno Provi-
sorio presidido por Rondeau (22 de diciembre de
1828), Acuña de Figueroa dirigió al titular de las car-
teras de Gobierno, Relaciones v Hacienda, don Juan
Francisco Giró, una nota por medio de la cual ofre
cía como modesto tributo una canción patriótica, pero
que constituía, sobre todo, un acto de contrición
Al oblar su poético présenle, admitía la posibilidad
de que, al saber quien era el autor, muchos desecha-
ran con desprecio la obra* "Pero este recelo — aña-
día — no debe obstar a que yo, como Americano, lie
ne en una pequeña parte la inmensa deuda en que
me hallo empeñado para con mi Patria M Y continua-
ba "En la posición desagradable y comprometida en
que un cúmulo de circunstancias anteriores me ha-
bían colocado durante el periodo de la anterior gue-
rra, tengo y tendré para siempre el baldón de no
haber hecho el mas corto servicio a mi Patria» y aun-
que jamás he prostituido mi pluma atacando sus im-
prescriptibles derechos, ni adulando a los dominadores,
fui con todo, bastante débil y tímido para no saber
calcular los esfuerzos prodigiosos de que podían ser
capaces, y lo fueron los valientes guerreros, y los ilus-
trados patriotas que con frente imperturbable arros-
traron los inmensos obstáculos que se oponían a la
libertad, y destruyeron como por encanto los fuertes
ejércitos y los poderosos recursos del Imperio Este
desenlace tan extraordinario no estaba al alcance de
mis raciocinios, pues como ha dicho un escritor "na-
18 Lauxar — Op , cit
XXXII
PROLOGO
die está obligado a calcular prodigios", y tal vez no
he sido yo el único que juzgando imposible el ver
rota la gruesa cadena de la Patria, se limitaba sólo
a dedicarle deseos a la verdad estériles, sin virtud y
sin méritos", 19
Mas comprensivos que algún censor de hogaño, loa
hombres de aquellos tiempos, los que más se habían
sacrificado en los años de hierro de la lucha, recono-
cieron en Figueroa a un digno ciudadano, que si bien,
por su natural refractario a las actividades bélicas,
se había mantenido al margen de la liza, no se ha-
bía hecho por ello indigno de convertirse en el cantor
de la Patna, y, mucho menos, merecedor de una
macula indeleble
En los inolvidables días de la Jura de la Constitu-
ción de 1830, Figueroa se sintió embargado por el
jubilo — matizado con cierta ingenuidad navideña —
de sus coetáneos
Su corazón albergó lisonjeras esperanzas, y su tono
se jerarquizó, ya que — como indica Rodó — "co-
bró de súbito el acento del versificador que hasta en-
tonces había militado en las humildes filas de la
tradición prosaica de Inarte, o de la vulgar y villa-
nesca de Lobo, cierto brío, cierta elevación, cierta no-
bleza, y tendeó a ser el comentario lírico de las armas
y de las leyes" 20
La contribución poética de nuestro vate fue copio-
sísima. Compuso una engolada oda, pletónca de re-
miniscencias mitológicas, que se clausura con una pro-
sopopeya en que el Río Uruguay — no menos profé-
tico que el Tajo de Fray Luis — anuncia enajenado
19 Publicada por P Xunénez Possolo en "Anales". 46 —
Montevideo
20 J E Rodó — El Mirador de Próspero — Montevideo
xxxm
3
PROLOGO
con voz de trueno "¡Oh pueblo del Oriente, tú serás
venturoso cual ninguno r "
Hizo, además, un "cielito", versos en loor del
trabajo, la agricultura, las artes, etc , que adornaron
la fachada del Consulado en la magna jornada cívi-
ca, v mas de cuatrocientas cuartetas alusivas, que se
propalaron en tarjetas y transparentes iluminados
Pero el Gobierno de la República, no sólo requi-
rió la contribución literaria de Figueroa, sino que,
apreciando su versación administrativa, le asignó fun-
ciones en la Veeduría de Aduana, y en marzo del 31
lo comisionó para que secundase al representante del
Gobierno encargado de separar la moneda de cobre
extranjera de la nacional Poco después, se solicitó su
concurso para integrar conjuntamente con Rivera In-
darte, Florencio Várela, Béjar y Sagra y Penz, la
Comisión Inspectora de Teatros, que debía censurar
desde el punto de vista religioso y moral las obras
dramáticas cuya representación se proyectaba (Agos-
to de 1833)
En el 37, un original decreto le otorga las jinetas
de sargento de la compañía de Empleados, de la que
era Capitán el Ministro de Gobierno El, que, sin ser
pusilánime, sentíase ajeno a la actividad castrense,
declinó esa promoción con agudas consideraciones
"Yo no quiero ser sargento,
Ni puedo, aunque lo quisiese
Sargento y mudo, recelo
Que es grande contradicción
Pónganme, si, de facción
Donde máe peligro exista,
Que aunque faltan voz y vista,
Hay lealtad y decisión "
XXXIV
En cambio, de allí a poco tiempo, solicitó un dea»
tino mas adecuado a su temperamento e inclinacio-
nes, en la Biblioteca Pública*
La Biblioteca, memorable fundación de la época ar-
tiguista, estaba abandonada* Su acervo, constituido
por unos cinco mil volúmenes, permanecía olvidado
en el Fuerte, am que fuera fácil a los estudiosos con-
seguir las obras de que habían menester» La Comi-
sión nombrada en setiembre de 1837, que presidía el
Dr, Teodoro Miguel Vilardebó, por diversas razones
no había podido cumplir una labor eficaz, por lo
que se estimó conveniente que al cesar, en julio del
40, se confiara la misión de dirigir la Biblioteca a
un solo ciudadano
Acuña de Figueroa, como lo hemos dicho, postuló
el cargo Su pretensión prosperó, ya que el Gobierno,
atendiendo al superior concepto de que gozaba el
peticionante, y a su promesa de consagrar al desem-
peño del cargo su atención y sus conocimientos, lo
designo con fecha 6 de jubo de 1840
Continuo en dicho puesto hasta el 29 de marzo de
1847, en que lo sustituyó el Capitán D Emeteno Re-
gunaga. Agreguemos que la honorífica función que
se le confio, aparejaba la obligación de actuar como
Secretario Auxiliar del Consejo de Estado, que cele-
braba sus deliberaciones en la sala de la Biblioteca,
La actuación de Figueroa fue altamente satisfacto-
ria D Arturo Scarone en su "Historia de la Biblio-
teca Nacional", señala que se afanó en enriquecer el
caudal bibliográfico gestionando donaciones y canjes,
XXXV
PROLOGO
como lo prueban repetidos oficios del Ministerio de
Gobierno.
También se debe a una feliz iniciativa del poeta, la
resolución gubernativa del 29 de setiembre del 42,
que ordenaba se enviara a la Biblioteca Nacional, un
ejemplar de cada obra que se imprimiera en el país.
Las instalaciones de la Biblioteca — que compren-
día también un incipiente museo — eran sumamente
precarias El Director actuaba hacinado entre apoli-
llados infolios de tapas de pergamino, animales dese-
cados, fósiles y obsoletas armas Allí, nos dice Fi-
gueroa, "he vegetado, a nesgo, de apolillarme yo
mismo"
Para llenar las horas Ubres que le consentía su ta-
rea en aquel poco frecuentado centro de cultura, se
dedico a la enseñanza privada del latín, el francés y
el italiano, buscando en ello una ayuda para subvenir
a sus más perentorias urgencias
Y también aprovecho los ratos baldíos para am-
pliar los estudios de su predilección, escribir sus ver-
sos y dedicarse a esos juegos de ingenio y de pa-
ciencia que tanto le entretenían
Bondadoso y cordial* fue el mentor de muchos jó-
venes que a el llegaban en busca de asesoramiento, y,
para ilustración de los problemáticos visitantes, pre-
paro rótulos explicativos de los objetos expuestos en
las vitrinas del Museo, que, como es previsible, re-
dacto en verso 1 Citaremos para muestra, la octava
que adjuntó a una flecha del indio Gua)curú, hecho
prisionero en Cagancha
"Las hordas de salvajes, que insolente
En su ejercito Echague conducía,
Concitando las iras del Oriente,
Pagaron en Cagancha su osadía
XXXVI
I
PROLOGO
Rivera con su ejercito valiente
Ciño un lauro inmortal en aquel día
Y aquí en memoria del vengado ultraje
Se conserva esta flecha de un salvaje"
Considerando sus reconocidos méritos, se le asignó
un puesto en el Instituto Histórico y Geográfico, crea-
do por iniciativa de D Andrés Lamas La nueva y
sabia institución comenzó sus actividades en 1844,
con un memorable certamen poético, en el que, como
es de suponer, se hizo presente nuestro vate
D José de Béjar, Ministro de Hacienda y deudo
suyo, le confió en el 47, las funciones de Tesorero
General del Estado Se alejó entonces de la Biblioteca
"Donde me iha disecando
Como las momias de Egipto,
Entre el polvo de las obras
Y el alcanfor de los bichos "
Lo de Tesorero no era más que un "nombre sonoro
y vacío" dadas las penurias del erario En algunas de
sus epístolas métricas, Figueroa se suscribe "poeta y
tesorero sin un real" Y esa era la dura verdad La
afluencia de gemebundos acreedores era constante en
su oficina, que, por ende, se había convertido en un
"purgatorio que llaman Tesorería".
En una nota rimada dirigida al Ministro D Loren-
zo Batlle, el poeta nos describe con gracejo a sus prin-
cipales visitantes, haciendo constar en nota que "los
retratos que siguen son de una exacta semejanza", Y
nos hace asistir a aquella bulliciosa reunión de viu-
das pensionadas, militares en retiro, comerciantes y
agiotistas, de los cuales "unos gruñen y otros chillan,
porque nadie se conforma con el | véngase otro día T "
No era la menor de sus dificultades, la de recla-
XXXVII
PROLOGO
mar mensualmente del Encargado de Negocios de
Francia M Devoize, el subsidio con que asistía a las
autoridades uruguayas el Gobierno de París Sus
representaciones algunas veces estaban escritas en ver-
sos franceses, que también componía con maestría De
ello dará cabal muestra una estrofa impregnada de
patriótica dignidad:
"Car ce n'egt paB une aumone
Que ce peuple attend de vous
H ne met pas a genonx
Sa grandeur,
Et tout fier de sa couronne,
Memo devant le trepas,
II meurt et ne rarape pas
Sans honneur"
Lo peor del caso era que sus funciones y su título,
que "por lo sonoro alucina", no lo ponían a él mismo
a cubierto de la indigencia
Un memorándum inédito que conserva la Bibho
teca Nacional, y que él tituló "Libro para apuntar
varias curiosidades", nos revela con los datos en él
apretadamente anotados, las angustias económicas del
poeta, y pone al mismo tiempo de manifiesto la acri-
solada honestidad de este ilustre varón que pudo ob
tener fácilmente granjerias y ventajas aprovechando
su encumbrada categoría
Por ese "libro" nos enteramos que en el correr del
año 42 se vio forzado a enajenar por medio del co-
misionista M Scutary, vanos solares de un predio
que en 1838 había comprado con su hermano Manuel,
y que habían pagado "con liquidaciones de I09 suel-
dos que nos adeudaba el Estado"
Esos apuntes autógrafos, en que alternan en pinto-
resca miscelánea versos sueltos, epigramas y chara-
xxxvm
das, con prosaicas anotaciones de cuentas de provee-
dores, listas de ropa, etc, nos revelan como, paulati-
namente, debió ir arrendando las habitaciones de la
amplia casona de la calle Washington, frontera del
Hospital da Candad.
Por esa misma época, y cediendo a las instancias
de amigos y estudiosos, decidió publicar el "Diario
del Sitio", en una tirada de quinientos ejemplares Fl
presupuesto presentado por el librero D Jaime Her-
nández, (veinticuatro pesos por pliego), debió resul-
tarle demasiado elevado, y el viejo poeta hubo de
resignarse melancólicamente a que continuara inédita
aquella crónica, que le recordaba los años de la mo-
cedad y no iba a ver nunca en letras de molde
En febrero de 1846, al llegar a su término el pe-
ríodo de la V Legislatura, y en razón de que la caó-
tica situación en que se encontraba la República, im-
pedía la realización de elecciones, se acordó sustituir
las Cámaras por una Asamblea de Notables que fun-
cionó hasta el término de la guerra. En el decreto
respectivo se prescribe que del seno de esa asamblea,
integrada por los legisladores cesantes magistrados
judiciales, jerarcas eclesiásticos, jefes militares y ciu-
dadanos de prestigio, se formara un Consejo de Es-
tado, "a cuya ilustración someterá el Poder Ejecu-
tivo todos sus actos, y que por consiguiente compar-
ara con él ante la Nación, la responsabilidad de ellos"
Se procedió en consecuencia al nombramiento de
los notables En la primer lista publicada aparece el
nombre de D Manuel Acuña de Figueroa Uno9 días
más tarde también fue designado nuestro poeta
XXXIX
PROLOGO
De sus intervenciones en las deliberaciones de ese
cuerpo — que tal vez a causa de su "afonía casi com-
pleta" fueron escasas — tan solo recordaremos la pro-
puesta formulada el 22 de setiembre del 46, para
que se confiriera al Gral Fructuoso Rivera la digni-
dad de Gran Mariscal, Sostuvo que en los fundamen-
tos de esa resolución se debía expresar "el motivo y
el objeto de la creación de ese puesto eminente, el
por qué y para quién 9 *
"¿Por qué, pues, en la redacción de este decreto
no se ha de nombrar ya al benemérito campeón, al
eminente patriota a quien se destina aquel puesto,
nuevo en su denominación, único en su clase, y
creado determinadamente para premiar sus altísimos
méritos ? Obrar de otra manera sería multiplicar
decretos y ambajes inútiles, y parecería que sólo a
la gratuita propuesta del Gobierno debería el agra-
ciado una distinción, que es más propio se le con-
fiera por representación unánime del Cuerpo Repre-
sentativo "
Rivera no aceptó esa consagración oficial, aunque
debió sentirse halagado por el acuerdo de la Asam-
blea, tomado por gran mayoría
Mas la Fortuna es voluble Cuando aún no se ha-
bía extinguido el eco de los discursos laudatorios, los
mismos ciudadanos que le habían rendido tan insigne
homenaje, se reunían y prestaban aprobación a la des-
titución y destierro del vencedor del Rincón
Fjgueroa no concurrió a esa sesión, en la que en-
tre otros, Cesar Díaz, con injustificable pasión, cali-
fico a Rivera de traidor, denuncio su "salvaje ambi-
ción" y "su inmerecida fama", y concluyó pidiendo
se alzara para él "el cadalso de la ignominia*'*
Nuestro vate, aquilatando el clima pasional del mo-
XL
PROLOGO
mentó, consideró tal vez que todo esfuerzo para de-
tener esa injusta medida, estaba condenado al fracaso»
Se limitó pues, a una muda protesta, que no ha de-
jado de enrostrársele como señal de debilidad pero
que, a nuestro juicio, lo deja siempre en una situa-
ción mejor que la de quienes olvidaron la amistad,
los favores recibidos y los imprescriptibles títulos del
campeón de las Misiones y Guayabos
Agreguemos que Figueroa no renegó, como mu-
chos, de su antigua adhesión al caudillo En esos tris-
tes días, su estro consagró al amigo víctima de la ad-
versidad, un noble recuerdo
"Digno de aplauso y amor
Siempre, y doquiera, eminente,
Es como el sol, que al poniente
Cuanto mas baja es mayor"
Y su consecuente amistad se tradujo en múltiples
versos de salutación que en ocasión de onomásticos
y fechas familiares hizo llegar — sin interrupción —
& la noble matrona D a Bernardina Fragoso de Rivera,
de cuyo salón, con raleada asistencia, el poeta con-
tinuó siendo asiduo frecuentador
Por esa misma época dedicó un tomo de poesías y
anagramas al Papa Pío IX, a quien probablemente
había conocido cuando el entonces canónigo Mastai
Ferretti estuvo en Montevideo, acompañando al nun-
cio Mons Muzzi
El Pontífice, que hacia pocos meses había s*do exal-
tado al soLo pontificio, acepto con benevolencia el
poético presente, y lo agradeció con palabras altamente
XLI
PROLOGO
elogiosas y votos por la pronta pacificación de esta
atribulada República
Muy grato resultó para Figueroa que su nombre
figurara entre los de los miembros del Instituto de
Instrucción Pública, establecido en 1847 Poseía una
valiosa experiencia adquirida como docente privado,
que conjuntamente con su vasta cultura, puso desin-
teresadamente al servicio de la causa de la instruc-
ción popular Desde entonces y hasta sus últimos días,
fue la suya una presencia infaltable en los actos so-
lemnes de las escuelas, en los que casi siempre im-
provisaba — ante la admiración del infantil concur-
so — décimas y cuartetas alusivas
Para que fueran cantadas por la niñez compuso
cuatro canciones, inspiradas en los más nobles sen-
timientos patrióticos y religiosos, que el Instituto se
apresuró a adoptar, después de oír un informe alta-
mente laudatorio de Esteban Eche\erría
La incipiente Universidad de la República también
le contó como entusiasta propulsor En la primera co
lación de grados, celebrada el 25 de agosto de 1350,
se asoció al acto augural escribiendo una grandilo-
cuente salutación, en la que figuran estos versos
"La ignorancia al furor nos encamina,
La ilustración nos mueve a la indulgencia,
Y un pueblo <nie de sabio el nombre alcanza,
Respira humanidad y no venganza "
De esta manera, la ciudad sitiada, haciendo abs-
tracción de lo calamitoso de los tiempos, no descui-
daba ei porvenir Un acuerdo tácito, para no dejarse
XLII
PROLOGO
embargar por la psicosis de la guerra, parecía existir
entre todos los habitantes Así, dentro del sofocante
perímetro de la capital, la vida se desarrollaba con
aspectos de normalidad Parecía que todos tenían a
gala olvidar a un fuerte adversario, cuyos campamen-
tos se divisaban desde las azoteas y miradores
Figueroa se amoldó a esa paradojal situación Sus
horas libres las repartía entre el comercio de las mu-
sas y una intensa actividad social La tertulia de su
amigo Quijano, en la cual hacía una partida de mus
o de tresillo, las funciones teatrales y las veladas fa-
miliares, contaban siempre con su celebrada presen-
cia Era — como ha dicho Roxlo — "el ídolo de la
sociedad montevideana", el "obligado comensal de
los banquetes y mirlo blanco de los saraos, el centro
> perla de los velorios" 21
Los extranjeros que llegaban a nuestras playas an-
siaban serle presentados, a lo que el se prestaba de
buen talante Con su distinción e hidalguía se com-
placía en agasajarlos y su primera manifestación cor-
dial consistía en hablarles — en la mayoría de los
casos — en sus idiomas nativos Muchos de los que
disfrutaron de la excelencia de su trato, le recordaron
luego con admiración y afecto Veamos la forma en
que lo hace Xavier Marmier, en su libro Lettres sur
l'Amerique publicado en París en 1851 "A cOte de
ees novateurs, íl existe dans celte méme ville de Mon-
tevideo, un aimable poete du bon vieux temps, M de
Figueroa Celui-ci n'a point \oulu déserter les régions
mythologiques qu'il appnt á vénérer sur les bañes du
collége II chante Phebus et Taurore aux doigts de
rose, comme ses maitres du dix-huitiéme siécle II
21 C Roxlo — Historia crítica de la literatura uruguaya,
tomo K — Mont . 1912
xLin
PROLOGO
s'élance sur son Pégase et monte gaiement au Parnas-
se, en se rafraichissant le long du chemin á la fon-
taine de Castalie Toutes les regles des anciennes éco*
les luí sont chéres, et tous leurs capuces luí sounent
Un D eu luí a fait de doux loisirs, et il les emploie
aux jeux de Pémgme, de la charade, du madrigal II
accomplit les tours de forcé de Fanagramme et de
I'acrostiche comme ees hábiles versificateurs dont l'éru-
dit Peignot a recueilli les productions les plus excen-
tnques, et faconne comme Panard la chanson á boire,
en forme de bouteille
Avec sa rare facihté il passe tour á tour
"Du grave au dotrx, du plaisant bu séVere "
II aiguisse en nant fépigramme caustique comme
Marot dans sa galante jeunesse, et comme Marot plu9
tard, traduit avec pmé les psaumes Non seulement
íl traduit les hymnes bibhques II en compose luí mé-
me avec une reLgieuse pensée Car, si son imagina-
tion se plaít á errer au milieu des traditions paien-
nes son coeur appartient á la puré doctrine de TEvan-
gile Comme le chantre des Lusiades, íl alhe dans
l'Odysee de sa vie la fable de I'Olympe aux aus teres
croy anees du christiamsme
Quand íl a d'un ton anacréontique celebré I'Amour
et les Gráces, íl rejette ees stances profanes pour écn-
re avec un sincere recueillement une paraphrase du
Pater, une épitre á son curé ou des htanies á la
Vierge
Tel íl apparait dans ses ceuvres, tel on le retrouve
dans les diverses nuances de son caractére, affable et
jovial, spintuel et tendré, plein d'indulgence envers
les autres et de défiance envers luí méme, simple et
XLIV
timide comme une jeune filie. C'est un bonheur de le
connaitre". 22
Si la modestia no hubiera sido uno de sus rasgos
más característicos, Figueroa, como el latino Mar-
cial, hubiera podido ufanarse de que la Fama le
concediera largamente, en vida, la gloria que sólo
algunos pocos obtienen después de la muerte
De ello, fueron testimonio, escritos como el ya ci-
tado de Marmier y la nota de Castillo, que incluyó
sus poesías en el Album de Poesías Selectas Castella-
nas de los mas distinguidos escritores de España y
America, editado en París en 1853
Magariños Cervantes narró en "El Eco Uruguayo"
que "estando en París, recordamos haber visto re-
producidos en periódicos de Buenos Aires, del Perú,
de Méjico, de Chile, de Cuba, del Brasil, de España
y aun en la Crónica de Nueva York, versos de Fi-
gueroa".
Años mas tarde, y ya después de su desaparición,
Leo de Bernard le dedicó una semblanza en "Le Mon-
de Ulustrée" (marzo de 1863), Ana Wittstein incluyó
poemas de nuestro autor en su antología Poesías de
la America Meridional, publicada en Leipzig en 1867,
José M Torres Caicedo le dedicó un estudio en En-
sayos Biografieos y de Crítica Literaria^ (París, 1868),
donde d.ce "Lineo muchas veces, satírico a menudo,
siempre pulido y correcto, Figueroa es uno de los
buenos modelos de la literatura latino-americana, y sus
obras no solo desafian la crítica de los jueces más
22 X Marmier — Lettres sur VAmértque — Tomo 2» —
Paría, 1851
XLY
PROLOGO
inflexibles y competentes, sino que pueden ponerse en
parangón con las obras más acabadas de los literatos
de la Península, aún de los que pertenecieron al si
glo de oro de la literatura española"
A los citados pueden agregarse los libros y antolo-
gías de José Domingo Cortés, 23 Francisco Lagomag-
giore, 24 Marcelino Menéndez y Pelado, 25 etc , y las
referencias elogiosas de Julio Cejador y Frauca, 26 A
Bacci, 27 Ventura García Calderón, ¿B Ricardo Ro-
jas, 2& Cnspín Ayala Duarte, 30 Luis Alberto Sán-
chez 31 Alfredo Coester, 82 etc , por no citar sino a
los extranjeros
Transcurridos los infaustos años del Sitio, Figue
roa se desvinculó de las actividades políticas y admi-
nistrativas, y se dedicó a la preparación de una edi
cion de sus obras Efectuó la corrección de los ma
nuscritos del Diario del Sitio, y una vez concluida
esa tarea, hizo donación de los originales al Gobierno
de la República, que los aceptó y agradeció, orde-
23 J D Cortés — Gaterías de Poeta* Célebres de Chile»
Bolivia, Pcru Ecuador, Nueva Granada Venezuela* Méjico»
Uruguay y la República Argentina — Santiago de Chile 1671
24 F Lagomaggiore — América Literaria — B Aires, 18#3
25 M Menéndez y Pelayo — Loe cit
26 J Cejadoi y Frauca — Hist de la literatura española —
Madrid
27 L Baccl — Letteratura Spagnuola — Milán
28 V García Calderón — Literatura Latino Americana —
París
29 R Rojas — Hist de la Literatura Argentina — Los
coloniales — B Aires 1926
30 C Ajala Duarte — Literatura Uruguaya — Caracas,
1932
31 L A Sánchez — Literatura Americana — Santiago de
Chile, 1933
32 A Coester — Bibliografía de la Lit Uruguaya — Stan-
ford, 1930
XLVI
PROLOGO
nando que fueran colocados "en lugar preferente de
la Biblioteca Pública" (Junio de 1854)
Por ese entonces, desde las columnas de "El Na-
cional", — quizá sabiendo que el poeta no disponía
de medios para sufragar los gastos de la edición —
se propuso la realización de una colecta popular para
financiar una edición completa que se publicaría en
Pane En ahono de dicha iniciativa, el mencionado
periódico tejía un justiciero elogio de Figueroa, afir-
mando en su parte sustancial "Figueroa es el ver-
dadero poeta del pueblo, todas las clases le conocen
y le aman, porque sabe hacer uso de su lenguaje,
porque poseyendo la filosofía del buen sentido y
siendo observador profundo, critica los vicios y de-
fectos de nuestra sociedad con un aticismo y un buen
gusto inimitables y sabe elogiar sus virtudes, así como
estimular sus buenos instintos»
"El tiene cantos para sus creencias, para sus desas-
tres, para sus glorias, para sus placeres, para sus que-
brantos* En su vida de poeta, Figueroa ha sido, pue-
de decirse, el eco y la expresión de las sensaciones
del pueblo ¿Qué extraño, pues, que el pueblo le ame 9
Por iguales razones Bérenger goza en Francia de tan
gran popularidad
"El renombre, la aureola de gloria que eme la ca-
beza de Figueroa son cosas que nos pertenecen, son
propiedad del pueblo orientar' 33
La paz relativa en que vivía el país, había contri-
buido a que — entre otras manifestaciones de progre-
so — se intensificaran las manifestaciones teatrales,
33 * £11 Nacional — Montevideo, octubre de 1854
xi*vn
PROLOGO
que a partir de mayo del 56 pudieron contar con el
suntuoso marco del Soks
Algunas compañías extranjeras y conjuntos locales
de aficionados, ofrecían al público frecuentes repre*
sentaciones de óperas y de obras dramáticas.
Con el plausible propósito de "garantir las exigen-
cias del decoro y la moral publica", se nombró Ins-
pector y Censor de Teatros a nuestro autor, con ca-
rácter honorario El respectivo decreto, firmado por
el Presidente Pereyra, se refería también a la conve-
niencia "de estimular las disposiciones de la juventud"
Para dar cumplimiento a lo que se le encomendaba
en primer termino, Figueroa preparo un proyecto de
reglamento que fue aprobado por la Jefatura Política
de la Capital En sus artículos se prescribía que no
podría darse ninguna representación sin previa au-
torización del censor, a quien se debía remitir la pie-
za con seis días de anticipac on El censor estaba fa-
cultado para hacer las supresiones y modificaciones
que estimara convenientes Además podía sancionar
a los que violaran el reglamento y a los actores que
de palabra u obra ofendieran la decencia publica
Para dar incentivo a la juventud, Figueroa prodigó
sus esfuerzos con verdadero entusiasmo, cumpliendo
con exceso lo dispuesto por el Gobierno Se consti-
tuyo en director de un conjunto de aficionados, y
derrochó su facilidad poética escribiendo anuncios en
verso de las obras a estrenarse, elogios de autores jó-
venes como Magariños Cervantes y José P Ramírez,
que acababan de componer, respectivamente, los dra-
mas Amor y Patria y Espinas de la orfandad, enco-
mios de actores y actrices como Matilde Duelos, Ro-
sario Segura, Belén Vigones, Jorge Pardiñas, García
Delgado, etc
XLVHI
PROLOGO
En una de esas poesías encontramos estos felices
versos, en los que deplora que a diferencia de las
otras artes, en que una vez desaparecido el autor sub-
siste la obra — "Existen aun dejando de existir" —
no ocurra lo mismo con el arte del actor
"Mas a Taima, de horror o de ternura
Inspirando frenéticos destellos,
¿Quién goza ya y comprende 9 Solo aquellos
Que lograron a Taima ver y oír
Asi el actor dramático sublime
Que conmueve a su voz pueblos enteros.
Solo puede a los siglos venideros
Su renombre dejar, su encanto no "
Los trágicos sucesos de los años siguientes no le
interrumpieron en sus poéticas labores Como Arquí-
medes, era capaz de abstraerse, ignorando la guerra
fratricida
El mismo lo había confesado en una poesía dedi-
cada a una dama argentina en 1855, una nota mar-
ginal de su puño y letra, nos hace saber que mien-
tras él componía sus versos "se estaban batiendo san-
grientamente por las calles, los orientales oribistas y
floristas, contra los conservadores"
Aunque mibtante en el Partido Colorado — "el
rojo pañuelo ciño" — su espíritu no se dejaba obnu-
bilar por las pasiones políticas Y su vida transcu-
rría sencillamente, sin mayores peripecias En epís-
tola a su primo, Bernabé Figueroa, vecino de Buenos
Aires, el mismo nos lo dice
**Ni envidioso ni envidiado
Vive tu primo poeta,
Cual segura la violeta
Crece a la sombra en el prado."
XLIX
4
PROLOGO
No obstante, la insistencia de algunos amigos le
constriñó a aceptar su proclamación para Diputado
en 1859 Francisco Javier de Acha, con el seudónimo
de Luculo, le dirigió con ese motivo unos mordaces
versos "pidiéndole su profesión de fe"
Aludiendo a que Figueroa aparecía vinculado al
grupo popularmente llamado de los "mixtos", le de-
cía intencionadamente-
"Entre los mixtos tu nombre
Figura, poeta, y de veras,
Que quieras tu, que no quieras,
Cargas ya con el renombre
Mixto tu' \aya una idea,
Con mejor nombre atinaran
Si picaflor te llamaran "
Se burlaba luego de la afonía del candidato, que
le condenaría a ser un diputado mudo
"A no- ser que en Sixto Quinto
Te transforme el Parlamento,
Y al tomar en él asiento
Tu voz atruene el recinto 97
Pero, "sea lo que fuere" el cáustico periodista le
expresaba su deseo de saber
"Lo que piensas, lo que harás,
Cual es, en fm, tu programa,
Si aunque sea en epigrama
Tu profesión nos darás *
Demanda cual será su actitud con respecto a la in-
tervención, al problema bancano, al puerto franco,
la fusión y otros temas candentes de la política de
la hora, y concluye .
L
PROLOGO
"Ai grano la profesión,
Que esta al caer la elección,
Y ya a lo seno ee toma
Y pues que estás en la "mixta"
Vuélvete mixto y gorjea n
Replicó el poeta con humorismo, declinando formu-
lar la declaración que se le solicitaba
"Jubilado en mi rincón,
Sin gozar del jubileo,
Déjame, diablo Asmo de o,
Hacer mi vida de hurón* 9
Por lo demás, inútil hubiera sido que se aplicara
a señalar sus planes políticos cuando se efectuaron
las elecciones no resultó electo.
También debió el anciano bardo, afrontar ataques
de carácter literario En 1857 don José Antonio Ta-
volara, colaborador de "El Eco", sostuvo que, tal
como pensó hacerlo Virgilio, Figueroa debía quemar
todos sus escritos Nuestro autor, en una letrilla sa-
tírica dio cuenta de su impugnador
"Por cobrar nombre se afana
Como Erostrato en Efeao,
Y en su acceso
Quemará el templo de Diana,
Vertiendo su pluma insana.
Lisonjas o desacatos
iDice bien Poncio Pilatos'"
Indignado por el descomedido embate de Tavolara,
entró en la liza don Alejandro Magariños Cervantes,
publicando un justiciero artículo del que entresacá-
is
PROLOGO
mos algunos párrafos "Jamás son talentos vulgares
los que consiguen traspasar las fronteras de su natal
región, y cuyas producciones, arrebatadas por el aura
popular, adquieren carta de ciudadanía donde quiera
que las repite ese gigante de mil lenguas que se lla-
ma prensa"*
"Se le ha criticado duramente esa admirable fa-
cilidad con que suelta su voz al viento, como si el
pajaro tnnador pudiese dejar de cantar siempre, el
arroyo caudaloso de correr murmurando, rebosar y
extenderse por todas direcciones, y la brisa silbadora
de agitar sus alas y perderse entre I09 arboles, pre*
ludiando eternamente sus indefinibles armonías!" . •
"El verdadero poeta, los que han bebido una gota
del tosigo de fuego que vertía la fiebre de la inspi-
ración en la mente del profeta Esdras, son como el
pájaro, el arroyo y la brisa Arpas animadas del gran
concierto de la creación, sus cuerdas vibran estreme-
cidas a la menor impresión que viene a herirlas"
Y concluía Maganños Cervantes "En vez de suble-
varnos estólidamente por la profusión de sus acentos,
en vez de hacer un crimen al poeta por la facilidad o
rapidez con que las emite, prestemos el oído y separe-
mos las notas buenas de las falsas, el oro de la escoria,
el ra) o puro de sol de la sombra fugitiva que lo em-
paña Por escaso que sea el botín, si queremos ser
justos, tratándose de autores que han escrito lo que
Figueroa, siempre quedará lo bastante para fundar
una digna y gloriosa reputación literaria".
Durante los años 60 y 61 el poeta coleccionó sus
dispersos epigramas, reuniendo más de mil quimen-
LII
prologo
tos Al tener conocimiento de ese hecho, desde las
columnas de "La República", le dirigieron algunas
cuartetas censurándolo por el carácter licencioso de
algunas de esas composiciones
"Ah, ilustre hardo, te pierdes
En este y el otro mundo,
Si de tu ingenio fecundo
Solo nos das frutos verdes"
Insistió el rígido Aristarco unos días después:
"Del mercado, el comisario
La fruta verde secuestra
Y sólo Tata, la vuestra
Falta en ese calendario
Dice la médica ciencia,
One aquella, el vientre maltrata
Y la vuestra, si no mata,
También daña la conciencia"
Figueroa respondió a estas críticas con una humo-
rística Vindicación, en la que aducía en descargo
"Pues sin la salsa esencial
Quedan fofos como estopa,
Y el epigrama y la sopa
De nada valen sin sal
En este género son
Juvenal, Marot, Gargallo,
Villergas y otros que callo,
Dignos de alta estimación
En elloa no Hay, como en mí,
Reticencias " atenuantes,
Pues son verdes y picantes
Como el ají cumbarí"
PROLOGO
Acuña de Figueroa había llegado a esa época de
la existencia en que — como dice Cervantes — "ya
no se está para burlarse de la otra vida"
Con la edad provecta habían sobrevenido los acha-
ques Pero la salud quebrantada no le impedía, sin
embargo, hacer su vida habitual, ni afectaba su re-
gocijado ánimo
Y lo que no pudo hacer la enfermedad, tampoco
pudo lograrlo la difícil situación económica en que
se encontraba, que le obligó hasta vender su casa,
en condiciones tan desventajosas, que en mayo del 60
le decía a su escribano
"No me queda, según veo,
Ni aun para comprar la soga "
Sm dejarse abatir, todos los días salía de su re-
sidencia — en la que le rodeaba el afecto de Doña
Francisca San Vicente su segunda esposa, con la que
había contraído enlace en 1856, y de sus sobrinas
Telesfora y Rudecmda Llopis — y se dirigía a la ter-
tulia de D Pascual Trápam, de la que era mfaltable,
} en la que, entre una partida de báciga y otra de
mus, comentaba con malicia los acontecimientos del
día
Pasaba luego por la Librería Nueva, o por la bar
bería de don Gmés« mentidero clásico de la ciudad,
j al caer de la tarde se hacía presente en los teatros,
o en los suntuosos salones de Pereyra
Su programa variaba los domingos, pues si se co-
rrían toros en la Unión, se trasladaba a aquella vi-
lla, para presenciar esa fiesta que había celebrado
en sus Toraidas
Al promediar el año 62 sus dolencias se hicieron
más gravosas y le obligaron a evitar todo esfuerzo fa-
i
PROLOGO
tigoso Por ese entonces, su antiguo impugnador Ta-
volara, le solic^ó colaboraciones para la Tevista "La
Aurora" "El "poeta decano" agradeció el recuerdo,
pero declinó acceder al pedido que se le formulaba
"Mi fatigosa avanzada edad — contestó — y la fuerte
postración física e intelectual en que ella me consti-
tuye, me privan del noble orgullo de asociarme obli-
gatoriamente a Vd y las demás jóvenes ilustraciones
que le acompañan en esa empresa tan laudable e ílus-
irada"
No obstante esta manifestación — hecha tal vez en
un trance de agudos quebrantos físicos — no depo-
nía la pluma este varón de fecundo ingenio, al que
bien puede aplicarse la frase de Phmo "NuIIa dies
sine linea"
Todavía el 5 de octubre de ese año el periódico
"La Reforma Pacífica" insertaba en sus páginas cua-
tro composiciones jocosas del anciano vate
Ese mismo día, especialmente invitado por la So-
ciedad Filantrópica, concurrió al Asilo de Mendigos
de la Unión» Requerida su palabra, improvisó con su
gracia peculiar vanas poesías que fueron ruidosa-
mente celebradas En aquel abigarrado concurso de
distinguidas y piadosas damas, de graves caballeros y
desamparados viejos, seguramente nadie tuvo el pre-
sentimiento de que por ultima vez se hacia oír para
celebrar un acontecimiento social, la voz del poeta
que había tenido versos para todos los eventos de la
vida ciudadana Tan consubstanciado estaba él con
las cosas de la Patria, que a todos les parecía que
como ella, sería inmortal
Al día siguiente caminaba por la calle de la Re-
conquista, a la altura de Treinta y Tres, cuando ex-
perimentó un subitáneo malestar. Levantó el aldabón
PROLOGO
de la puerta que llevaba el numero 95, y privado de
la palabra por una afasia, dio a entender por señas
su estado desesperado Fue socorrido solícitamente por
los moradores de la casa, que requirieron con la ur-
gencia que el caso imponía, los servicios del doctor
Leonard Este facultativo en cuanto llegó le practicó
una sangría, pero sin resultados Pocos instantes des-
pués, el poeta de la Patria entregaba su alma al Crea-
don
Se efectuó el velatorio en su ca*a de la calle Wash-
ington 49, y por ella desfiló todo Montevideo Igual
prueba de la congoja colectiva ofreció el sepelio, co-
mo lo señalaba "La Nación" del día 8 "Ayer ha
visto Montevideo una prueba elocuente de lo mucho
que el hombre Tespeta y \ enera el talento en sus se-
mejantes A las cuatro de la tarde de ese día una
concurrencia que pasaba de quinientos individuos de
todas edades, de todas condiciones, de todas profesio
nes y oficios, acompañaba los restos del anciano don
Francisco Acuña de Figueroa al Iu^ar del descanso
"Figueroa no fue un gran político que hubiese fi-
gurado en el país Figueroa no fue un imhtar Heno
de gloria Figueroa no fue uno de esos ricachos a
quienes por todas partes ha seguido el lujo y la os
tentación Figueroa fue solo un poeta de ingenio envi-
diable, y en muchas ocasiones de talento sublime Esta
consideración arrastró tras su cadáver ese inmenso
pueblo que llora
"El sacerdote, el abogado, el médico, el literato, el
artista, el artesano, el hombre de estado, el empleado
público, todos creyeron un deber rodear el entierro
de Fzgueroa de esa aureola de popularidad» que pocas
veces se muestra y que tanto se desea."
Por decisión de la Junta E Administrativa los res-
LVI
i
PROLOGO
tos fueron sepultados en tin nicho de la Rotonda, que
en el Cementerio Central se había destinado para pan-
teón de los hiios ilustres de la Patria En la loza fu-
neraria, esculpida por Livi se grabó tan sólo su nom-
bre Ipso LaudabituT
*
* »
La oceánica producción de Acuña de Figueroa, está
realizada totalmente en verso En prosa únicamente
escribió cartas y documentos oficiales, destituidos de
interés literario
Repentista formidable, todo lo que deseaba expre
sar se le convertía en verso, casi sin que lo advirtiera,
y tan fácilmente como M Jourdan hablaba en prosa
sin saberlo Por eso pueden aplicarse a Figueroa aque-
llos hexámetros de "Los Tristes", en que Ovidio dice
de sí mismo "Qmcquid tentabat dicere versus erat"
Su copiosa labor fue publicada en doce gruesos to-
mos, hacia 1890, con el título de "Obras Completas",
bajo la dirección, no muy vigilante, de D Manuel Ber
nárdez
A pesar del título y del formato de los volúmenes,
lo dado a luz no abarca todo lo que Figueroa escri
bió En el prólogo preparado por el previsor poeta en
1846 para la edición de sus poesías, nos refiere que
excluyó de la colección — que fue adoptada por Ber-
nárdez — "casi las dos terceras partes de ellas"
por referirse a cruentas guerras fratricidas, "por con-
tener burlas y sátiras demasiado punzantes y persona*
les, o finalmente, por ser malsonantes al pudor" Y
unos años antes había escrito que "miles de otras,
han quedado olvidadas y perdidas. . ; poco se pierde".
PROLOGO
Sm embargo, aún lo publicado se ha considerado
excesivo, y por su desigual calidad — ya que a me-
nudo el oro se halla oculto por vil escoria — ha cons-
pirado contra la justa valoración de Figueroa. Por
eso Roxlo pidió que se "amputara el cuerpo monstruo
so de sus Obras Completas" "El bosque — aseveró —
pide que el hacha del leñador lo limpie de asperezas
espinosas y parásitas colgaduras"* s *
Compartiendo en lo fundamental ese criterio, he-
mos preparado esta selección miscelánea, en la que
— en homenaje a un deseo reiteradamente expuesto
por el poeta — "irán entremezcladas las composicio-
nes de varios géneros y clases" Figueroa estimaba
que por este medio, se podría "evitar al lector el fas-
tidio de la monotonía" Y agregaba, con modestia no
usual entre los poetas "Bien conozco que sólo la va-
riedad continuada de asuntos y estilos podrá hacer
soportable la lectura de unas poesías generalmente me-
diocres, y muchas veces triviales y frivolas" 35
Acuña de Figueroa surgió a la vida literaria, cuan-
do en la Madre Patria florecía una literatura "que ha-
bía brotado y crecido en el suelo español, como una
institución borbónica trasplantada, como una conse-
cuencia de la dinastía traída e impuesta con las ar-
34 Roxlo — Op clt Esta labor da selección fue cumplida
con afinado criterio por al ilustrado crítico N Fusco Sansone,
en una 4 Antología' * publicada en 1840
35 Véase la dedicatoria del Mosaico Poético (Mont , 1857) t
y el Prólogo escrito en 1846, que aparece en la edición de las
"Obras Completas" de 1800
LVUI
PROLOGO
mas por Luis XIV, y sus raíces no habían penetrado
muy hondo en la tierra nacional" 36
El neoclasicismo — que con tal nombre se conocía
la tendencia estética vigente en ese período — había
impuesto una rigidez formal que impedía o dificultaba
todo desarrollo auténtico*
Por eso en las producciones poéticas de este tiempo,
sometidas a la recia férula de los preceptistas, se nota
la misma frialdad y ausencia de sentimientos, la mis-
ma falta de elevación que denuncia Lanson en las le-
tras francesas de este momento histórico, que él ha
calificado como el período de "la poésie sans poésie"
"¿Qué ha de ser — pregunta el marqués de Val-
mar — una poesía donde no hay ni pasión, m verdad,
ni fantasía, donde no palpita la vida humana, ni en
sus manifestaciones abiertas y expansivas ni en su
sentimiento íntimo y personal 9 " Y contesta "Ha de
convertirse necesariamente en evoluciones complica-
das de fal&o ingenio y de enredada forma, en juegos
mecánicos semejantes a primores de taracea" 87
Si estas eran las condiciones imperantes en la Pe-
nínsula, fácil será comprender por que Figueroa, vi-
viendo en un medio alejado y sin densidad cultural,
no pudo exceder como literato y le estuvo vedado el
elevarse, como el águila caudal, a las sublimes regio-
nes de la poesía No era un genio, > en sus labios no
habían depositado — como en los de Píndaro — su
dulce miel las abejas del Himeto Es pues, justo con
fesar^ que cuando leemos las composiciones de los
grandes poetas españoles coetáneos, nos sentimos in-
clinados a atenuar las imperfecciones y desmayos de
36 E Pifieyro — El romanticismo en Espafta — Parle
37 L A Cuete — La poesía castellana en, el siglo XVIII —
Madrid»
PROLOGO
nuestro compatriota, y a reconocer la discreción y
buen gusto que casi nunca le abandonan v su seguro
dominio del idioma Quizás si hubiera vivido en épo-
ca más propina, Figueroa habría cosechado laureles
más perdurables
Cierto es que su vida prolongada hizo que nuestro
vate alcanzara tiempos mejores Nos referimos al pe-
ríodo en que se impuso el romanticismo, no sólo como
tendencia literaria sino también como forma de vida
En los cenáculos del Montevideo del Sitio el provecto
bardo alternó con Echeverría Gómez, Adolfo Berro,
Mármol y muchos otros corifeos de la nueva escuela
Y como ellos, gustó de las castizas páginas de Fígaro
y de Martínez de la Rosa y de las poesías del duque
de Rivas y de Espronceda Pero no se sintió fascinado
por la novedad, y se mantuvo fiel — como lo indicó
Marmier — a los antiguos poetas que había apren-
dido a amar en su lejana juventud No adoptó empero,
actitudes de beligerante Miró al romanticismo con
indulgencia, y si alguna vez lo zahirió en sus versos,
lo hizo sin acrimonia burlándose, más que de sus
doctrinas, de los absurdos en que algunos incurrían
mientras invocaban el libertario dogma
Su lúgubre cuadro poético "El Ajusticiado" — clara
reminiscencia del "Reo de Muerte" de Espronceda — -
y algunas pocas composiciones, en que imitó las extra-
vagancias métricas, o prestó eco a las ideas de soli-
daridad humana preconizadas por los nuevos autores,
son meros ejercicios literario*, que no invalidan lo
anteriormente expuesto»
Hechas estas precisiones, entremos al rápido análi*
sis de las obras de Figueroa
LX
PROLOGO
Nog referiremos en primer término al "Diario del
Sitio", producción juvenil de la que ya nos ocupa-
mos en páginas anteriores
Dos juicios pueden recaer sobre esta tediosa obra
considerada como testimonio histórico, ella, según lo
señaló Cortés, "es muy curiosa e interesante para los
que quieran conocer las escenas dramáticas de aque-
llos días solemnes y heroicos del país", 38 juzgada
como producción literaria, pertenece a la categoría de
esas composiciones que, como decía Bernardo Tasso,
"están muertas al nacer".
La proximidad de los sucesos cantados, obligó al
autor a efectuar un relato pormenorizado y monótono,
en cuyo estrecho marco no era posible que la fanta-
sía desplegara sus alas Por eso los sabios preceptis-
tas antiguos requerían para las obras épicas, la pers-
pectiva de una distancia cronológica considerable
Con su irrestañable numen, Figueroa llenó dos vo-
lúmenes de exigua materia histórica con escenas re-
petidas y superabundantes en pormenores, muchas ve-
ces triviales, que no acertó a silenciar, dominado por
un excesivo prurito de minuciosidad
Muda en lo descriptivo e inaccesible al entusiasmo,
esta crónica interminable, en que el \ate parece que-
rer emular a los farragosos poemas de Castellanos y
de Cairasco, nos presenta a la musa del" autor como
inhábil para superar el pesado volar de las avutardas
Como poeta lírico, Figueroa se ejercitó principal-
mente en el género heroico, pagando tributo a la in-
fluencia del grandilocuente Quintana
38 Cortés — Op cit
LXI
PROLOGO
CIaro_que nuestro autor, que no poseía el estro poé-
tico del literato español, no logró como aquél, sor-
tear los escollos en que se estrellan o quedan enca-
llados quienes, sin superiores dones, pretenden abor-
dar empresas de este jaez
La oda o himno es una composición poética par-
ticularmente ardua, que como lo enseña Marmontel,
puede abrazar multiplicidad de asuntos, aunque su
tema mas común sea la admiración por los grandes
hechos Es precisamente a esta fórmula, que tiene por
paradigma los epinicios de Píndaro, y que en el Par-
naso español ha contado con grandes cultores, desde
Herrera a Quintana, a la que apelo corrientemente
Figueroa para celebrar los fastos de nuestra Patria
Mas al utilizar esta forma, en que, al decir de Milá
y Fontanals, u se despliega toda la elevación y riqueza
del genio hnco, tanto con respecto a los sentimientos
y a las imágenes como a los recursos prosódicos de
cada lengua", el poeta fracasó por lo común en su
intento, ya que resultó impotente el ambicioso aliento
de su numen Salvo pocas excepciones, sus odas ca-
recen de mérito, debido a que en ellas la elocuencia
aparece desplazada por el énfasis declamatorio Ade-
mas, lob lugares comunes de la maquina retórica com-
parecen con molesta reiteración, la adjetivación es
obvia, y la frecuencia de las frases hechas — señala-
da por el eminente crítico Roger Bassagoda — es sín-
toma inequívoco de anemia lírica
Sin embargo, no seria equitativo negar que, a pe-
sar de la falta habitual de nervio y robustez, se en-
cuentran en sus composiciones destellos felices, en
forma de pensamientos de brioso empuje o de versos
bien cincelados, que Gallego y Quintana admitirían
como suyos.
LXII
PROLOGO
En estas poesías Figueroa consagró elogios a todas
las figuras señeraB de nuestra historia Sólo se le ha
censurado por su omiso silencio respecto a Artigas
Frente a esta incriminación corresponde alegar, en
primer término, que la falta de adecuada perspectiva
histórica hizo que, no sólo nuestro vate, smo casi to-
dos los hombres que con él convivieron, incurrieran
en similar displicencia e ingratitud, y en segundo lu-
gar, que el olvido de Figueroa no fue tal hay elogio-
sas menciones de Artigas entre sus composiciones, aun*
que ellas hayan escapado al meritorio esfuerzo de los
autores de la "Bibliografía de Artigas" Para demos-
trarlo, citaremos un pasaje en que — mucho antes de
la muerte del procer — canta al vencedor de Las Pie-
dras, a quien en otro poema llama "gran fundador
de la libertad de Oriente" Dicen así sus versos
"Trozadas sus prisiones
Alzó la Pama \ ale rosa frente,
Y al noble Artigas, General caliente,
Debió tastos blasones,
Mas hoy le ve en olvido
En tierra extraña, y opresión sumido,
Y en la cautividad, do anciano gime,
l Nadie le da favor, ni le redime r "
Mas afortunado que al pulsar la lira de Píndaro,
fue Figueroa cuando arrancó sus armonías del sal-
terio Poeta religioso de elevados quilates, nuestro
compatriota nos legó un apreciable conjunto de com-
posiciones originales, imitaciones y traducciones, al-
lxhi
PROLOGO
gunas de las cuales merecieron elogios del Pontífice
Pío IX
Un ilustrado investigador, don José M Fernández
Saldaña, ha intentado menguar el mérito de ellas,
afirmando que Figueroa "no tuvo convicciones reli-
giosas" Por nuestra parte, consideramos temeraria tal
aseveración Para avalarla, Fernandez Saldaña con-
signa que "con la misma pluma que escribió el "Dies
irae" y la "Salve multiforme 5 ', escribió el elogio de
la Masonería y rimó anatemas contra los jesuítas". 39
Mas frente a esta aparente antinomia, es del caso ob-
servar que en esos tiempos eran innúmeros los cató-
licos que integraban la frsnc-masonena, no sólo en
nuestro medio sino en todos los países* Se ha asegu-
rado que hasta cardenales de la Iglesia ingresaron a
dicha sociedad secreta
La misma falta de valor probatorio tienen las es-
trofas adversas a los soldados de las milicias de San
Ignacio Es bien sabido que contra esta benemérita
orden, constante victima de tenaces persecuciones, em-
plearon su pluma muchos hombres que eran sinceros
creyentes
En cambio, para patentizar que Figueroa no fue un
escéptico, sobran los elementos de convicción En pri-
mer lugar, sus propias e ín tergiversabas manifesta-
ciones Luego, los motivos que adujo para expurgar
sus escritos de todo lo que pudiera ser poco edifi-
cante Y, por sobre todo, el acento de sinceridad que
exhalan sus poesías, especialmente aquellas que com-
puso en los vanos trances en que su vida pareció ame-
nazada por graves enfermedades Asi, al prepararse
para una "operación cruenta y dolorosa", declara.
39 J M Fernández Saldaña — Diccionario uruguayo da
biografías — Mont» 1945
LXIV
PROLOGO
"Se oprime el corazón frío e inerte
No del dolor que resignado espero
Se oprime contemplando que si muero
Ignoro cual sera mi eterna suerte"
Y en medio de su lograda traducción del "Ultimo
canto" del cura de Vallfogona D Vicente García, in-
terpola e9ta sentida suplica, deprecando la recupera-
ción de su voz, que a la sazón había perdido total-
mente
"Abriréis, Señor, mis labios,
Con drvina inspiración,
Y mi boca anunciará
Vuestra alabanza y amor"
"Si en torpe vuelo mi pluma
Las puras auras mancho,
Haced que se alce mi acento
Más que mi pluma voló"
Conocedor profundo de las Santas Escrituras, Fi-
gueroa supo captar el sublime hálito poético de los
profetas y de los salmistas, y parafrasearlo en acen-
tos de fervorosa entonación
De esta capacidad precoz ya encontramos muestras
en el "Diario del Sitio" La desolación de la ciudad
asediada, es descnpta con expresiones que recuerdan
los trenos de Jeremías
"He aquí la ciudad que un día
Fue mansión de los placeres,
Cuan dnersa hoy por sus calles
Horror y tristeza ofrece "
En otro lugar se evoca el salmo "Super ilumina
Babiloms"
"Asi a orillas del rio babilonio
Loa que a Israel llevaban en cadenas,
Obligaban por burla a que en sus arpas
Sus himnos los cautivos repitieran "
LXV
5
PROLOGO
Versos de la mocedad, preanunciadores de las pul-
cras estrofas — dignas de nuestros rlásicos — con que
parafrasearía en los años de su madurez el "Dies irae",
las ^Lamentaciones" y los himnos medioevales Y que
a veces aparecen engarzadas en composiciones profa
ñas, como ocurre — por no aducir más que un ejem-
plo — con la "Oda a la escarlatina", cuyos primeros
endecasílabos son buenos fiadores de nuestros dichos
En sus poesías religiosas originales, aunque no fal-
tan trechos felices y pensamientos de alta ley — que
brotan como esas flores humildes y solitarias que na-
cen entre los pastos — preciso es darle razón a los
censores y reconocer que en la rncrvona de ellas, no
se siente la vibración de un alma que aspira hacia
el infinito
En las múltiples traducciones de autores italianos,
franceses y principalmente latinos efectuadas por él
con fidelidad, nuestro incansable bardo revela una só-
lida formación clasica y la propiedad y pureza con
que usaba nuestro idioma
Lamentablemente, en algunos casos, cediendo a ab-
surdas modas del siglo anterior, se esforzó en realizar
proezas tales como la de haoer sus versiones con una
economía de palabras tan severa, que le permitió em-
plear igual cantidad de vocablos en la traducción que
en el original
Logro cumplir esta hazaña, que habría entusias-
mado a los miembros de la Academia romana de los
Arcades, pero — claro está — con grave detrimento
de la Poesía.
LXVI
PROLOGO
Cuando no sucumbió a esos impulsos, dio cima a
óptimas traslaciones, entre laa cuales merecen enco-
miástica mención el "Canto secular*' y varias odas
de Horacio que fueron elogiadas por Menéndez y Pe-
lado en su temprano ensayo "Horacio en España"
También tradujo del catalán los "Cantos de Amor"
del famoso cura de Vallfogona, "La Marsellesa" de
Rouget de Lisie, y "Gh animah parlanti" de Caati
Como poeta amatorio, sea en las odas, sea en otras
composiciones menos solemnes, Figueroa adolece de
la marmórea frigidez de los vates de las postrimerías
del siglo XVlH En sus producciones no se encuen-
tran ni el eco de pasiones ardientes, ni los gemidos
del amor imposible, ni las inefables dulzuras del sen
timiento Una mera hojarasca de frases hechas y de
manidas alusiones mitológicas, es lo único que nos
ofrecen estas composiciones de irredimible prosaísmo
Su ingenio flexible, libre y mordaz, se desempeñó
con mayor holgura en el cultrvo de la poesía humo-
rística y satírica, que absorbió la mayor parte de sus
afanes
Sus obras de esa especie — en que supo lucir gra-
cia, soltura, maLcia y agudeza — conforman un atra-
jente conjunto
Con animo chancero y jacarandoso censuró a los
gobiernos, a loa hombres, a las costumbres, haciendo
Lxvn
PROLOGO
guasa hasta de ai mismo Incapaz de empuñar k res*
tallante fusta del amargado Juvenal, prefirió — como
Horacio — corregir las costumbres por medio de la
sonrisa La vida le había dado una amable sabiduría,
que contribuyó a que no se dejara dominar por la
indignación, que frecuentemente cela la hipocresía Y
a menudo uno sospecha al leerlo, que él — como al-
guien ha dicho de Marcial — piensa más en hacer
reír al lector que en nutrirle con vigorosos pensamien-
tos En algunas ocasiones, casi se muestra reconocido
a las incorrecciones de que habla, porque ellas le
proporcionan temas para sutiles chanzas
De este vasto sector de sus obras dedicaremos al-
gunos párrafos a la de mayor aliento y extensión, el
poema épico burlesco "La Malambruna4a"
Esta parodia de epopeya, cu\a gracia estriba en el
contraste de lo ampuloso y prosopopé>ico del estilo
con lo trivial y grotesco del asunto, se inscribe en un
género que se ufana de una tradición secular Se afir-
ma que su creador fue nada menos que Homero,
quien después de haber compuesto sus inmortales poe-
mas, se solazó cantando en la "Batracomiomaquia",
"la gallardía con que pelearon
contra las ranas los ratones fieros "
Francisco Nieto de Molina, nos recuerda en el pró
logo de "La Perromaquia", para justificar el pere-
grino tema elegido, que "los gatos lograron merecer
los aplausos de un Lope singular", que Pelhcer "hizo
en verso a los burros rebuznar", y que Villaviciosa
cantó en "La Mosquea" las hazañas de estos insectos,
lo que revela que estas epopeyas burlescas contaron
con eminentes cultores, a los que podrían agregarse
entre los de otras lenguas, el ameno Tassoni, autor de
LXVIII
PROLOGO
la "Secchia rápita", Pope con bu "Bucle robado", el
insigne Boileau que compuso "Le Lutnn", y Cas ti,
cuyo poema "Gli ammah parlanti" admiró Figueroa
"La Malambrunada" canta "la guerra, loa odios y
el espanto, que vio el mundo en el bando femenino",
al producirse el enfrentamiento de las viejas impúdi-
cas con las doncellas.
Este trabajo, cuyo germen está en "La Carlinada",
fue muy elaborado por Figueroa, que lo escribió pri-
meramente en las octavas reales prestigiadas por Er-
cilla y Hojeda, y que luego — en acatamiento a los
cañones románticos — cambió muchas estrofas por
octavas italianas de ocho sílabas, graciosas redondi
lias, octa\ illas, sextinas, etc.
El poema, donosamente versificado, contiene retra
tos logrados y animadas descripciones de los encar-
nizados combates, que concluyen con la muerte de Ma-
lambruna y la dispersión de sus derrengadas secua-
ces, que buscan refugio en una laguna, donde Plutón,
señor del Averno, las convierte en plañideras ranas
Se ha querido prestar un sentido alegórico a esta
obra Para Roxlo y el erudito Galhnal, es una sátira
sobre la querella de clásicos y románticos "Si el in-
genio de Figueroa da la victoria a los últimos — es-
cribe el primero de los nombrados — lo bace ridicu-
lizando sus exageraciones con la risible heroicidad de
sus \ersos Blandolfa, una de las ancianas más auda-
ces y coléricas, nos explica bien claramente el alcance
de la composición en este fragmento de silva
"Venga esa charlantina,
Romántica y doctora Mmervina,
Difundiendo sus tropos
De 1 maldición r i Satán' y otros piropos
LXIX
PROI OGO
Venga con su repisa
Be ensueños, talismán y blanda brisa,
Yo le daré Tarugo
Aunque apele a Ducange y Víctor Hugo " 40
No nos resulta convincente la tesis sostenida en este
pasaje por el eminente historiador La idea de esta
composición, y la realización de buena parte de ella,
es anterior a la época en que se enfrentaron los man-
tenedores de ambas tendencias Por lo demás no pa-
rece lógico suponer que F.gueroa — cuya fidelidad
inquebrantable a la escuela antigua es conocida — la
presentara defendida por el irrisorio e "infando ejér-
cito" de M&lamhruna y por añadidura derrotada
ignominiosamente
Otro ilustre critico, Alberto Zum Felde, ha esbo-
zado otra interpretación Según afirma, en su poema
"representa Figueroa todo lo feo, absurdo y maligno
en el Diablo v las brujas, y en Venus y las ninfas,
la hermosura, la armonía y la razón Es asi que el
sentido simbólico de su poema, excede y trasciende enor-
memente a los términos concretos del asunto, > la lu-
cha tragi grotesca de las viejas lúbricas contra las
vírgenes espléndidas, representa la lucha de lo nuevo
contra lo caduco, del porvenir contra el pasado, de
la vida contra la muerte, y, en ultimo termino, del
bien contra el mal, significación ésta que es, preci-
samente, la de todas las grandes creaciones de la épi-
ca universal" 41
Disentimos también con esta tesis Lo que sabemos
sobre el origen del poema, nos revela que Figueroa
lo escribió impulsado por su espíritu travieso y fes-
40 Roxlo — Op cit
41 A Zum Felde — Proceso Intelectual del Uruguay —
Mont 1941
LXX
PROLOGO
tivo, simplemente para regocijar a sus contertulios,
que debieron disfrutar adivinando la identidad de al-
gunos de los personajes Y esta opinión nuestra se
ajusta más a la idiosincrasia del vate, poco dado al
cultivo de la poesía trascendental
Un género del que puede considerarse inventor a
Figueroa es el de las "Toraidas 1 ' o crónicas jocosas
de las corridas de toros Las incidencias de esos es
pectáculos — hoy proscriptos por nuestras costum-
bres — relatadas por un \ersificador de la fluidez y
el gracejo de D Francisco que, por raro caso, era a
la par un perito en todos los aspectos del ¿rte de
Pepe Illo y Costillares atraen al lector, que recons-
truye con su imaginación, el aspecto de las multitu-
des abigarradas v rumorosas asistentes a los cosos
en que se efectuaba la "fiesta brava"
El bardo montevideano, autor de infinitas obras
producidas a destajo, utilizó frecuentemente la letri-
lla, tan castiza y tan ligada a los insignes nombres
de Góngora, Quevedo y Melendez En estos breves
poemas que se caracterizan por un pensamiento ini-
cial, que se repite como estribillo al fin de cada es-
trofa, Figueroa satirizo con picardía, casos y cosas
de aquellos tiempos
Corresponde, también, recordar por su delicadeza y
su gracia — que suscita en nuestra mente remims-
LXXI
PROLOGO
cencías de Francisco de la Torre y Esteban Manuel
de Villegas — algunas de sus canciones, que como el
"Pío Pío" y "El clavel del aire", son joyas pnmoro
sas de nuestro Parnaso
A nadie ha de extrañar que un autor, que con tan
asombrosa fecundidad produjo centenares de letrillas,
compusiera una ingente cantidad de epigramas
Estas poesías, cu)a "ilustre estirpe clásica" ha es-
tudiado Alfonso Reyes, se singularizan al decir de
Marmontel, por su corta extensión y por la estructura
ingeniosa del pensamiento A pesar del exiguo nú-
mero de sus versos, se distinguen en el epigrama, con
toda claridad, dos partes en la una se exponen los
antecedentes del asunto, y en la otra se presenta el
desenlace, que suele ser "un chiste, una agudeza o una
salida de tono inesperada v ridicula" 42
Muchos autores han sobresalido como epigramáti
eos Catulo y Marcial entre los antiguos, Alcázar,
Inarte, Forner, Cubillo, Iglesias, Moratín, Caviedes y
Maluenda entre los de habla española Pero ninguno
de ellos logró componer tantos > tan buenos como el
escritor uruguayo Figueroa publicó mil cuatrocientos
cincuenta, pero él mismo nos informa haber creado
más de tres mil, muchos de los cuales, frutos de im-
provisaciones circunstanciales, se extraviaron Otros
fueron condenados a la destrucción por el poeta, quien
los consideró licenciosos o excesivamente mordaces
Sabemos que ese deseo fue atendido por su viuda.
42 N Campillo — Hetórica y poética — Madrid 1875
LXXII
PROLOGO
quien entregó al fuego muchos cuadernos que los con-
tenían Con todo, del literario auto de fe se salvaron
bastantes, que todavía permanecen inéditos
Con lo expuesto, queda demostrado que la colee-
ción de nuestro compatriota, excede en número a la
más copiosa de las conocidas, la de Marco Valerio
Marcial que alcanza a mil quinientas ochenta y dos
epigramas
Esta suerte de composiciones, de las que ha dicho
Iriarte
"A la abeja semejante
Para que cause placer,
El epigrama ha de ser
Pequeño, dulce y punzante"
tienen por lo común temas tradicionales Los maridos
burlados, las viejas lúbricas, los literatos pedantes,
los soldados medrosos, las falsas vírgenes, los médi-
cos, etc , son sus protagonistas habituales Figueroa
se ingenió para buscar aspectos nuevos y para am-
pliar los motivos, pudiendo jactarse con justicia de
haber compuesto más de trescientos totalmente nove-
doaos
Sus epigramas, de intachable factura, de estilo la
cónico y claro, y de amable sátira, pueden ser puestos
en parangón sin sufrir desmedro, con los de los mas
afamados autores*
Por fácil pasatiempo, y complacido por la posibi»
bdad de demostrar su asombrosa aptitud para versi
ficar, escribió Figueroa miles de composiciones en las
cuales puso en prensa su ingenio, y que no añaden
un quilate a su gloria.
LXXIII
PROLOGO
Estas poesías, encadenadas a la tierra por su fri-
volidad, habían gozado de inexplicable auge en la
era de los virreyes Popularizadas por la "Poética"
de Rengifo y la "Rythmica" del obispo Caramuel, es
tas obrejas, que no prueban otra cosa que la inven
trva y la paciencia, encontraron cultores por doquiera
Fue entonces cuando se generalizo el uso de las poe-
sías de tema y pie forzado o de encargo, como tam
bien se las denominaba Por lo común, el bardo las
componía en tiempo perentorio y computado, sobre
un motrvo y rimas premdxcadas y recogiendo el desa-
fio de amigos "Este modo de escribir mandado — de
cía en 1706 el editor de las obras de Tafalla — es
muy violento, aun para el numen mas obediente
Este es un modo de componer sin espíritu y sin fer-
vor, donde obra como esclava la dulzura y como ata
reada la facilidad "
Centenares de composiciones de Figueroa se origi
na ron de compromisos de este genero En nuestra
selección se encontrará un soneto a "Leónidas en las
Termopilas", que granjeó a nuestro literato dilatada
nombradla Cuenta Torres Caicedo que en una demos-
tración ofrecida a Ventura de la Vega en París, en
1848, se le propuso por sus camaradas la realización
de un soneto consagrado al héroe espartano, para
cada uno de cuyos versos se le indicaron catorce re-
buscados vocablos finales Un día tardó el retado en
dar cima a su tarea, y ello fue ruidosamente celebra-
do como señal de una facilidad sin par Florencio
Várela, que se encontraba presente, aseguro a los cir-
cunstantes que el anciano bardo uruguayo podía emu-
lar esa proeza Una vez de regreso en nuestra capital,
reunido con vanos compañeros, dio cuenta a Figue-
roa de lo acaecido y éste, aceptando la prueba, pre-
LXXIV
PROLOGO
sentó tres horas más tarde, no uno, sino dos sonetos,
a los que añadió un tercero al siguiente día
A este mismo grupo de extravagancias literarias,
corresponden las composiciones en redondillas que de-
bían terminar con títulos de comedias, los acrósticos,
las charadas, los anagramas, las poesías en forma de
cruz o de copa, y tantas otras rarezas que hubieran
hecho las delicias de los contertulios de Peralta y
Barnue\o o del marqués de Castell dos Rms
Para que el lector aprecie el improbo esfuerzo rea-
lizado por Figueroa en estas fruslerías Lterarias, bas-
tará decir que un anagrama que tiene por proposi-
ción la frase "Bon Monsieur Berlín Du Chateau", que
se convirtió en "Tnbut d'honneur a ce nom si beau",
le obligo a ensayar quince páginas de combinaciones,
como puede ver&e en su ya citado "Memorándum",
que se conserva inédito en la Biblioteca Nacional
Encareciendo las dificultades de estos juegos, el
mismo nos revela en una carta publicada en 1830 en
"El forreo" "El mérito de esto (del anagrama) con-
siste, en que con las letras descompuestas de una frase
castellana, se componga otra que forme un sentido
perfecto en castellano, significando otra cosa diferente,
que así es como yo lo he hecho, teniendo que expío
tar para cada enigma mas de doscientas frases para
conseguirlo"
Verdaderamente curiosa es su "Salve multiforme'
en que la oración original, dividida en cuaienta y
cuatro fragmentos, colocados sucesivamente en otras
tantas columnas, con veintiséis paráfrasis cada uno,
que concuerdan gramaticalmente con cualquiera de los
veintisiete fragmentos de las columnas antecedentes y
siguientes, permite realizar un infinito número de com-
LXXV
PROLOGO
bin aciones, que se expresan con la cifra 95464 se*
guida de cincuenta y ocho ceros
Dos años después de la jura de la Constitución, Fi-
gueroa escribió un himno llamado "de la Restaura-
ción", en el que se exaltaba la actuación de Rivera
v del ejército nacional, en las recientes luchas contra
Lavalleja Esta canción, que constituye un valioso an-
tecedente de nuestro Himno Nacional, alcanzó gran
difusión, siendo habitualmente tocada en los actos a
que asistía el Presidente de la República
Ejecutada por primera vez en públicas ceremonias,
el 21 de noviembre de 1832, lo fue según música
creada por el maestro Antonio Barros, a quien, por
esta circunstancia, han atribuido erróneamente la pri-
milla partitura del Himno Nacional, De María, Vi
dal y otros autores Unos meses más tarde, la pieza
de Barros fue reformada por el distinguido maestro
español Antonio Saenz, que aún no había fundado la
Escuela Filarmónica donde tan fecunda labor cum-
pliría
Al año siguiente, con motivo de la solemne cele-
bración de las fiestas imvyas, el infatigable Figueroa
compuso un ''Himno Patriótico al 25 de Mayo", que
— con música de Saenz — se estrenó en el teatro de
Montevideo, el 25 de mayo de 1333
"El Investigador", periódico dirigido a la sazón por
Rivera Indarte, asi nos lo hace saber en el número de
dicho día "Anoche — (el 24) — se cantó en el tea-
tro el Himno de la Restauración, que recuerda las
glorias de nuestro Presidente y de los bravos restau-
LXXVI
PROLOGO
radores de las leyes, y esta noche se estrenará por
primera vez el himno siguiente en celebridad de este
gran día Aquel y éste, son hijos de la musa fácil y
elegante de don Francisco Acuña de Figueroa, la mú-
sica de ambos arreglada por el profesor don Antonio
Saenz" A continuación, insertaba el Himno de Majo,
que constaba de 9eis octavas precedidas por el coro
que a continuación reproducimos
"Orientales, el día de Mayo
De la Patria recuerdo feliz.
Celebremos, jurando en sus aras
í Libertad, libertad o morir' "
En esta composición ya se encuentran versos e ideas
que luego utilizará el poeta en su himno definitivo,
g v * las referencias al sepulcro del Inca, el apos-
trofe a los tiranos, los bravos del Cid, etc
De allí a pocas semanas, enterado nuestro ^vate de
que el Gobierno se aprestaba a solemnizar con fausto
el tercer aniversario de la jura de nuestra Carta Mag-
na, se dirigió al Ministro de Gobierno D Santiago
Vázquez, con una petición fechada el 8 de julio, en
la que expresaba "El que suscribe tiene el honor de
dirigir a V E» para que se digne elevarlo a las ma-
nos del Excmo señor Vicepresidente del Estado, el
adjunto himno que ha compuesto, en loor de nuestra
adorada patria, y con el objeto de contribuir en parte
a la solemnidad de las fiestas que se preparan para
el aniversario de nuestra Constitución Política La idea
y el espíritu que han animado al que firma, al hacer
esta composición son desear reunir en ella todos los
caracteres y cualidades que requiere un himno nacio-
nal y permanente esto es, el recuerdo de las glorias
guerreras, los afectos del patriotismo heroico y el
LXXVII
I
PROLOGO
amor y respeto a la libertad y a las leves, sentimien-
tos que tanto simpatizan con las almas generosas de
nuestros compatriotas, y por fin, que sea aparente a
todas las épocas y tiempos Y el objeto y premio que
en ellos se propone es solicitar, que si el Excmo Go-
bierno lo haya d^gno de suplir el vacio que de esta
clase de composiciones sufrimos, tendrá la bondad de
declararlo nacional, de un modo auténtico, pues, si
ni el ardiente deseo ni un débil numen han logrado
elevarse a la grandeza del asunto, espera el que sus
cribe, que los adornos de una música marcial y apa
rente prestarán alma a la inercia de su poesía, y di-
simularan sus defectos"
El mismo día el Gobierno, accediendo a lo postu
lado dictaba el siguiente decreto, rubricado por el
Vicepresidente en ejercicio D Gabriel A Pereyra y
refrendado por el ministro Vázquez ''Declárase Him-
no Nacional el compuesto y presentado por don Fran-
cisco Acuña de Figueroa, dénsele las gracias por el
celo que manifiesta por las glorias de la Patria, co-
muniqúese a quienes corresponda y publíquese, en-
cargándose al Ministerio de Gobierno disponga la
composición de música con que deba cantarse en ade-
lante en las funciones públicas"
La letra de esta composición es la que aparece en
el "Parnaso Oriental''
Rivera Indarte, al insertar el nuevo Himno en las
columnas de su hoja periódica, tributó elogios a la
labor de Figueroa fcí Si contraemos nuestra atención
al mérito de la canción nacional, hallaremos que él es
superior al de todas las otras que con el titulo de pa-
trióticas se han conocido en nuestro país Original en
sus ideas, armoniosa y noble en sus versos, y concisa,
sin ser oscura en sus detalles, posee el dote de que
LXXVIII
PHOLOGO
aún despojada del auxilio de la música, entusiasma y
llena el pecho del fuego sagrado de la patria".
La inclemencia del tiempo obligó a postergar las
fiestas por algunos días y debido a ello el Himno se
cantó por primera vez el 21 de julio, precediendo al
drama "Roberto de Moldar o el fiel defensor de las
leyes" La música adventicia pertenecía — según De
María — al profesor Smolzi» No obstante, comparti-
mos la opinión de Favaro que se la atribuye a Saenz
Apenas acallados los últimos acordes, una cálida ova
ción rubricó el triunfo del poeta y del compositor, sm
que el arrebatado público se sintiera molestado por
el enojoso catarro que — según el indiscreto cronista
de "El Investigador" — afectaba a la mayoría de
los cantantes
En las treg veladas sucesivas de esa temporada tea-
tral, tornó a cantarse el himno precediendo a la co
media "La travesura por amor", y a los dramas "El
premio de la virtud" y "El contrato anulado", res
pectivamente
Preciso es reconocer que este primer himno, en el
cual impera un tono airado, cuenta con algunos ver-
sos felices, como los de esta bien troquelada octava
en que describe el abatimiento de las fuerzas brasi-
leñas
"Las falanges atónitas ceden
Al impulso de tanto valor,
Cual brillantes disipan y ahuyentan,
A las sombras los rayos del Sol
Y doquier sus soberbios campeones
Frente a frente se osaron mostrar,
En sus pechos llevaron sangrientos
Los recuerdos del sable oriental 99
Todavía no se habían extinguido los odios desper-
tados por las luchas recientes, y por ello, el acento
LXXIX
PROLOGO
brioso del himno estaba al diapasón con el sentir co-
lectivo
En abril de 1835 se pretendió que se asignara el
carácter de himno a una composición de D Manuel
Araúcho, cuyos méritos exaltaban desde "El Nacio-
nal", varios ciudadanos que disimulaban su identidad
con el seudónimo "Seis Orientales"
"Un Argentino" se opuso desde las columnas de
"El Universal", aduciendo el escaso valor literario
de esa poesía, que había sido publicada en "El Nacio-
nal" Ponía cáusticamente de manifiesto "las impro-
piedades del lenguaje y los plagios repetidos" que des-
merecían la labor de Araúcho, y concluía afirmando
juiciosamente que la atribución de los honores de
canción nacional a esos desmañados versos, "daría en
el exterior una idea poco ventajosa del estado de la
literatura poética de la República"
El vapuleado Araúcho creyó identificar en el se-
vero censor a Figueroa, y lo atacó duramente y en
forma descomedida Después de esta recia polémica
literaria — que ha reseñado el meritorio investigador
D Edmundo Favaro — 43 continuo como himno ofi-
cial el de Figueroa, para el cual preparó una nueva
música en diciembre de 1836, el maestro Francisco
Cásale
En mayo del 40, el Himno fue cantado con música
de "un joven oriental", lo que motivó una incidencia
administrativa que se ventiló por la prensa El autor
que se ocultaba con ese seudónimo era Fernando Qui-
jano Su melodía se inspiraba en el coro de los gon-
doleros del acto primero de la opera "Lucrecia Bor-
gia" — también llamada "La Renegada" — que Do-
43 E Favaro — Los antecedentes del Himno Nacional —
Mont, 193»
LXXX
PROLOGO
nizetti había estrenado en 1834 en Milán Esta música
es probablemente la que en 1848, por un decreto del
gobierno de la Defensa, fue declarada "nacional y ex-
clusiva" En esa disposición se menciona como autoi
a don Fernando Quijano
Posteriormente se acepto la instrumentación reali-
zada por el maestro Francisco José Debah
Durante estos años, Figueroa, que evidentemente
meditaba la conveniencia de modificar la letra de su
himno, no cesó de pensar en la forma de embellecerlo
En las páginas meditas de su "Libro de Apuntes" y
en otros manuscritos, hemos encontrado anotado* ver
sos sueltos y estrofas, que continuó burilando hasta
convertirlas en las definitivas del Himno actual Véan-
se por ejemplo las siguientes, que aunque menos en-
tonadas que las del Himno de 1845 9 no carecen em
pero de robustez y potencia linca
"A los cielos atónito un día
Alza el mundo los ojos y allí
Mil querubes sus alas extienden
De topacio, diamante y rubí
Del Olimpo la bóveda augusta
Le ilumina y el dedo inmortal
Con estrellas escribe en las auras
Apoteosis del pueblo oriental"
"Largo tiempo con varia fortuna
Batallaron en férvida lid
Disputando la palma sangrienta
Los campeones del Inca y del Cid
En los valles, montañas y selvas
Se acometen con ruda altivez
Retumbando con fiero estampido
Las cavernas de en torno a la vez n
Y a éstas pueden añadirse las siguientes, en que
LXXXI
6
PROLOGO
también aparecen expresiones no exentas de brío y
arrogancia que luego pasarán al himno vigente
"Pueblo heroico, que el >ugo rompiste
De la Ibena, Bretaña y Brasil,
A la espada tu cuello indomable
Rindas antes que a un despota vil,
Ni transijas con ñeros tiranos
Combatiendo con brío y lealtad
Opresores, entre el y vosotros
Un abismo sin puente mirad '
"Orientales, mirad la bandera
De heroísmo fulgente crisol
Nuestras lanzas defienden su brillo,
Nadie insulte la imagen del Sol
Libertad v abundancia refleja
En emblema su escudo sin par,
Y entre azules zafiros se miran
Fortaleza \ justicia brillar"
"De mil héroes la sangre preciosa
Orientales os dio libertad,
Si un tirano soberbio la oprime
En sus tumbas ejemplo tomad
Mas si yacen sin brío los bravos
O marchito su antiguo laurel,
De su tumba renazca el Edipo
Que destruya la esfinge cruel "
"Diez mil tumbas doquiera esparcidas
Son la historia de su alto valor
Y el Cerrito fatídico espectro
Con recuerdos de gloria y honor "
"De loa fueros la Carta Sagrada
Inviolables cumplamos asi,
Si un tirano pisarla pretende,
Dios Eterno, confúndele allí "
En 1845, en medio de las penurias del "Sitio", Fi-
gueroa se presentó ante el Gobierno, comunicándole
LXXXII
PROLOGO
que había "meditado, con el consejo de personas ilus-
tradas, hacer una reforma del himno, poniéndolo mas
al nivel de la altura de su asunto, corrigiéndolo de un
tinte bien marcado que en él se trasluce de las cir-
cunstancias y actualidad en que fue hecho, y dán-
dole un carácter mas vigoroso y permanente para to-
dos los tiempos" Agregaba que al presentar el Himno
Nacional reformado, "esperaba que un decreto apro-
batorio le diera aquel carácter y la publicidad debida"
El 12 de jumo un Decreto del Poder Ejecutivo de-
claro "Himno Nacional el corregid :> por su autor y
presentado al Gobierno admitiéndose de rigurosa
justicia toda la variación que ha sufrido el que fue
declarado con ese rango en el decreto de 8 de julio
de 1833" Mando, ademas, que el 18 de julio se pu-
blicara el nuevo texto y que se archivase el original
"El Nacional" de ese día ofreció a los lectores la
letra completa del nuevo himno, y la acompañó con
un "extenso y encomiastxco análisis escrito por la ele-
gante pluma del Sr D Andrés Lamas", que por esa fe-
cha desempeñaba la dirección del prestigioso perió-
dico
Comienza el ilustre polígrafo su examen crítico,
afirmando que la obra de Figueroa cumple en bue-
na parte con las exigencias que debe satisfacer to-
da canción de esa naturaleza "delinear con grandes
rasgos la exposición poética y animada de los ele-
mentos sociales del pueblo a que pertenece, bosque-
jar rápida y valientemente los hechos prominentes de
su historia, dar altos consejos al patriotismo"
El vate ha estado a la altura de su misión, lo que
"prueba que el Sr Figueroa a modo de ciertos árbo-
les robustos nutre más su cabeza con la savia de la
poesía a medida que más avanza en edad" En otro
LXXXIII
PROLOGO
lugar de su artículo, Lamas ensalza al poeta, que, a
pesar de su edad, ha "seguido el movimiento de nues-
tros días adoptando con tino V discreción las inno
vaciones que ha juzgado acertadas y convenientes"
Glosando el nuevo himno, estrofa por estrofa, se
ñala el crítico que "el coro no ha sido retocado" Ve
en esto una demostración del "tino y el buen gusto
que han presidido a la reforma" Y añade que el coro
de la antigua canción, "sancionado por la costumbre",
poseía "todo el vigor y fluidez" requeridos
Con respecto a la estrofa primera, indica que "el
pensamiento primitivo ha sido enteramente conserva-
do por el autor, pero con la felicísima variación de
algunas palabras lo ha rejuvenecido y dado un nuevo
vigor, y parece de propósito una estrofa escrita para
infundir al corazón los sentimientos -viriles del repu-
blicano y el fuego sagrado de la libertad"
En la segunda estrofa no le complace a Lamas, "la
imagen débilísima" con que termina, "la que produce
una impresión de frialdad al ver un hecho tan grande
como la división de libres y tiranos operada por la
revolución de Mayo, representado por un abismo sin
puente entre unos y otros" En cambio, aplaude los
cuatro bien logrados versos de la estrofa siguiente,
"que son una muestra de la armonía musical que dis-
tingue a los versos del Sr Figueroa, el cual, como en
otros puntos, no tiene rival en lo que algunos han
llamado la parte mecánica del arte"
La cuarta estrofa desarrolla una idea "debida al
Himno Argentino", de la que puede decirse que se
ha convertido en "una imagen patrimonial de todos
loa Himnos del Rio de la Plata" Pero, precisa que no
estamos aquí ante un "copista que roba y se atavía
lxxxiv
PROLOGO
con un pensamiento ajeno", amo ante un imitador
"que lo explota, le da nueva forma y lo embellece".
En la quinta estrofa "no se nota el calor de lag an-
teriores" En las siguientes el crítico encuentra "ver-
sos bellísimos", que constituyen la "contestación más
elocuente a esos hombres débiles que desesperan del
porvenir de la Patria por la inmensidad de los sa-
crificios que cuesta"
Los rotundos versos de la octava estrofa, afirma La-
mas, "deben ser como nuestro catecismo político si
queremos ser felices, merecer algún aprecio y fundar
algo digno de pasar a la posteridad" La siguiente
"es digna en todo sentido de la República represen-
tada en ella"
"La décima estrofa es una reminiscencia de los an-
tiguos colores del Himno y el autor la ha colocado
probablemente en él para conservarle algo de su sa-
bor primitivo"
De la última estrofa, señala el comentador que "no
ha 9ufndo más que una levísima alteración el pue-
blo la ha hecho suya y el poeta ha debido respetarla
Ante esa aprobación, en una composición de este ge*
ñero todo otro criterio es incompetente, porque ella
podría resistirlo"
Hasta aquí el estudio de Lamas, que en opinión de
Gustavo Gallinal, contiene "las mejores y más juicio*
sas páginas que se hayan consagrado al Himno Na-
cional" 44
En los actos de esos días, el himno se cantó con la
música de "un joven Oriental" "El Constitucional",
en su número del 19 de julio, pidió que se diera al
44 G GalUnal — La tradición del Uimno Nacional — El
Pais M , 25 de agosto de 1930
LXXXV
PROLOGO
himno "una música única", a fin de evitar que cada
profesor le pusiera una distinta
El 16 de marzo de 1846 el Gobierno llamó a con-
curso a los profesores Francisco Mochales, Antonio
Barros Andrés Guelfi Rafael Lucci, Francisco José
Debalh, Baltasar Pellegnni y Luis Smolzi a fin de
elegir una música definitiva y oficial A dicho llamado
respondieron solo dos profesores, pero no hubo pro-
nunciamiento respecto a sus piezas Ante la persisten-
cia de la situación, señalada por "El Constitucional"
el 25 de julio del 48, se dictó un decreto "declarando
nacional y e\clus 7 va, la música que para el Himno
Nacional ha compuesto el ciudadano don Fernando
Quijano"
La producción de Figueroa no ha sufrido las inju-
rias del tiempo Ella constituye un "monumento mas
perenne que el bronce", que seguirá conmoviendo
siempre a los corazones orientales Y asegurando la
perduración del nombre de don Francisco Acuña de
Figueroa, el poeta patricio que supo expresar los más
nobles sentimientos colectivos, en versos que tienen
la inmortal vida de lo épico
ARMANDO D PIROTTO
LXXXVI
FRANCISCO ACUÑA DE FIGÜEROA
Nació en Montevideo el 3 de setiembre de 1791, hijo de
Jacinto Acuña de Figueroa y de Mana Jacinta Bianqm Cursa
sus primeras letras en el Colegio de San Fernandino y per
íecciona sus estudios en el Real Convictorio Carolino de Bue
nos Aires Ingresa como supernumerario en las Reales Cajas
y en 1811 publica A la victoria contra Massena por el ejercito
combinado por la Imprenta de la Ciudad de Montevideo
Al iniciarse la revolución emancipadora, permanece en el
recinto de Montevideo, y escribe de 1812 a 1814 un pormeno-
rizado Diario del Sitio Tomada la plaza, pasa en 1814 a Mal
donado y de allí al Brasil ocupando el cargo de amanuense
en Secretaria del consulado de España Vuehe a Montevideo
en 1818 y ocupa el puesto de oficial 2? auxiliar del Ministe-
rio de Hacienda, bajo Lecor En 1822 es promovido a oficial
I o de la contaduría de la Real Hacienda Mas tarde desem
peña funciones burocráticas en la Administración de Rentas
de Maldonado Contrae matrimonio con Mana Ignacia Otermín
Al comenzar el año 1825 se halla en Maldonado como Mi
distro de Hacienda Tomada la ciudad «e retira a Montevi
deo v es nombrado vi&ta de Aduana y mas tarde w bajo el
gobierno patrio, continua empleado en la Veeduría de Adua
na y se dedica, ademas, a escnbir poesías en todos los me
tros y con todos los temas imaginables Consigue que se ofi
cialice en 1833 su Himno Nacional Colabora en cati todos los
penodicos de la época Durante la Guerra Grande interviene
en loe certámenes poéticos de 1841 y 1844 Es Tesorero Ge
neral del Estado, Dnector de la Biblioteca Nacional y Censor
de Teatros En 1846, bajo Rivera fue electo para la Asam
blea de Notables, cargo que desempeño basta 1851 En 1855
enviuda de su primera mujer v casa nuevamente en 1859 con
María Francisca de San Vicente Vne largamente v con una
fecundidad poética inagotable El 2 de octubre de 1862 fa
llece en la ciudad de Montevideo
Durante su vida edito en folleto El Dies Irae y el Sacn*
Soíemnus en 1835 por la Imprenta de la Candad i su Mo
saico Poético, Montevideo Imprenta del "Liceo Montevidea
no", 1857 y vanas hojas sueltas Colaboro ademas en A la
Jura de la Constitución Política del Estado Oriental del Uru-
guay, Montevideo Imprenta de la Caridad, 1830 y en el Tem
pío de la Libertad, Montevideo, Imprenta de la Candad, 1835,
Certamen Poético, Montevideo, Imprenta Constitucional, 1841,
Cantos a Maro, Montevideo, Imprenta del Nacional, 1844 y el
Parnaso Oriental, Buenos Aires Montevideo, Imprenta de la
Libertad, de la Candad y Oriental, 1835 1837 Luego de su
muerte se editaron sus Obras Completas en 1890, por Dorna
leche y Reyes y Vázquez Cores
LXXXVII
CRITERIO DE LA EDICION
Las poesías que integran la presente Antología han sido to
madaa de la edición de Obras Completas de Francisco Acuña
de Figueroa, Montevideo, Edit Vázquez Cores, Dor nal eche y
Reyes, 1890, a cargo de Manuel Bernárdez
Se ha transcripto fielmente el texto de cada una de ellas,
no haciéndose otra modificación que la referente a algunos
acentos, en los cuales se han seguido las nuevas normas de
la Academia Española
LXXXVIII
ANTOLOGIA
HIMNO NACIONAL
DE LA REPUBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY, REFOR
MADO Y DECLARADO TAL, EN 12 DE JULIO DE 1845 1
CORO
¡Orientales, la Patria o la tumba?
¡Libertad, o con gloria morir f
Es el voto que el alma pronuncia,
Y que heroicos sabremos cumplir
1
l Libertad libertad 1 Orientales,
Este grito a la Patria salvó,
Que a sus bra\os en fieras batallas
De entusiasmo sublime inflamó
De este don sacrosanto la gloria
Merecimos j Tiranos, temblad 1
¡Libertad en la lid clamaremos,
Y muriendo, también libertad 1
CORO
Orientales, la Patria, etc
1 Queda excluido para en adelante el Himno Nacional an-
tiguo, de que yo también era autor y corre impreso al frente
del primer tomo del Parnaso Oriental, la adopción del pre-
sente, reformado, Ge sancionó con las siguientes formalidades
Excmo señor — El ciudadano que suscribe autor del Him-
no Nacional de la República, declarado tal por decreto de
V E de B de julio de 1833, ha meditado con el consejo de
[3]
FRANCISCO ACUftA DE FIGUEROA
2
Dominando la Iberia dos mundog
Ostentaba gu altivo poder,
Y a sus plantas cautivo yacía
El Oriente sin nombre ni ser
Mas repente, sus hierros trozando
Ante el dogma que Mayo inspiró
Entre libres y despotas fieros
Un abismo sin puente se vio
CORO
Orientales, la Patria, etc
personas ilustradas hacer una reforma en aquel Himno po-
niéndolo más al nivel de la altura de su asunto corrigiéndolo
de un tinte bien marcado que en él se trasluce de las cir-
cunstancias y actualidad en que fue hecho y dándole un ca-
rácter más vigoroso y permanente para todos tiempos Ac-
tualmente cuando a la República se presenta un porvenir
de regeneración y acercándose el aniversario del gran día
constitucional el autor Juzga oportuno político y conveniente
el presentar como lo hace a la sanción ilustrada de V E el
referido Himno Nacional reformado, que adjunto acompaña
esperando que un decreto aprobatorio le de aquel carácter y
la publicidad debida En el presente Himno se conserva ín-
tegro el coro del antiguo y la ultima estrofa V E sabrá re*
solver en todo con la ilustración y dignidad que le distin-
guen — Dios guarde al Gobierno muchos años — Excmo
señor — (Firmado) Francisco A de Ftgueroa — Decreto —
Montevideo julio 12 de 1845 ~ Como lo pide — Declárase
Himno Nacional el corregido por su autor y presentado al
Gobierno con esta fecha admitiéndose de rigorosa justicia
toda la variación que ha sufrido el que fue declarado con
ese rango en el decreto de 8 de julio de 1833 — En conse-
cuencia publíque-e el 18 de julio el nuevamente presentado
archivándose el original — (Rubrica de S E el señor Pre-
sidente de la República ) — (Firmado) Vázquez
En efecto se publicó en Ei Nacional del 18 de julio, ani-
versario de la Jura de la Constitución con un extenso y en-
comiástico análisis escrito por la elegante pluma del señor
don Andrés Lamas e^ Mmistro de Hacienda y al día si-
guiente El Constitucional también publicó el Himno con una
lisonjera salva
2 Alusión al 25 de mayo de 1810 en que se dio en Buenos
Aires el grito de libertad
[4]
ANTOLOGIA
3
Su trozada cadena por armas,
Por escudo su pecho en la lid,
De su arrojo soberbio temblaron
Los feudales campeones del Cid
En los valles, montañas y selvas
Se acometen con ruda altivez,
Retumbando con fiero estampido
Las cavernas \ el cielo a la vez
CORO
Orientales, la Patria, etc
4
Al estruendo que en torno resuena
De Atahualpa la tumba se abrió*
Y batiendo sañudo las palmas
Su esqueleto j Venganza 1 gritó
Los patriotas, al eco grandioso,
Se electrizan en fuego marcial,
Y en su enseña mas vivo relumbra
De los Incas el Dios inmortal
CORO
Orientales, la Patria, etc
5
Largo tiempo, con vana fortuna,
Batallaron Liberto y Señor,
Disputando la tierra sangrienta
Palmo a palmo con ciego furor
[5]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
La justicia por último vence
Domeñando las iras de un Rey,
Y ante el mundo la Patria indomable
Inaugura su enseña ) su Ley
CORO
Orientales, la Patria, etc
6
i Orientales 1 mirad la bandera
De heroísmo fulgente crisol,
Nuestras lanzas defienden su brillo
i Nadie insulte la imagen del Sol 1
De los fueros civiles el goce
Sostengamos, y el código fiel
Veneremos inmune, v glorioso,
Como el Arca Sagrada Israel
CORO
Orientales, la Patria, etc
7
Por que fuese más alta tu gloria,
Y brillasen tu precio y poder,
Tres diademas, ¿oh Patria 1 se vieron
Tu dominio gozar y perder 8
3 España Inglaterra y el Brasil, que dominaron la 1* des-
de el descubrimiento del país hasta 1814 la 2* seis meses del
año 1B07 y la 3* desde 1BX7 hasta 1828 en que el país, des*
pues de una larga guerra sacudió la dominación, y quedo
independiente, constituyéndose en República
[6]
ANTOLOGIA
Libertad, libertad adorada,
i Mucho cuestas tesoro sin par 1
Pero valen tu goces divinos
Esa sangre que riega tu altar
CORO
Orientales, la Patria, etc
8
Si a los pueblos un bárbaro agita
Removiendo su extinto furor,
Fratricida discordia evitemos
Diez mil tumbas recuerdan su horror
Tempestades el cielo fulmine,
Maldiciones desciendan sobre él,
Y los libres adoren triunfante
De las Leyes el rico joyel
CORO
Orientales, la Patria, etc
9
De laureles ornada brillando
La Amazona soberbia del Sud,
En su escudo de bronce reflejan
Fortaleza, justicia y virtud
Ni enemigos le humillan la frente,
Ni opresores le imponen el pie,
Que en angustias selló su constancia,
Y en bautismo de sangre su fe
[7]
FRANCISCO ACUttA DE FIGUEROA
CORO
Orientales* la Patria, etc
10
Festejando la gloria, y el día
De la nueva República el Sol,
Con vislumbres de púrpura y oro
Engalana su hermoso arrebol
Del Olimpo la bóveda augusta
Resplandece, y un ser divinal
Con estrellas escribe en los cielos,
i Dulce Patria, lu nombre inmortal'
CORO
Orientales, la Patria, etc
11
De Ia9 Leyes al numen juremos
Igualdad, patriotismo } unión,
Inmolando en sus aras divinas
Ciegos odios y negra ambición
Y hallarán los que fieros insulten
La grandeza del pueblo Oriental,
Si enemigos, la lanza de Marte,
Si tiranos, de Bruto el puñal
¡Orientales, la Patria o la tumba 1
¡Libertad o con gloria morir*
Es el voto que el alma pronuncia
^ Y que heroicos sabremos cumplir
[8]
ANTOLOGIA
A LEONIDAS
Soneto jocoso en terminaciones obligadas 1
Los finales obligados que se dieron perentoria-
mente para glosar un soneto, son los siguientes Cha-
cho, Coche, Trochemoche, Gazpacho, Borracho, No-
che, Desmoche, Muchacho, Chucho, Chicha, Machucho,
Ficha, Cucurucho, Salchicha, imponiéndole por asunto
preciso "Leónidas en las Termopilas"
Baja de las Termopilas, gran chacho,
Gritaba Jerjes desde su alto coche
Al griego, que matando a trochemoche,
Le iba haciendo su ejército gazpacho
Viendo su ruina, de furor . borracho,
Manda asaltar la altura al ser de noche,
Y empieza de cabezas el desmoche.
Sin perdonarse al viejo ni al muchacho
Unos mueren de dardo, otros de chucho,
Preciso era tener sangre de chicha,
Y era el tal Jerjes general machucho
Al fin los espartanos pierden ♦ ficha,
Y Leónidas, sangriento . cucurucho,
Queda allí con su gente hecho . salchicha.
1 El sabio y malogrado don Florencio Várela, cuando vino
de su misión a Europa, me envió en el mismo día aquellos
catorce finales, dicléndome que en Paría» en una reunión de
literatos, se había dado a don Ventura de la Vega aquellos
miamos para un soneto, señalando por asunto preciso Leóni-
das en tas Termopilas, lo que el poeta había desempeñado
en el día, y que el señor Várela les había comprometido su
palabra de que yo en Montevideo haría otro tanto En afecto
recibí el encargo, en la Biblioteca, por mano de don Juan
Madero, a las dos de la tarde, y ya a las cinco le habla en*
fregado este soneto y el siguiente Al día siguiente le entre-
gue otro mejor, que no publico
7
[9]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGtTEROA
OTRO
A ORIBE EN EL CERRITO
AKTE MONTEVIDEO
Rosas es un truhán, y Oribe un chacho,
Propios los dos para tirar de un coche,
Que hacen matar su chusma a trochemoche,
Por sitiados que viven de gazpacho
¿Y el tal MazaViolin? Ese borracho
Tiene un alma más negra que la noche,
En triunfando al degüello y al desmoche,
Y tiembla en campo abierto de un muchacho
t Pobre escla\o de Rosas 1 ¿Sientes chucho?
Eres tísico al fin, de poca chicha,
Y las tienes que haber con un machucho,
Ya el juego se te \io no vales ficha,
Tu corona va a ser un cucurucho
Y tu lauro triunfal una salchicha
[10]
ANTOLOGIA
OTRO
A UNA MAJA Y SU CHULO
— "Cuentas claras/' la Tronga dijo al chacho,
"Ya que el cLablo me lleve, que sea en coche
Quiero un viejo que gaste a trochemoche,
Que no he de estar ceñida a tu gazpacho
Harta cruz es lidiar con un borracho,
Y, al fin, los cuernos no se \en de noche,
Si te escuecen, habrá quien te desmoche
Ten pruencui, que no eres tan muchacho "
— "Aspacw," dijo aquél, "que eso da chucho,
Temo que el uno te se vuelva chicha,
Pues no ligan muchacha con machucho,
Y si ha> jolgorio, y le revidas ficha,
¿Qué importa que te afloje un cucurucho,
Si en lugar de jamón comes salchicha?
[11]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUBROA
LA SANTA CRUZ
jOh signo
Sagrado,
Cercado
De Luz,
En la sangre de un Dios salpicado'
Ho), mi pecho contrito, angustiado,
Busca ansioso su amparo en la Cruz
Suplicio
Propicio
Del alma
Cordial ,
Consuelo
Del cielo
AI débil
Mortal ,
Tesoro
Do adoro
Al dulce
Jesús,
Mi culpa
Declaro
| Y pido tu amparo
|S a n t í s i m a Cruz
[12]
AL NUEVO TELON DEL TEATRO
Letriüa satírica 1
He allí del teatro el telón
¿Vaya una irrisión'
Gofio revuelto en gazpacho
iVaya un mamarracho'
Un torpe adepto de Apeles
Osó, con audacia loca,
Hacer del telón de boca
Un ensayo a sus pinceles,
De empanadas y pasteles
No he visto igual confusión
iVaja una irrisión'
En la falda, no en la altura,
Del Pindó (¡raro programa')
Se ve el templo de la Fama
De estrambótica estructura,
Un jastial de atroz figura
Esta allí con un muchacho
iVaya un mamarracho'
1 De todos loa versos satíricos que he publicado, esta com-
posición ha sido la más generalmente aplaudida no por su
mérito poético, sino por la exactitud y semejanza de las pin-
turas del verso cotejadas con el telón, el cual, en consecuen-
cia, fue quitado del teatro
[13]
FRANCISCO ACUffA DE FIGUEROA
Si es deidad, nada denota
Quien el gaznápiro sea
Más bien presenta la idea
De algún guaicurú en pelota,
El chico es como una sota,
Cambado, bizco y pelón
iVaya una irrisión '
Seis ángeles barrigones,
Como seis sapos de feos,
Conduciendo unos trofeos
Vienen a pie, y sin calzones,
Hay ñatos, hay narigones,
Y uno de ellos con mostacho
iVaya un mamarracho*
Tocando uno la corneta
Siguen del monte la falda,
Adornándoles la espalda
Una bocha, en vez de aleta
¡Qué ojos, qué frente, qué jeta
Tiene cada mascarón T
¿Vava una irrisión*
La Fama en aquel confín
Cual gaviota al aire sube,
Despatarrada en su nube,
Jugando con el clarm;
Su cara es de un galopín,
Sus formas de un marimacho
¡Vaya un mamarracho'
[14]
Delante, un ángel patudo,
Y de nalgas prominente,
Va cargando con la frente
Un canasto algo morrudo,
Si es de flores (que lo dudo),
Cada una es como un melón
¿Vaya una irrisión'
Del Pindó en el alto pico
Muestra el Pegaso sus galas,
De murciélago las alas
Son, y de cerdo el hocico,
Monstruo de cabra y borrico,
Y en vez de cola un penacho
iVaya un mamarracho 1
Tumbado, o en diagonal,
Se ve hacia un lado un fragmento,
Que no atma el pensamiento
Si es sepulcro o pedestal,
Allí en verso descabal
Hay una tonta inscripción
¡Va> a una irrisión*
De entre juncos y espadaña,
Perniquebrado se eleva
Un ángel, que al hombro lleva
Una disforme guadaña,
Parece enferma alimaña
Con torcijones de empacho
¡Vaya un mamarracho *
[15]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEBOA
Ornan con raro donaire
Aquel campo y sus colinas,
Arambeles y cortinas
Que están colgadas del aire,
Viendo esto dije al socaire,
Acá para mi ropón -
¡Vaya una irrisión 1
Tal es la fiel descripción
De este aborto de la ciencia;
Si está cargada, paciencia.
Más cargado está el telón,
Y por eso, en conclusión,
Este clavo le remacho
j Vaya un mamarracho 1
¡Vaya una irrisión 1
[16]
ANTOLOGIA
LA ESCARLATINA
Oda
¿Cómo es que solitaria esta sentada
La opulenta ciudad, hoy abatida 9
¿Cual viuda abandonada,
Y en dolor sumergida,
De cien provincias la ínclita señora
Sin regia pompa y enlutada Hora 1 1
¡Ya se fue la hermosura
De la hija de Sión f Sus anchas puertas
Derrumbadas, desiertas,
Publican su desastre y amargura,
Y en fúnebres querellas
Gimen sus sacerdotes y doncellas
A la hija de Sión, ¡oh Dios tremendo 1
Cubrió de oscuridad tu mano airada,
Porque a tí desoyendo
Corrió desenfrenada,
Y al tocar de sus crímenes la cumbre,
Probó aflicción y dura servidumbre
1 El fondo y el tono de esta estrofa y las tres siguientes
■on una Imitación expresa úe las lamentaciones de Jeremías
[17]
FRANCISCO ACUÑA DE FlGUEROA
Sus muros dominantes
La virgen de Judá mira enlutados,
Ni cánticos sagrados
Resuenan en su templo ¿Oh caminantes,
Decid, yo os desafio,
Si ha> un dolor que iguale al dolor mio !
Así en Jerusalén desamparada
Sus ruinas el Profeta contemplando,
Con vos; acongojada
Se lamentaba, cuando
£1 Dios de las venganzas por castigo
La abandonó al poder de bu enemigo
Y tú, joh patria afligida !
Del contagio cruel, ¿a quién lamentas 9
¿Cómo librar intentas
Los hijos de tu amor, cuando extendida
Miran la espada fuerte,
Y en la respiración beben la muerte?
¿Cómo al Juez vengador en desagravio
Ño levantas, [oh mísera T tus preces?
Mas, ¡ay f sellas el labio,
Confundida enmudeces,
,Y el remedio a tu inmenso desconsuelo
Lo buscas en la tierra y no en el cielo 1
¿No oyes cuán doloroso
Doquier suena el clamor? La triste viuda
En su aflicción aguda
Se abraza del cadáver del esposo
Le estrecha, y afligida
Quisiera con su aliento darle vida
[18]
f .
ANTOLOGIA
Aquí una madre en queja lamentosa
Exhala au dolor; y delirante
Besa, y besa ardorosa
Al hijo que expirante
Transmite, k oh Dios 1 a su materno seno
Con el postrer suspiro su veneno
Allí gime afligido
En torno a un ataúd el triste esposo,
Aquí más clamoroso
El tierno infante con acento herido
Llora, porque ha quedado
En mísera orfandad desamparado
Con fatal estridor cruzar se miran
Los carros de la muerte pavorosos,
Que ya cansados tiran
Los brutos vagarosos,
Anunciando su fúnebre trofeo
Los oscuros penachos del arreo
Nadie en el ansia fiera
Osa aspirar el aire inficionado,
Mas, ¡oh inútil cuidado,
Si de improviso asaltan, y doquiera,
Al débil como al fuerte,
Los feos parasismos de la muerte 1
En la desolación e inmenso duelo,
Ya el triste llanto y la plegaria ansiosa
Desoye airado el cielo,
Y la muerte horrorosa,
Para tragar más victimas, hambrienta
Su vientre ensancha, y su furor aumenta.
[19]
FRANCISCO ACUftA DE FIGUEROA
Ya en las auras tremendo
Vibra su espada el ángel del espanto,
El abismo entre tanto
Lanza un clamor de gozo, recibiendo
Las numerosas almas,
Y la profundidad bate sus palmas 2
De una joven en féretro enlutado
He allí el cadáver lívido y adusto
¡Cuál la han abandonado 1
|Ya con horror y susto,
Nadie se acerca en torno de la que antes
Era tan bella y tuvo mil amantes'
¿Do está la faz serena,
La graciosa sonrisa, el rojo labio 9
¿Quién con bárbaro agravio
Mudó en cárdeno lino la azucena 9
¿Do está el dorado lecho 9
Los que ayer la servían ¿qué se han hecho 9
Así, de mil terrores afligidos,
Todos en larga noche se estremecen,
Y apenas se adormecen,
Cuando ya en los oídos
Suena al primer albor de la mañana
El eco funeral de la campana
Quien despierta, y su pecho
Viendo de rojas manchas salpicado,
Al punto horrorizado,
2 Imitación del Profeta Habacuc El abismo dio su voz» la
profundidad alzó sus manos Cap in, vers X
[20]
ANTOLOGIA
¡E&carlaUival exclama desde el lecho,
Y a bu voz repentina
Todos huyen gritando: ¡Escarlatina 9
La prole de Esculapio se confunde,
Y las tinieblas de su error no aclara,
Y el mal acrece, y cunde,
¿Quién, 4 ay Dios* nos ampara,
Si los hijos del arte en competencia
Divagan en la sombra de su ciencia ?
En tan aflicta suerte,
Cercada de la parca y sus despojos.
Vuelve, ¿oh patria 1 los ojos
A Aquel que es solo sabio, solo fuerte,
Y es el único medio,
Que el que te ha dado el mal te dé el remedio
Vuelve ya presurosa en su amargura
Ve cual tendió su mano al israelita
Con paternal ternura,
Pero también medita
Que le dijo con eco tempestuoso
Soy el Señor, tu Dios, fuerte y celoso 6
Porque en au fe confía
Vence David al bárbaro gigante,
£1 concede triunfante
A Jehú las victorias más la impía
Jeaabel obcecada
Fue por hambrientos perros devorada
3 Exodo Cap 30 Vers S
[21]
FRANCISCO ACUITA DE FIOtJEROA
Con diez plagas, que anuncian sus furores*
Intima a Faraón que endurecido,
Se obstina en sus errores,
Y cuando al escogido
Pueblo va a devorar con torpe enojo,
Le sepulta en las ondas del mar rojo
Allí el tirano mismo,
Sus carros, sus caballos y guerreros,
En remolinos fieros
Bajaron como plomo al hondo abismo,
Que henchido de repente
Extendió, rebramando, su comente
Tú solo, sí, mi Dios, fuerte y piadoso,
A la patria infeliz salvar pudieras,
Tú que oyes bondadoso
Las preces lastimeras,
Mas ¿ay del pueblo impío a quien desamas,
Si en tu íuror tu indignación derramas 1
Oye, pues, su lamento,
Y el hondo cáliz de tu grande ira
Retira, ¿oh Dios 1 retira,
Purificando el aura con tu aliento,
Por que en tu templo santo
Resuene de alegría el dulce canto
[221
i
ANTOLOGIA
LA LETRA M
Soy, entre vanag hermanas,
La más ancha, pues entre ellas
Va ostentando mi figura
Dos jorobas y tres piernas
Si a orillas del mar me miro,
Nadie en sus aguas me encuentra
Y estoy en el firmamento
Con duplicada presencia
Sin mí volaría el alma
De leves plumas cubierta,
Y, en fin, si al arte me aplican,
Seré terrible en la guerra 1
1 La palabra olma, sin la m, queda ala, y a la vez arte,
añadiendo M, en Marte
[23]
FRANCISCO ACUftA DE FIGUEROA
HORACIO
ODA 8 a , LIBRO 39
A Mercurio
Traducción estricta
Mercurio, a cuya ciencia
Y docto magisterio,
Dócil Amphión debiera
Mo\er las rocas con divino acento,
Y tu, cóncava lira,
Delicioso instrumento,
Que sonora produces
De siete cuerdas armoniosos ecos,
Ni acorde, ni parlera,
Fuiste, 4 oh lira r en un tiempo,
Mas hoy ya solemnizas
Ricos banquetes y sagrados templos
Inspírame sonidos
Numerosos y tersos,
Porque Lide indulgente
Preste atención y oído a tus acentos
Tú en pos de tí pudieras
Los tigres y los cerros
Arrastrar, y en su curso
Detener los veloces arroyuelos
[24]
ANTOLOGIA
A tu potente magia
Vio adormecerse Orfeo
Al Cervero implacable,
Guarda feroz del espacioso Averno,
Cuya funal cabeza,
Cien culebra& emendo,
Por la trilingüe boca
Exhala podre y corrompido aliento
Aun de Ixión y Ticio
Loí rostros macilentos,
Con expresión forzada.
En medio a sus martirios, sonrieron,
Y el tonel fatigoso
Quedo enjuto un momento.
En tanto que extasiabas
A la3 Danaides con divinos ecos 1
Oiga Lide su crimen
Y el notorio tormento,
Y el tonel horadado
Que llenar deben con afán eterno
Y los fatales hados
Seguros, aunque lentos,
Que infalibles amagan
A los delitos en el Orco fiero
1 Las Danaides fueron 50 hijas de Danao, que se casaron
en un día con los 50 hijos del rey de Egipto y en la primera
noche degollaron a sus maridos excepto Hypermenestra que
liberto a su esposo Linceo Su castigo es el trabajar en vano
y sin descanso, para llenar de agua un tonel horadado por
el fondo
[25]
FRANCISCO ACUftA DE FIGUEROA
j Impías ' ( Ciertamente,
¿Que más hacer pudieron 9 )
Feroces trucidaron
A sua consortes con agudo hierro
Una entre todas, digna
Del sagrado Himeneo»
Mintió al perjuro padre
Y ennobleció su engaño y sus recuerdos,
Que al caro esposo dijo
i Levántate, Lynceo*
l Despierta, no te asalte,
Donde no temes el eterno sueño!
Frustremos la venganza
De tu pérfido suegro,
Engaña a mis hermanas,
A esas nefarias, corazón de acero,
Que cual fieras leonas
Caen sobre loa becerros,
Asi, ¿oh dioses' degüellan
Uno por uno a sus esposos tiernos
Yo más sensible que ellas,
No te heriré, ni pienso
Guardarte en este alcázar,
Pues no puedo guardarte aquí en mi pecho
Aunque agobie mi padre
Con cadenas mi cuerpo,
Porque al mísero esposo
De lástima y amor salvé del riesgo,
[26]
ANTOLOGIA
Aunque sobre una armada
Me relegue severo
A gemir, de Numidia
En los campos lejanos y desiertos,
Huye doquier te lleven
Tus pasos y los vientos
Noche y Venus te ayuden,
Huye, bien mío, con dichoso agüero,
Y allá en memoria mía,
En fácil mausoleo,
Inscribe un epitafio,
Que eternice en el mármol mi lamento
[271
FRANCISCO ACUÑA PE FIGUEBOA
LA MADRE AFRICANA
Oda 1
"Tairai je ees enfants de la me africana e
"Qui cultrvent pour nous la terre amcncaine 9
DjfferentB de couleurs, lia ont les memes droits,
*'\ous memes, contre >ous, les annez de vos lois rí
DELiLLfc — Poema La Desgracia
y la Piedad, canto I o
¿Y así, cruel pirata, así te alejas,
Robándome tirano
Los hijos y el esposo ? ¿Así inhumano
En desamparo y en dolor me dejas 9
|Ay r | vuelve, vuelve' En mi infeliz cabana,
Donde te di acogida,
i Ve cuál me dejas como débil caña
Del huracán violento combatida f
Vuelve, entrañas de fiera,
Que por mi mal viniste,
Llévame a mi también, y al meno9 muera
Con mis prendas amadas Mas, 4 ay triste 1
Ya no espero ablandar tu pecho duro
Con lamentos prolijos
jTu no sientes amor ni tienes hijos 1
1 Estos versos los publiqué en execración del bárbaro co-
mercio de negros» que en contravención de la ley de liber-
tad y abolición de este tráfico, seguían haciendo varios es-
peculadores y muy especialmente el buque llamado el Aguila,
que Con bandera oriental fue a la costa de Africa a tan re-
probado comercio
128]
ANTOLOGIA
¿Y es posible que el sol resplandeciente
Que ostenta esa bandera
Llegue a estas playas por la vez primera
A autorizar un crimen tan patente ?
jOh globo celestial, que esplendoroso
Dominas en las cumbres,
Oscurece tu luz, y al monstruo odioso
Sólo sangriento y con horror alumbres 1
Mas, jay r jqué nue\a pena
Descubren ya mis ojos'
He aíh el arca y las flechas, que en la arena
Del asalto traidor fueron despojos,
i Infeliz compañero, tú ignorabas
Que esos blancos altivos
Proclaman libertad, y hacen cautivos 7
De esta suerte la mísera africana
Se queja inútilmente,
Mientras su na\e apresta indiferente
El traficante vil de carne humana
Y truena el bronce, y su clamor repite,
Que el clamar la consuela,
Mas el Aguila, en hombros de Anfitnte
Suelta las alas, y al estruendo vuela
Al punto encadenados
Los cautivos ge miran,
Y al fondo del bajel desesperados
Los lanzan sin piedad, y ellos suspiran,
Mientras que la infeliz desde la peña
Se arroja y da un lamento,
Que en pos de la alta popa lleva el viento,
[39]
FRANCISCO ACUSA DE FIGUEROA
CANCION SECULAR DE HORACIO
Traducida y publicada para solemnizar las fiestas nacionales
de la Constitución en su aniversario del 4 de octubre de 1834
A FEBO Y DIANA
(Cantan ambos coros de niños y niñas)
jOh refulgente Febo, oh casta Diana
De las selvas señora,
Astros lucientes que el mortal adora'
De la gente romana
A vuestras aras puesta,
Oíd el voto en la sagrada fiesta,
En que de las Sibilas providentes
Ordenan los cantares
Que a los dioses de Roma tutelare»,
Infantes inocentes»
Vírgenes superiores,
Entonen himnos y tributen flores* 1
CORO DE NIÑOS
Sol que desde tu carro luminoso
Fecundas la natura,
Ya ostentes o ya ocultes tu luz pura,
Objeto mis grandioso
Que el pueblo de Quinno
Jamás alumbre tu poder divino.
1 Esta canción se cantaba en Boma en la solemne fiesta
secular, por dos coros de lo más distinguido de ambos sexos
C30]
ANTOLOGIA
CORO DE NIÑAS
¡Oh Diana, que al feliz alumbramiento
Presides bienhechora.
Sé de las tiernas madres protectoral
Y ensalce nuestro acento
Tu alabanza divina.
Bien te nombres Fecunda o bien Lucina
La sucesión romana innumerable
Bajo tu amparo crezca,
El la ley del Senado favorezca,
Que dando al sexo amable
Conyugales cadenas,
Iguale nuestra prole a las arenas
AMBOS COROS
Porque el futuro tiempo repitiendo
Su giro majestuoso
Cada ciento y diez años, más dichoso,
Vuelva feliz, trayendo
Los himnos y alegrías
Por tros serenas noches y tres días, 3
Y vosotras, [oh Parcas' de infalible
Y fatídico acento,
Tenga lo que anunciasteis complemento
Al tiempo imprescriptible,
Y a par de los pasados,
Seguid hilando venturosos hados.
2 Los sacerdotes sibilinos por adular a Auguato, interpre-
taron los oráculos de modo que las fiestas seculares caye-
sen en tiempo de aquel emperador, decidiendo que el siglo
debía tener 110 años
[31}
FRANCISCO ACUffA DE FIGUEROA
En ganados y frutos abundando,
A Ceres y Pomona
Brinde la tierra espléndida corona
De espigas, sustentando
Sus procreos y aumentos
Salubres aguas y templados viento*
CORO DE NIÑOS
Mitiga, joh blando Febo T el ardoroso
Esplendor de tu llama
Oye a los niños, cuya voz te aclama
CORO DE NIÑAS
Y tú, planeta hermoso.
Rema de las estrellas,
Oye, candida Luna, a las doncellas
AMBOS COROS
Si Roma es obra vuestra, bi arribaron
A la etrusca ribera
Las falanges troyanas, que doquiera
Los númenes salvaron,
Si obedeciendo al cielo,
Fundaron su ciudad en nuestro suelo,
A loe que el pío Eneas conduciendo
Desde Troya incendiada,
Por medio de las llamas, con su espada,
Libre camino abriendo,
Les ofreció tendrían
Un imperio mayor que el que perdían,
[32]
ANTOLOGIA
Dad a la juventud, |oh soberanos
Númenes protectores 1
Costumbres y virtudes superiores,
Descanso a los ancianos,
Y a la romúlea gente
Hijos, riqueza, y gloria permanente,
Y el que de blancos toros grata ofrenda
Os tributa ante el ara, 5
De Venu9 y de Anquises, sangre clara,
Reme, y su imperio extienda
Tigre en la lid, osado,
Y apacible deidad en el postrado
Ya por tierra y por mar despavorido,
Al romano denuedo
Y a la altana segur respeta el medo,
Ya a ley se han sometido
El escita insolente
Y el que del Indo bebe en la corriente,
Ya la fe, paz y honor* y la olvidada
Virtud en nuestro suelo,
Y el antiguo pudor tornan del cielo,
Ya en la patria adorada,
Luciendo un siglo de oro,
Difunde la abundancia bu tesoro
CORO DE NIÑOS
Y el adivino Febo decorado
Con su arco rutilante,
3 Mientras en el atrio del templo se cantaba este himno,
Augusto César, descendiente de Anquises y Eneas estaba
dentro presentando el sacrificio a los dioses
[33]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
De las Pimpleas director amante,
Al que aliviar es dado,
Con saludable ciencia,
De los cansados miembros la dolencia,
Si favorable al templo Palatino,
Si al Lacio delicioso
Y al romano esplendor mira afectuoso,
De Augusto el gran destino
Eternice seguro
En la región inmensa del futuro 4
CORO DE NIÑAS
Y Diana, cuya fúlgida diadema
Desde el Algido monte
Y el Aventino alumbra el horizonte, 8
Favorezca suprema
A los quince varones,
Y atienda de la infancia a las canciones
AMBOS COROS
Ya de Febo y de Diana terminado
El himno de alabanza,
Lleva el coro la plácida esperanza
Que Júpiter sagrado
Y las sumas deidades
Derramen sobre Roma sus bondades
4 Augusto había levantado un templo sobre el monte Pa-
latino
5 Diana tenia su templo sobre el Aventino y era mirada
como protectora de éste y del monte Algido
6 Quince eran en aquella época los sacerdotes depositarlos e
Intérpretes de los libros Sibilinos
[34]
ANTOLOGIA
LA MALAMBRUNADA 1
CANTO PRIMERO
EL PROYECTO Y MALAMBRUNA
ARGUMENTO
Concibe Malambruna la alta idea
De la conspiración del viejo bando
Un enjambre de brujas la rodea,
A las que arenga con furor mfando
Citan éstas las viejas de pelea
Que en brazos de Morfeo están roncando
Salta un ratón , lo atrapa Cervermo,
Mas ella se arma, y sale en su pollino
1
No el sangriento combate de Lepanto,
Ni del troyano el hórrida destino,
Ni del griego Jasen la empresa canto
Arrebatando el áureo Vellocino,
Mas la guerra, los odios y el espanto
Que vio el mundo en el bando femenino,
Por negra envidia e infundadas quejas
Que alimentaban las tremendas viejas
1 El autor había publicado en el tercer tomo del "Parnaso
Oriental" un fragmento de este poema, pero ahora va aquí
mejorado y aumentado muy extensamente
[35]
- FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEHOA
AI atónito mundo, en ronco acento.
Diré las iras y el furor salvaje
Del ejército infando, que sangriento
Quiso a las ninfas inferir ultraje,
Cantaré rudamente su escarmiento,
Y afinando los tonos del lenguaje,
Ofreceré holocaustos a las bellas
Alzando su renombre a las estrellas
Con plazo perentorio, y prontamente,
Queréis, Donna, que en estrofas bellas
Un poema bombástico os presente
Del combate de ancianas y doncella*,
Mirad que a un pobre vate así repente
No es posible soplar y hacer botellas •
Mas yo cedo, y si el mundo me acrimina,
Responderé que lo mandó Donna
En tan duro conflicto yo os imploro
Turbio Plutón y Apolo esclarecido,
Porque ora discordante, ora sonoro,
Imite al vano asunto en el sonido,
Venga una musa con su flauta de oro,
Y un vestiglo con cuerno retorcido,
Para hacer resonar en eco alterno,
Unas veces la flanta, otras el cuerno
De tiempo inmemorial, no pocas viejas
f Vergonzosa excepción de las matronas), 2
Que siendo en realidad duras cornejas,
Quieren aparecer blandas pichonas,
2 Esta prudente restricción, y otras que ge verán más
adelante relevan al autor de toda injusta reclamación de
parte de las señoras ancianas que se consideran juiciosas
[36]
ANTOLOGIA
Miran con ojeriza y forman quejas
De las ninfas que eclipsan sus personas,
Pretendiendo que el sexo masculino
En lugar de jamón coma tocino
Con igual ojeriza y mal deseo,
La altiva MaJambruna el rostro huraño
Fruncía al contemplarse sm empleo,
Pues ya no son sus goces los de antaño,
Y en tanto que entregadas a Morfeo
Duermen las ninfas sin temer su daño,
Ella sañosa, y escupiendo espuma,
Se agita des\elada en blanda pluma
De torvos ojos y hórrido talante
Y con sesenta inviernos sobre el alma
Esta vieja ardorosa y arrogante
Meditaba de amor turbar la calma
Era en su idea un aguijón punzante
Vivir sin goces y morir con palma,
Pues en diez años que de viuda lleva
Dicen que había criado palma nueva
Grabado en su hondo^edho permanece
Royéndole implacable cual gusano,
La idea del desprecio que padece,
Y el olvido y desden del hombre insano,
Recuerda que en sus aras ya no ofrece
Dulces ofrendas el voluble humano,
Y hasta las heces del veneno apura,
Al contemplar marchita su hermosura
ifc ¿Sera acaso," exclamó con ira ingente,
"Que una joven que emboba a diez cortejos
[37]
FRANCISCO ACWA DE FIGUEHOA
"Tenga algún talismán que al hombre tiente,
"O que iguale en saber a cuerpos viejos 9 "
Cuerpos que engullirían ciertamente
Los hombres a manera de conejos,
Cuerpos con tanta roncha y tanta grieta,
Que cada arruga forma una maleta
Nosotras, que otro tiempo hemos tenido
"De los hombres ofrendas reverentes,
"¿Podremos los halagos de Cupido
"Usurpados mirar indiferentes 9
"¿Veremos nuestro imperio reducido
"A raquíticos viejos pestilentes,
"Que si acaso se arriesgan en honduras,
"Por falta de candil quedan a oscuras 9 "
Esto dijo la vieja, y cual cachorro,
Rechinando las teclas o raigones,
Con una voz tembleque como chorro
Que se quiebra entre guijas y terrones,
Rasgando airada la escofieta o gorro,
Y alteradas las lívidas facciones,
Dijo al fin entre encías, no entre dientes»
"Perezcan mis rivales insolentes M
Y lanzándose en su idea
A un porvenir de barullo.
Revuelve en su loco orgullo
Planes de dominación
"Seré la Restauradora
Del viejo bando," exclamaba,
"Y a mi dominio sin traba
"Llamaré Federación,
[38]
ANTOLOGIA
"Federación, patriotismo,
"Constitución, 4 vanos nombres!
"He aprendido de los hombres,
"Sólo el mando es lo real
"Ellos daránme hasta el quilo,
"Algo dejaré a mis viejas,
"Que también si alzaren quejas
"Tendrán cadalso y puñal
"Pondré en las aras mi imagen,
"Me ensalzará la Gaceta,
"Que a la virtud con careta
"Aplaude el vulgo servil
"Tal vez un cetro mis garras
"Empuñen. mas ¿qué prefiero'
"Aun no es ocasión, primero
"Caiga el bando juvenil "
"Pues que caiga," repite, y con despecho
Sobre el siniestro codo se sustenta,
Incorpora su mole, y se oye el lecho
Crujir bajo la masa corpulenta,
Y esperando sacar honra y provecho
De su plan endiablado, se calienta
Y arroja con furente desalmo
Una mano al jubón y otra al corpino
La ropa en el desorden y presteza
En sus trémulas manos se trabuca
Ya lleva un escarpín a la cabeza,
Ya ensaya en una pierna la peluca,
Vístese, finalmente, se espereza,
Salta del pabellón la enorme cuca,
El elástico muelle da un gemido,
Y queda un pozo en el colchón mullido
[391
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
Pendiente cabe el lecho un cuerno había
0 desfondado polvorín, que al punto
Descuelga y toma la iracunda arpia,
Recordando con el a su difunto,
El cual del Orco en la región sombría,
Por ciertas circunstancias que no apunto,
Atascado en la puerta por los cuernos,
Lo entraron desmochado en los infiernos
La torpe Malanibruna, que el progiama
De su revolución forja y depura,
Al vei el cuerno > la desierta cama,
Hace extremos de rabia v de locura,
Y ciega en el incendio que la inflama,
Una jo\en rival se le figura
Su sombra, que la luz pinta en la alfombra,
Y cieira a mojicones con su sombra
Tal se lanza con barbaia locura
A la sombra fugaz, la vieja bizca,
Cual Mendo en un espejo su figura
Maulla con furor la gata arisca.
Los fosfóricos ojos, con bravura
Le lucen, y la araña, y la mordisca,
Creyendo, en la ilusión que la arrebata,
Que en el terso cristal ha> otra gata
Mas, tornando en su acuerdo Malambruna,
Después que anduvo moqueteando al suelo,
Torvos los ojos y la faz perruna,
Corre hacia el campo con furioso anhelo,
Todo es silencio la naciente luna
Alumbra apenas en el alto cielo,
Cuando la vieja, de furores llena,
infla la boca y la trompeta suena
[40]
ANTOLOGIA
Al destemplado acento que en los cerros
Reproducen loa ecos cual mugido,
Responden los ladridos de los perros,
Y de lechuzas el fatal chillido,
Toca otra vez el cuerno, y de cencerros
Se ove a los lejos áspero sonido,
Muévese el aire, y a la vieja atenta
Un enjambre de brujas se presenta
Como el velamen del bajel, que airado
Sacude el mar o el viento reciamente,
Así de tantas alas agitado,
Con fatigoso afán gime el ambiente,
Hace alto el escuadrón, y un monstruo alado,
" 4 Oh Malambruna 1 '* exclama de repente,
Y atónitas las brujas, una a una
Repiten u | Malambruna ' { Malambruna 1 "
Murciélago y cabrón el monstruo odioso,
Con enroscadas víboras por gola,
Tiene en la testa un cuerno luminoso,
Y una cara en la frente y otra en la cola,
Mueve del rabo el cascabel ruidoso,
Y cada cual con grande batahola
Desciende de la escoba en que cabalga,
Aplicándole un ósculo en la nalga a
Allí se ven en formas diferentes,
Chocantes a la vista y al olfato,
Brujas medio mujer, medio serpientes,
Otras caras de chivo y pies de pato,
3 En esta descripción de brujas y sus ceremonias «1 autor
ha seguido a loa más notables o extravagantes demonógrafos
que han escrito sobre la materia
9
[41]
FRANCISCO ACUÍtA DE FIGUEROA
Un vestiglo con crestas prominentes,
Largo de hocico v de nances chato,
Da una vuelta en redondo, arrastra un ala
Y su espolón un círculo señala
En torno de una marca misteriosa
En cuclillas la chusma toma asiento,
Con un sordo rumor, como frondosa
Enramada que agita el manso viento,
Prepárase la vieja sediciosa
Para arengar, y en ademán atento
El que preside al cónclave maldito,
Con el rabo en la boca, dice " j Chito f "
"lO tú r " exclamo con pasión
La vieja, "Satán potente
"Y vosotras, dignamente
"Entusarías de Plutón,
"Si en ofrenda apetecéis
"Odio y sangre, oíd mis quejas
"Protegedme, y de las viejas
"Hartas ofrendas tendréis
"Relegadas al desden
"De los hombres las ancianas,
"Ya sus venerables canas
"En triste receso ven,
"Recibiendo en caso tal
"Fríos respetos sociales,
"Ofrendas insustanciales
"Que se vuelven agua y sal,
[42]
ANTOLOGIA
"Mientras loa panales son,
"¡Oh rabia' para esas locas,
"Que con dengues y carocas
"Malogran su fruición.
w ( Insensatas * Si yo voy
"Al infierno, será en coche
"¿Qué importa el vulgar reproche
"Si yo satisfecha estoy 9
"En tanto, la vanidad
"Sufre al ver adoradores
"Rendir a ellas sus ardores
"Y a nosotras su frialdad
"Nosotras, por cuyo amor,
"Alia en tiempos de Zeballos,
"Disputaban como gallos
"Los hombres con fe y ardor,
"Que brillábamos doquier
"Al paspié, y a la tirana^
"Y el de fraque, o de sotana,
"Probaban nuestro valer,
"¿Nosotras, pues, tolerar
"Podremos tan poro aprecio,
"Y en olvido torpe y necio
"Imbéciles vegetar 9
"¡No 1 ni es posible sufrir
"Tan inútil existencia,
"Colmada está la paciencia
"Gozar de amor, o morir
[43]
FRANCISCO ACUftA DE FIGUEROA
"Haya una revolución
"Que a la3 ninfas extermine,
"Y el sol mañana ilumine
"La nueva restauración
"Del gran sistema senil
"La Defensora ser quiero,
"Sin que el influjo extranjero
"Intervenga en mi redil
"Mis viejas secundaran
"Mi plan por su conveniencia,
"Que el desenfreno y licencia
"Sus alicientes serán
"Simbolizando en la unión
"Los granos de la mazorca,
"Con puñal, veneno y horca
"Sustentarán mi razón
"Y no penséis que al poder
"Aspiro, ni al matrimonio,
"No soy tonta joh gran demonio r
"Aunque vetusta y mujer
"Para esta empresa alcanzar
"Pido vuestro auxilio infando,
"Y que a las viejas volando
"Vayáis mi furia a inspirar
"Tal vez por necia virtud
"Mil ancianas se resistan,
"No importa |Con las que asistan
"Triunfara la senectud ! "
[44]
ANTOLOGIA
Al llegar la vieja aquí,
Toma un polvo, cobra aliento,
Y con enérgico acento
Prosigue elocuente así
"No pretendo el auxilio, ni lo imploro,
"De ancianas que prefieren en la holganza
"El necio miramiento del decoro
"Al heroico placer de la venganza,
k Viejas que tiemblan del clarín sonoro,
"Viejas que asusta la bruñida lanza,
4C Y que sordas al eco de mis quejas,
"Las miro indignas de llamarse viejas
"Suene el fatal momento* ya las horas
"Urgen a la venganza, ya imagino
"Mirar entre mis uñas \engadoras
"Derrengadas las ninfas que abomino,
"Y sabed que si somos vencedoras,
"Una hecatombe de ellas os destino
"Por que os hartéis de sangre Esto aseguro
"Y ante el tremendo Lucifer lo juro "
Así habló Malambruna, y el Cornudo
"¡ Maldición ! " exclamó con voz tremenda,
"El caso es intrincado y peliagudo,
"Mas yo acepto tu súplica y tu ofrenda
"Prevalezca por ley la del embudo,
"Para que el mundo mi poder entienda
"j Guerra a muerte ' Yo parto con mis brujas
"A despertar el bando de curujas"
Esto dijo el demonio, y un tronido
Infecta el aire en humo y alcrebite,
[45]
FRANCISCO ACUflA DE TIGUEROA
Tiembla el polo, y se agita conmovido
El ondulante seno de Anfitrite
El monstruo, de sus brujas circuido,
"Emen-hetan, emen hetan," repite,
Con la siniestra pata bate el suelo,
Sacude el cascabel, y toma el vuelo
Absorta en su lugar quedó la vieja,
Fijos, los ojob y el oído atento,
Ora a la luz del cuerno que se aleja,
Ora al sonido que le trae el viento.
Mas cuando ya de percibirlo deja,
Volviendo de srJ asombro en un momento,
Dijo en tono vulgar la vieja zamba
"jHava guerra y barullo, qué caramba 1 "
Entonces descendiendo de la cumbre
Se arremanga el ropaje v toma el trote,
Sin que sientan sus piernas pesadumbre
Ni doble a doce lustros el cogote,
De la pálida luna a la vislumbre,
Y tratando su cuerpo al estríe ote,
Vuelve hacia su mansión, en donde encierra
La tremenda armadura de la guerra
Desde larga distancia oye el ladrido
De su fiel Cervermo, que esta alerta,
Y no como el Trifauce, al que dormido
Dejó Oríeo, y con cada boca abierta,
El vigilante can la ha conocido,
Y salta y gruñe por dejar la puerta,
Mas con gran regocijo parte al cabo,
Convulso el cuerpo v enroscado el rabo
[46]
ANTOLOGIA
Llega y la hace mil íiestas como suele,
Ya saltándole al muslo, ya al zapato,
O el pía le lame o por detras la huele,
Que no es muy melindroso en cuanto a olfato,
Ella lo halaga, y luego lo repele,
Mas con gozo que toca en arrebato,
Corre > \uelve, y diez veces Cervenno
Alzó la pata y profanó el camino
Entra al fin en su casa Malambruna,
Y sube hasta un recóndito sobrado,
Separando a su can que la importuna,
Pues no está para perros su cuidado,
Este, como la vio de mala luna,
Las orejas bajó desconsolado,
Y repelido en sus caricias tiernas,
La sigue con el rabo entre las piernas
Allí una antigua caja a ver se alcanza
A la luz de una triste veladora,
Que a tener en su fondo a la esperanza,
Pudiera ser la caja de Pandora,
En ella, para un caso de ordenanza,
Los marciales trebejos atesora,
Algunos por sus manos construidos,
Y otros, herencia de sus tres maridos
Mordicantes olores el ambiente
Esparce en torno de mastuerzo y ruda,
Cuando ella asida al aldabón ingente,
Suspendiendo la tapa, aprieta y suda,
Mas una enorme rata de repente
Salto tan formidable y bigotuda,
Que aterrada la vieja cae de espaldas,
Tapándose los ojos con las faldas
[473
FRANCISCO ACUÑA DE FI GÜERO A
Parte el fiel Cervenno a la carrera,
Y vieja, perro y rata, en la apretura,
Reniega > ladra, y chilla en tal manera,
Que era un día de juicio, o de locura,
El fogoso animal con saña fiera
A su presa persigue^ acosa, apura,
La atrapa v sacudiendo enf mecido,
La hace exhalar el último chillido
El repentino susto ya calmado,
Tornando a su arsenal, o arca profunda,
Saca un morrión peludo y abollado,
Cubierto de una huleada tapafunda,
Lo contempla, y al cuero apohllado*
Para aventarle el polvo, da una tunda,
Luego ajusta a la hebilla la correa,
Se lo pone, y ufana se pompea
Forma su peto, y espaldar moirudo,
Con dos zaleas, cada cual de a vara,
De un plato de balanza hace el escudo,
Y una alfajía por lanzón prepara,
Pónese al cinto el asador agudo,
Y un trabuco de caña de tacuara,
Colgando al cuello, a fuer de parapetos,
Una sarta de chapas y amuletos
Guarnecido de pieles de conejo
Vístese un mameluco de añascóte,
Y con un embreado cordelejo
De tres dobleces preparó el chicote,
Al pasar de esta guisa ante el espejo,
Vio al mismo Satanás con capirote,
Y haciéndose la cruz corre al establo,
Pensando que en su cara ha visto al diablo
[48]
ANTOLOGIA
Enjaezando al asno, que arrogante
La saluda a manera de trompeta,
Con fieros ojos y feroz talante,
Sale al campo estribando a la jineta,
Palidece la luna vacilante,
Tiembla el suelo al compás de la maceta,
Y obediente forzado, aunque mohíno.
Queda aullando en la puerta Cervenno
Sobre el asno, al que adornan negras bandas,
Y fúnebres penachos juntamente,
Como sombra fatídica en volandas
Se mece Malambruna lentamente,
Negro mandil, y negras hopalandas
Cubriendo al animal hasta la frente,
Parece aquella el Genio de las viejas
Montado en una tumba con orejas
De ancho cuello y cabeza,
Corto de rabo y el mirar potente,
El burro con fiereza
Parece, inteligente,
Conocer de su carga la grandeza,
Que es pieza el animal ¿pero qué pieza '
En proyectos asninos
Tal vez piensa también, y corre y salta,
Sin errar los caminos,
Sólo el habla le falta,
Como a otros, viceversa, en sus destinos
Falta el rebuzno para ser pollinos
Porque si todos los que valen fueran,
Sin hacer excepción de toga o farda,
[49]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
Con grande admiración doquiera se vieran
Asnos de casacon, y hombrea de albarda,
Y tal \ez ni estos versos me sirvieran
Para librar mi bulto de la carda,
Pudiendo en las mudanzas merecidas
Tocarme las orejas del rey Midas
Mas vuelvo a Malambruna, que al sereno
Prosigue pensativa su camino
Sobre el sabio animal, como Sileno
Cuando marchaba en pos del dios del vir»o,
Grandes planes medita, un campo ameno
De glorias le presenta su destino
Federación al uso de Guinea,
Y omnímodo poder, tal es su idea
[50]
ANTOLOGIA
CANTO SEGUNDO
EL ARMAMENTO DE LAS VIEJAS
ARGUMENTO
Por diabólico influjo van llegando
Las falanges de viejas temerarias,
El descanso y el lecho abandonando,
Donde algunas no estaban solitarias,
Malambruna y Falcomba disputando
Ceden de P aliforme a las -plegarias
Se hace una votación, calman las quejas,
Y a un consejo en el monte van las viejas
II
Llega la vieja al sitio, y el jumento,
Al que afloja la cincha y desenfrena,
Sacude el lomo, ) con sonoro acento,
Que otros llaman rebuzno, el aire atruena,
En esto, aquí y allí se ven sin cuento
Venir viejas como animas en pena,
Pareciendo a lo lejos en patrullas
Tristes bandadas de nocturnas grullas
¿No has visto cuando nube tempestuosa
Se interpone a la luz del claro cielo,
Resbalarse una sombra vaporosa
Figurando otra nube sobre el suelo 9
t51]
FRANCISCO ACUSA DE FIGUEROA
Así la muchedumbre silenciosa
Viene cubriendo el campo, con recelo
Malambruna las ve, frunce las cejas,
Y duda si 9on nubes o son \iejas
La primera que llega es Curtamona,
Vieja fornida, armada de una tranca,
Desabrochado el pecho, y por valona
De púas guarnecida una carlanca.
Vn \erso bacanal canta o pregona
Con ronco acento que del pecho arranca,
Y entre ramos de parra y de tabaco,
Por blasón de su arnés tiene al dios Baco
Sin casco ni morrión, la intensa frente
Ciñe un tosco cendal, pues su bravura
Contra débiles ninfas no consiente
Otra defensa que su tranca dura,
Mas no es el bien común lo que en su mente
La compele a mezclarse en tal diablura,
Que también ha aprendido de los hombres
De unión, ley e igualdad los vanos nombres
Siguen su marcha, en batallón unido,
Con grotescas figuras cien sayones,
Todas con el garrote prevenido,
Y con bombas de pipas por cañonea,
Con dos cueros de vino está Cupido
Bordado en la bandera sin calzones,
Y de uno y otro lado estos letreros
"El vino y el amor andan en cueros"
En esto, dos falanges aparecen,
Resonando un clarín, y una zambomba,
[52]
ANTOLOGIA
Y agitadas las auras se estremecen
Al impulso que trémulo rimbomba,
Las altas plumas al marchar se mecen
Como fúnebres carros, y Falcomba
Las precede con rústico talante,
Mostrando su altivez en el semblante
De sus ojos sañudos y agoreros
Vaga la torva luz en dos cavernas,
Que a merced de dos parpados ligeros
Se apagan o se encienden cual lucernas,
Un mandil como le usan los hacheros
Le cubre desde el pecho hasta las piernas,
En las que choca, y suena formidable.
La vaina de latón del ancho sable
De cuero de tigre tiene
Las botargas y el ropón,
Y un rojo moño en la gorra
En forma de coliflor.
Capaz de embestir se mira
No sólo a ninfas, sino
Al toro que echando llamas
Puso en conflicto a Jasón
Comadre de Malambruna,
Y envidiando su esplendor,
En su honda idea fermentan
Los planes de su ambición
Pues doquier que el diablo mete
La cola, siempre se vio
Surgir con feroces iras
La discordia y desunión
[53]
FRANCISCO ACtTttA DE FIGUEHOA
Trescientas viejas comanda
De afpecto altivo y feroz.
Que armadas hasta los dientes
Inspiran pasmo y temor
Llegan luego, con sable y con macana,
Cien miñonas que viene conduciendo
Arcisona, fornida catalana,
De cuerpo grande y de mirar horrendo,
£1 sueño la subyuga, pero ufana
Se anima a las venganzas, v entreabriendo
Los ojos o eclipsadas claraboyas,
Decía fí ¡ Voto á neu ? ¡ morían las noy as f9>
Mas al fin, cuando apenas perezosa
Los soñolientos parpados levanta,
Apóyase en su lanza poderosa
Que hace cimbrar la enorme marimanta,
Las quijadas despliega vagarosa
Enseñando el esófago y garganta,
Y antes que el diablo en ella se le meta,
Un garabato en cruz se hace en la jeta
Otro escuadrón se ve que numeroso
Por una cuesta con silencio baja,
El son de sus pisadas pavoroso
A medido compás sirve de caja,
Le rodea y excita fatigoso
Un bulto que a los otros aventaja,
Con un sordo murmullo que resuena
Como zangaño en tomo a la colmena
Hacen alto, y el suelo desparece
Con triste velo que a la vista engaña,
[54]
ANTOLOGIA
Como sombra fatídica que ofrece
En el profundo valle, alta montaña,
Pareciera que atónita enmudece
Presagiando su ruina la campaña,
O que cubre en inmensa sepultura
Un paño funeral a la natura
Para atajar la luna esplendorosa,
Y conocer quién manda aquellas viejas,
Levanta Malambruna cuidadosa
La mano en tejadillo hacia las cejas,
Mas, 4 oh cuál es el gozo en que rebosa
Cuando en las sueltas greñas o guedejas,
En su habito parduzco y esclavina,
Reconoce a la adusta Plutomna 1
También la mira Plutonma, y cuando
La reconoce en lo alto de un repecho,
La hace señas, al viento tremolando
La negra banda que le cruza el pecho,
Corren luego a encontrarse, y en llegando
Se dieron un abrazo tan estrecho
Que abolladas corazas y rejillas,
Les crujieron a entrambas las costillas
De esta fiera alimaña es el pellejo
De cascara de nuez o burda estraza,
Su frente con siniestro sobrecejo,
Y fruncida y sin muelas la bocaza,
Las orejas en forma de conejo.
La barba y la nariz como tenaza,
Y rasas de pestañas y de cejab,
Las niñas de sus ojos son dos viejas
[55]
FRANCISCO ACUfrA DE FIGUEROA
Tal es la que comanda el veterano
Regimiento de falsas mojigatas,
De aquellas que fingiendo pecho humano
Son, según el refrán, de noche gatas,
En compacta porción cubren el llano
Amenazando al cielo con bravatas,
Y teniendo SU9 triunfos ya por ciertos,
Cantan un de profanáis a los muertos»
Vienen causando horror al mismo Marte
Las viejas de Altamora con chamarras,
Unas con su asador al talabarte,
Y con sable o lanzón, las más bizarras ,
Traen un tigre pintado en su estandarte
Que destroza a un cordero entre sus garras,
Y un bstón en las gorras ancho v fuerte
Con un lema que dice "¿Amor o muerte?"
Baja en número grande por un cerro
El fiero batallón de Salomona,
Sociedad de cuchillo y tente perro,
Donde todo demonio se empadrona,
Su música es la caja y un cencerro,
Su uniforme bombachas y chapona,
Y traen pintado en el pendón de jerga
Un fuelle, una mazorca y una verga
Van llegando, por últijuo, doquiera
Viejas a discreción y en pelotones,
Que parece que el aire las lloviera,
O que brotaran viejas los terrones,
No es solo el bien común quien las moviera,
Sino embrollas también y aspiraciones,
Pensando entre el barullo y zinguizarra,
En despojos y empleos echar garras
[56]
ANTOLOGIA
Chambrota, Flamberga,
Marcofa, Borruna,
Conmbra y Lobuna,
Cien otras, por fin,
Sin fe ni conciencia,
Por miras odiosas
Acuden ansiosas
Al fiero motín*
Regir el Tesoro
Pretende Caifana,
Zandiota la Aduana
Intenta obtener,
Contratos y abastos
Medita Garduña,
Y todas la uña
Esperan meter
No pocas aspiran
Al mando guerrero,
Las viejas, empero,
Del vulgo cerril,
Cual maquinas ciegas
Su causa defienden,
Sm ver que propenden
A un yugo más vil
Cual levantan susurro bullicioso
Los negros mangangas, así se advierte
El enjambre de viejas numeroso
En corrillos charlar de varia suerte,
Todas tratan en lance tan premioso
De nombrar generala sabia y fuerte,
Y a pesar de Falcomba, una por una
Dan sus votos y triunfa Malambruna
[57]
FRANCISCO ACÜÍ^A DE FIGtTEROA
Echando espumarajos esta arpía
Estrujar a las ninfas se propone,
Y la nudosa tranca sacudía
Que causaría espanto a Tisifone,
"A esas viles muñecas," repetía,
"El diablo ha de llevar. ¿Dios me perdone 1 "
"i Que las lleve 1 " responde en tono brusco
Plutonina la de hábito parduzco
Con unas disciplinas la beata
Que revolea en la siniestra mano
Y en la diestra un trabuco sin culata,
Infunde a todas su furor insano,
Y la nariz en forma de batata,
Henchida de polvillo sevillano
Por dos anchas ventanas lanza en torno
Espesos nubarrones como un horno
Malambruna, que al orden 66 somete,
Y que las formas remedar procura,
De su segunda el cargo allí comete
A Flamberga, de horrible catadura,
Armada de macana y de machete,
Imponente y siniestra es su figura,
Mas esta distinción, como una bomba,
Hiere la envidia de la vil Falcomba
El Cuerpo de Dragones ae destina,
Con grande aplauso, a la soberbia Andorra,
Que parece, ambulante, una tonina,
Armada de bastón y cachiporra,
La Zancuda, con sable y jabalina,
Las Húsares conduce a la camorra,
Volando en torno del fatal caudillo
Un mochuelo en lugar de CupidiUo
[58]
ANTOLOGIA
Las viejas del suburbio las comanda
La fuerte Harponda, de talante fiero,
Bordada de murciélagos la banda,
Y por dolman un cuero de carnero,
Mas alzase entre todas Veneranda,
Con plumas de avestruz en el sombrero,
Y pendiente un facón del talabarte,
Brandolfa conduciendo el estandarte
jOh, cuántas marimachos distinguidas,
De aspecto aterrador y de alma brava,
En rangos subalternos confundidas,
El nocturno planeta iluminaba*
Viejas que compitieran, atrevidas,
Con la que mas soberbia se ostentaba,
Pero que de favor o intriga exentas,
Quedaron de soldadas o sargentas
Un imbécil vejete desgreñado,
De rostro aflicto y facha hermafrodita,
Es el solo varón que se ha enrolado,
Y servir a las viejas solicita»
Yerto para el amor, e inanimado,
Su indecoroso apodo asi acredita,
Y trae por caracha, pegado al peto*
Un cartel de comedias y un decreto *
Así que Malambruna considera
Reunido su ejército ominoso,
Le contempla y se goza, placentera,
En ser móvil de asunto tan grandioso,
4 Este era un vejete imbécil, cartelero, muy conocido por
el feo apodo con que lo hacían rabiar los muchachos
[59]
FRANCISCO ACUSA DE FIGUEROA
Y sacando su ebúrnea tabaquera
Con ademán pulido y majestuoso,
Dando sobre la tapa un golpecillo,
Toma dos narigadas de polvillo
Luego, llamando al edecán vejete,
Con aquel cierto apodo denigrante,
Le ordena que \eloz como un cohete,
A la Plana Mayor cite al instante
Parte luego el estólido jinete
Sufriendo una rechifla repugnante,
Y haciendo citación por graduaciones,
Las reúne y las lleva a tropezones
"¿Qué intentará Malambruna
"Con citarnos al consejo 9
"¿Serán guerreras medidas
"0 políticos manejos 9
"¿Querrá instaurar asamblea,
"Combinar un ministerio,
"0 un club 9 " Tales calendarios
Iba cada vieja haciendo
Y ya Flamberga y Conmbra,
Y otras con envidia y celos,
Entre su circulo emplean
La influencia y el cohecho
Asi, aspira del Senado
Sandorra al primer empleo
Harponda al comisariato,
Y Arcombrota a un ministerio
[60]
i
ANTOLOGIA
De obtener la policía
Tronchuna abriga el deseo,
Mientras Falcomba fomenta
Más ambiciosos intentos.
Así, excepto las imbéciles,
Meditan, cual mas, cual menos,
Sacrificar sus conciencias
A las dietas o los sueldos.
"jO yo o ninguna r> es el voto
Que hace cada vieja, empero,
Con aparente viejismo
Disimulan sus proyectos
Treinta ancianas componen el cortejo,
De aquellas de saber más eminente,
Que acostumbran zurcir su estilo añejo
Con mucho de ¡velai, hoch, y valiente 1
Cual camina altanera, con despejo,
Cual se arrastra, pujando lentamente,
Y entre las treinta arpías o vestiglos,
Componen, ambulantes, veinte siglos
Llegan, pues, donde estaba Malambruna,
A la que hacen su venia reverente,
Y obtienen el honor y alta fortuna
De darle un beso en la rugosa frente,
Ella a hablar se dispone, cada una
Se sienta al rededor, y atentamente,
Suspensa de los labios de la vieja,
La escucha con la mano tras la oreja
[61]
FRANCISCO ACTJftA DE FIGUEROA
Pero es tan misteriosa en locuciones,
Y tal romanticismo la sofoca,
Que de puro preñadas, sus razones
Andan con las barrigas en la boca
"Capitanas " les dice, estas legiones
"Que un talismán satánico convoca,
"A una alta empresa a dirigir me obligo
"¿Nuestro es el porvenir ' l bastante os digo T
"Santa es nuestra misión, de ensueños de oro
"Surge etérea visión, con blanda brisa ,
"t Maldición y anatema r ya insonoro
"Ruge el volcán, y el caos se divisa"
A tales frases, el vetusto coro
Murmura entre raigones con sonrisa
"jVa\a ] que este demonio en sus relatos
Nos dice mucho, y nada entre dos platos
Mas ella prosiguió "Por ora dejo
"De exponer palpitante nuestro ultraje,
"Y el voto popular En el consejo
"Lo haré al extenso y en mejor lenguaje
"Esto, de mi moción, es un bosquejo
"Yo exornaré mi idea en un mensaje,
"Donde puede un ingenio que no es manco,
"Hacer lo verde azul, lo negro blanco
"Mas ya el velo nocturno descorriendo
"Viene la aurora con sus manos bellas,
"Muy pronto ante la luz despareciendo
"Se eclipsarán la luna y sus estrellas,
"Vamos a un sitio oculto, porque entiendo
"Que no debe alarmarse a las doncellas
"Aquí hay riesgo Tratemos en holganza
"El plan de la política y venganza
[62]
ANTOLOGIA
"Yace tras de aquel monte, en la quebrada,
"Un caserón antiguo y misterioso,
"Que de brujos y espectros íue morada,
"Guardado por un hondo y ancho foso,
"Alh podemos " — '^Basta' gritó airada"
Falcomba, con acento tempestuoso,
"¿Qué caserón, qué fosos, ni qué brujos?
"i Yo quiero guena abierta y no tapujos*"
Y del suelo su mole incorporando,
Ponese en pie con su lanzón de tala,
Con disimulo el sayo despegando
Que las rotundas formas le señala
Y es fama que do estuvo descansando,
Por los efluvios que su cuerpo exhala,
Cual si fuese animado Mongibelo,
Dejó tostado el pasto, y seco el suelo
Y prosigue con fieras expresiones
"¿Por qué quieres, comadre, hacer alarde
"De las formas que inventan los mandones,
"Disfrazando en lo astuto lo cobarde 9
"Ya que prontas se ven nuestras legiones,
"¿A qué fin esperar para más tarde?
"Si se alarman las jóvenes, ¿que importa 9
"Marchemos pronto, que la noche es corta
"Que vengan a la lid cuantas quisieren
"Ya el sable empuño y el ropaje enfaldo,
"Y si hombres hay que en su favor vinieren,
it i Mejor 1 tendré con ellos mi aguinaldo,
"Mas si caigo, y rae asaltan porque infieren
"Que la gallina vieja hace buen caldo,
"No haré, no, de Lucrecia el desatino,
"Aunque cada varón fuera un Tarqumo,"
[63]
FRANCISCO ACUÑA PE FIGtrgftOA
— "j Silencio i" dice la otra dando un grito,
"El Genxo del desorden te aconseja
"|Tú oponerte a los planes que medito r
"¿Es esto ser comadre o comadreja 9
"Extraño tu insolencia, lo repito,
"j Maldición a tu escándalo y tu queja'
"Pues no sé, a la verdad, como concuerdes
"Cabello blanco y pensamientos \erdes
"No es intriga, ambición ni cobardía,
"Imitar \o un consejo que en secreto,
"Bajo un orden legal, sin anarquía,
"Fije el plan de batalla más discreto.
"Y guárdate de hablar con demasía,
"Pues no te ha de valer, si te acometo s
"El chafarote que te cuelga al anca,
"Ni aunque tuvieses de Hércules la tranca "
— " 4 Cesa de hablar dislates impudentes'"
La envidiosa Falcomba respondiera,
"Tus intrigas conozco, en todo mientes
"lAquí lo digo y lo diré doquiera 1 "
— '^Respeta mi poder, momia sin dientes r "
Malambruna gritó, mas la otra, fiera
— "Esto me importas tú," dice, y altiva
Escupe al suelo y pisa la sahva
Cual zumban con susurro destemplado
Los negros moscardones, de igual modo
Las viejas circunstantes hacia un lado
Se hablan, se ríen, o se dan del codo,
Tal hay que a Malambruna con agrado
Le hace señal de aprobación en todo,
Otra a Falcomba excita a los denuestos,
Y luego por detrás les hacen gestos
£64]
ANTOLOGIA
Mas viendo la prudente Patifone
Los males que amenaza esta ocurrencia,
Entre ambas contendientes se interpone
Por cortar el escándalo y pendencia,
Y calmando los ánimos propone
Que la Plana Mayor dé la sentencia,
Si ha de ir ya a la batalla el bando viejo
O al escabroso monte a hacer consejo
La astuta Malambruna bien conoce
Que es fácil dominar a una asamblea,
Y confiada en su influjo, el alto goce
De facultades amplias saborea
Debiendo la moción votarse m voce 7
— "¿Al monte queréis ir, o a la pelea 7 "
Les pregunta, apuntando al horizonte,
Y ellas responden luego — " 4 AI monte, al monte ! "
La furente Falcomba,
Más preñada de fuego que una bomba,
Reprime, mas no aplaca,
Su despecho y su pena,
Cual mahtín que sujeto a gruesa estaca
Finge lamer y muerde su cadena
El escándalo, empero,
Cunde en las viejas con efecto fiero,
Que impune la insolencia
Se autoriza al delito
Si descubre temor en la indulgencia,
Y ya la autoridad no vale un pito
Y no más reflexiones,
Por no hacer peligrosas alusiones,
[65]
FRANCISCO ACUftA DE 51GUEROA
Y torno a Malambruna,
Que su cuerno tocando,
Al resplandor de falleciente luna
Hace marchar su ejército bufando
Las viejas comandantas gravemente
Cubren los puestos que el deber exigr»
Arrastrándose algunas lentamente,
Que la edad o el cansancio las aflige,
Montada en su pollino prominente
Malambruna, en silencio las dirige,
Unas veces delante, otras en torno,
Meditando la intriga y el soborno
Cual suele de carneros gran manada
Subir de un valle o descender de un cerro,
Cuando al caer el sol, apresurada
La conduce o arrea un solo perro*
Que si sale una oveja descarnada
La repunta y la lleva hasta su encierro,
Así mismo el ejército se aleja,
Siendo su conductor la mfanda vieja.
Las músicas van delante,
En un grupo reunidas,
Grotescamente vestidas,
Tocando sin son m ton,
Y seis cantoras sin dientes
Haciendo extrañas piruetas,
Al compás de las cornetas
Repiten esta canción
Guerreras heroicas,
Si amor oa injuria,
[66]
ANTOLOGIA
Venganza y lujuria
Os dan su furor,
Tomad represalia
De olvidos y quejas,
Y al nombre de viejas
Se rinda el amor.
CORO
Amor, con sus goces,
Nos ¡lama a la lid
¿Juremos, ¡oh viejas f
Gozar o morir f
Harto hemos sufrido
Perezcan las bellas,
Tocando sobre ellas
Violón y vwlín,
De gloria en la lucha
Cubrid vuestros nombres
Cada una diez hombres
Tendrá en el botín
CORO
Amor, con sus goces, etc.
Un santo viejismo
Nos mueve y nos hincha
jQué hermosa pichincha
Después de la lid r
Y el sexo barbudo,
Que hoy torpe nos deja,
Conozca que hay vieja
Que vale por mil.
[67]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
CORO
Amor, con sus goces,
Nos llama a la lid
l Juremos, ¡oh viejas?
Gozar o morir r
En tanto que las cucas veteranas
Siguen del monte al nuevo campamento,
Hablaré de la9 ninfas, que galanas
Se aprestan a la lid con ardimiento,
Mas, dejad que respire, pues de ancianas
Tan impregnado estoy, que ya me siento
Vieja la fantasía y con arrugas,
Y hasta el numen con canas y verrugas
[68]
ANTOLOGIA
CANTO TERCERO
EL ARMAMENTO DE LAS JOVENES Y TRIUNFO
DE LA HERMOSURA
ARGUMENTO
Inspiradas por Venus, al instante
Salen del sueño y se arman las doncellas
El mando superior tiene Violante,
Y ésta nombra las jefas de las bellas,
La batalla se da, que vacilante
Al principio se ve, mas vencen ellas,
Perece Malambruna, y las ancianas,
Para ejemplo inmortal, se vuelven ranas
III
Duerme en tranquila paz sin temer nada
El bando juvenil en la indolencia,
Mientras vela la envidia despechada
Cavando un precipicio a su inocencia,
Silfides tiernas, de ilusión dorada,
Gozan eólo entre sueños la apariencia,
Y aun estas bagatelas clandestinas
Quedan entre el misterio y las cortinas
La diosa del amor, que ha comprendido
Los peligros que amagan a las bellas,
[69]
FRANCISCO ACUftA PE FIGUEROA
Pues siempre su favor han merecido,
Sean viudas, casadas o doncellas,
Libertarlas del nesgo ha decidido,
Que es su misión el vigilar por ellas,
Así como a las hórridas curujas
Patrocina el demonio con sus brujas
Con tan vivo interés, en el instante
Mil cupidillos manda, o mariposas,
Que agitando sus alas de diamante
Saquen del hondo sueño a las hermosas,
Las instruyen del nesgo amenazante
Y del complot de viejas sediciosas,
Y ellas movidas de poder divino,
Se arman todas, y toman el camino.
El peligro a las jóvenes inflama
En justa indignación y menosprecio,
Y un grito general en todas clama
Contra el proyecto temerario y necio,
El imperio de amor, au dulce llama
Es a las ninfas de infinito precio,
Ni es dable renunciar a sus encantos,
Pues no quieren quedarse a vestir santos
Cual suelen las brillantes mariposas
Sus alas desplegar tornasoladas,
Y girando entre linos y entre rosas,
Volver del sol las luces reflejadas,
Asi la multitud de las hermosas,
Que aquí y allí se mueven agitadas,
Se reúne en un prado delicioso
Que el céfiro embalsama cariñoso.
[70]
ANTOLOGIA
Allí sus tiernas alas mil cupidos
En torno agitan con gracioso vuelo,
De las ninfas los bellos coloridos
Eclipsan a las flores de aquel suelo,
El pudor y el amor míranse unidos
Mejorando el primor de tanto cielo,
Y las abejas con afán y amores
Las rodean pensando que son flores
Entonces en su carro Citerea,
Por dos blancas palomas conducida,
Se presenta en la bélica asamblea,
De las Tres Gracias y el Amor seguida,
Los pechos excitando a la pelea,
A nombrar Generala las convida
Cosa difícil entre tanta estrella
El poder designar cual es más bella*
Si Laura ostenta de su faz serena
El amable candor, Leonor airosa
Muestra sus ojos donde amor y pena
Se aunan para hacerla más hermosa,
Cloris brilla cual candida azucena,
Lesbia se ostenta cual purpúrea rosa,
Así entre tantas bellas insegura
Parece la elección de la hermosura
La diosa del amor, que ya empeñada
En favor de las jóvenes se mira,
Toma a su cargo la elección preciada,
Y entre las bellas atenciosa gira,
Mas, fijase en Violante embelesada,
Que respeto y amor a un tiempo inspira,
Y dándole un jazmín y una corona,
Por Generala en jefe la pregona.
[71]
FRANCISCO ACUftA DE FIGUEROA
A la pálida flor que envanecida
Animarse parece en su albo pecho,
Cupido con la venda desceñida
Mira casi envidioso, o con despecho,
Y la corona de laurel tejida,
Sembrada de rubis de trecho en trecho,
Ciñe en forma magnífica y graciosa,
Como insignia de honor, su frente hermosa
Quiere Venus armarla de guerrera,
Y el arco de Cupido con su mano
Le acomoda, y le da la lanza fiera,
Que maneja en la lid Mavorte ufano,
El escudo que Palas recibiera
De Júpiter, presente soberano,
Y ajusta al cuerpo delicado y fino,
Cual talismán, su ceñidor divino
Al ver de la Generala
La grandiosa compostura,
Sin celos, toda hermosura
Le tributa aclamación,
Tres veces jviva Violante 1
Grita el ejército entero,
Sancionando placentero
La divinal elección
Mas, Violante, a quien la diosa
Inspira el don del comando,
Advierte que el tiempo instando
Esta con nesgo fatal,
Y quiere, porque las formas
De ley e igualdad conoce,
Nombrar su segunda, m voce,
Por votación general
[72]
ANTOLOGIA
Solemnízase este acto
Con patrióticas sonatas,
Y entre vanas candidatas
Divagaba la elección,
Mas, con gran ventaja, luego
Sobre todas, Clodomira,
Segunda en jefe se mira
Nombrada en la votación
Vestida de amazona, un blanco velo
Vuela pendiente del morrión dorado,
En el pavés, sobre color de cielo.
Brilla un eol de topacios esmaltado,
Toma la lanza con ardiente anhelo,
Y empuñando el acero acicalado,
Pronta \a Clodomira a la pelea,
Parece otra mejor Pantasilea
Las demás graduaciones, prontamente
La hermosa Generala allí improvisa,
Nombrando ante el ejército valiente
Del Estado Ma>or por jefe a Elisa,
Y nótese que a todas, pre\i amenté,
Les da un lazo celeste por divisa,
Pues Clons, comisaria de las tropas,
Trae provisión de cintas y de ropas
Una heroica amazona parecía,
Y con más pulidez, la rubia Estela,
Que obtiene, por su gala y bizarría,
De la guardia de honor ser Coronela,
En pos de ésta, Rosmunda se ofrecía,
Preparada con lanza y con rodela,
Que por su esbelta y majestuosa planta
Es de las coraceras Comandanta*
[73]
FRANCISCO ACUffA DE FIGUEROA
Pohdora dirige las lanceras
Ernestina y Leonor, las tiradoras*
Nice, Laura y Beatriz, las guerrilleras,
Y Octavia con Aglae, las cazadoras
Conegunda, las altas granaderas
Merece comandar, y sm demoras
A Deidamia y Clrmene da Violante
El mando y dirección del tren volante
A Lesbia inteligente y estudiosa
El cuerpo de ingeniera* se declara,
Aurelia, Minervina v Nemorosa,
De húsares mandan la legión preclara,
Las dragonas dirige Olimpia hermosa
Con su segunda la prudente Sara,
Y el cuerpo de extramuros se destina
A Campaspe, Zoraida y Eufrosina,
A Julia, Elvira y Flénda se ofrecen
Drversas graduaciones, nada oscuras,
Tisbe, Ancla mas basta, pues paiece
Que todo en mi baraja son figuras,
Ya temo que el lector duerma o bostece
Con tantas graduaciones y hermosuras,
Mas si hay alguno que en saberlo insista,
Va> a a ver sus extractos de revista
Hay sargentas y soldadas
Como Ana, Eugenia, Rufina,
Benita, Hilaria, Faustma,
Marta, Andrea y Concepción,
Natalia, Isabel, Lucía,
Paula, Justa, Sixta y Clara,
Y otras mil que yo premiara
Con bien alta graduación
[74]
ANTOLOGIA
Allí se ven Luisa, Antonia,
Rosa, Inés, Juana, Rosario,
Y otras que en el calendario
Se hallan con vulgaridad
Lmdas jóvenes que quedan
Subalternas, pues no hay duda
Que a \eces el nombre ayuda
A dar notabilidad
Ni entraré en descripciones fastidiosas
De los trajes vistosos, que es jarana
Engolfarme en las modas caprichosas
De la Tudor la polka v la romana,
Compitiendo en el lujo las hermosas,
No hay matiz de sargenta o capitana
Pues tal vez lo que falta en donosura
Suple con su oropel la compostura
Recorriendo Violante sus legiones
Cada vez mas hermosa parecía,
Inflamando los tiernos coiazones
En el fuego marcial que ella sentía
— "Vamos a exterminar esos gorriones,
"Esas viejas crueles," les decía,
"Que al buen sentido barbaras, ofenden,
"Y arrebatarnos el amor pretenden
"En el primer verdor de nuestra vida
"Marchitarnos intenta su locura,
"Y destruir en opresión temida,
"La esperanza, el amor y la hermosura,
"Sus fríos corazones, do extinguida
"Yace la sensación de la ternura,
"Arden de envidia con furor insano,
"Porque son como el can del hortelano
[75]
FRANCISCO ACUftA DE FIGUEROA
"l Caiga vencido el ominoso bando
U Y \iva sólo amor que nos cautiva 1 '*
Exclamó, su proclama terminando.
Y las ninfas doquier repiten ^Viva^"
Las músicas entonces preludiando
Una sonata bélica y festiva,
Cantan con tono eléctrico y sonoro
Esta canción guerrera en dulce coro
Amor ha rendido
Su imperio a las bellas,
Postrándose ante ellas
Tan ínclito rev,
Quien ciego se oponga
Con pecho ferino,
Del numen divino
Quebranta la ley
CORO
De amor el imperio
En nesgo mirad
¡Al campo, heroínas,
Morir , o triunfar*
Un bando de ancianas
Con fiero despecho
De amor el derecho
Nos quiere usurpar,
Ni amigas, ni madres
Entre ellas tenemos
4 Al arma 1 y juremos
Morir, o triunfar
[76]
ANTOLOGIA
CORO
De amor el imperio
En nesgo mirad
i Al campo, heroínas,
Morir, o triunfar !
Del canto el sublime acento
AI compás de un tamboril,
Y el pendón que flota al viento
Inspiran heroico aliento
A la hueste juvenil
Ese estandarte dorado
Que Argia tremola doquier
Tiene en su emblema bordado
AI fuerte Alcides postrado
A los pies de una mujer
Al reverso un tigre fiero
Rendido está y sin furor
Ante un Cupido flechero,
Y en contorno este letrero
"Nadie resiste al amor"
Así en las ninfas creciendo
Entusiasmo militan
Los pechos va enardeciendo,
Y au canción repitiendo,
Juran morir o triunfar
En esto, del ejército vetusto
Se escuchan de repente las trompetas,
Y más de cuatro ninfas con el susto
Tiemblan, y en especial las más paqueLas
[77]
FRANCISCO ACUffA DE FIGUEROA
Mag vueltas del terror, con rostro adusto,
Toman lanzas, machetes bayonetas,
Y saliendo en buen orden de batalla
Figuran ambulante una muralla
Malambruna, que estaba con intrigas
Embaucando a su chusma en el Congreso,
Inspirada repente gritó* "¡Amigas '
"i Traición, intervención 1 >o pierdo el seso,
"En pro de las salvajes enemigas
"Intervienen deidades ¡oh qué exceso !
"Ellas -vienen ¡ marchad ' " Y sin espera
Marcha en efecto su falange fiera
Por un llano espacioso, al pie del monte
Su ejército espantoso se divisa,
Sin que el nesgo la asuste ni la atonte,
Malambruna a su gente enfervoriza,
Y a su señal de avance el horizonte
Cubriéndose de polvo y de ceniza
Sin mas oste ni moste, sobre el centro
Dieron las viejas el furioso encuentro
Caen cien ninfas, que atónitas repelen
El embate de tanta cachiporra
Mas las viejas las cascan > las muelen
Sin andar con respetos ni pachorra,
A unas les dan pellizcos donde duelen,
Y ellas chillan por si hay quien las socorra,
Vuelan rizos, plumajes > guirnaldas,
Calendo unas de boca, otras de espaldas
Allí vieron las \iejas con sus ojos
Cosas que nunca vio la luz del día,
[78]
ANTOLOGIA
Y a su aspecto crecían los enojos
Que un recuerdo de envidia las movía,
Dábanles con chicotes, con abrojos,
Con cuanto Satanás Ies sugería,
Y las cuitadas ninfas diligentes
Se defienden con uñas y con dientes
Derribando Falcomba cuanto atrapa
Grita "Yo a todas derrengar rae encargo,
"Que si viene algún bobo a buscar papa,
"Va\a a las letanías por su encargo,
"Hoy las van a pagar ninguna escapa,
"Chuparan* ¡loto a Cribas' de lo amargo,
"Ninfas merengues, que lo que es doncellas,
"Como dice el refrán Dios sabe y ellas "
Esto dijo la fiera mojiganga,
Y a las jóvenes tiernas acomete,
Descargando de piedras una manga
Y manejando luego su machete,
Ella tiende a Turma y la arremanga,
A Delmira le abolla el capacete,
Derrengadas cayendo ante su furia
Nice, Laura> con Flénda y Vetuna
Malamhruna, Flamberga y Cocodnla,
Arcisona Conmbra y Turpinoja,
Borruna, y otras más, de fila en fila
Corren, asaltan, ) ninguna afloja
Revuelcan a Sirene, Aglae, Dorila,
Dejan tuerta a Zoraida, a Tisbe coja,
Mas las viejas también pagan su orgullo
Sin llevarla muy ama en el barullo
[79]
FRANCISCO ACUffA DE FIGUEROA
Ya el centro de las jóvenes cedía,
Sin poder resistir tanto garrote,
Tanto arañon y golpe que aturdía,
Tanta lluvia de piedra y de chicote,
Las viejas con horrenda gritería
Las llevan de vencida al estncote,
Cuando dos divisiones de improviso
Acuden en el trance más preciso
La prudente Violante, a quien la diosa
Las reglas de estrategia le ilumina,
Previo que aquella carga tan furiosa
Conducía a las viejas a su ruma,
Y cuando ya en la lid mas ardorosa
Agotadas sus fuerzas imagina,
Con Clodomira, a quien su escolta encarga,
Por izquierda y derecha dan la carga
Allí fue de la lid lo más sangriento,
Allí de \iejas el horrible estrago,
Que acosadas con ímpetu violento
Sienten el golpe al tiempo que el amago,
Vense orejas y dientes, por el viento,
Y nances \olar de un modo aciago,
Que en tan brusco entrevero y tremolina,
Se ve lo que es la furia femenina
Leonor, Campaspe v Deidamia,
Sara, Pohdora y Celia,
Y otras notabilidades
En graduación o belleza,
Con acertadas maniobras,
Con salerosas proezas,
[80]
ANTOLOGIA
En tan premiosos conflictos
Hacen su memoria eterna
También Clara, Eulalia, Flora,
Tomasa, Paula y Elena,
Aunque soldadas, probaron
Que no hay soldadura en ellas»
Mas con pasmoso heroísmo
La filarmónica Estela
A la indomable Falcomba
Postró en singular pelea
Pues, del hierro traspa&ada,
Cayendo la enorme vieja,
Manchó con sangrienta boca
Las plantas de la doncella
Y fue el caso que al verla tan galana
La envidiosa Falcomba, así se explica
"Si eres la Coronela filigrana,
'Xa gloria de mi triunfo es harto chica,
"Mas ya que tu soberbia necia, insana,
"Hoy víctima infeliz te sacrifica,
"Yo te prometo, como soy Falcomba,
"Tocarte en la rotunda la zambomba "
La impertérrita Estela a tal desaire
Baja su lanza, y da la acometida,
Los bucles y las plumas, con donaire
Cubren de anillos la luciente egida,
El hierro vengador hiere al socan e,
Y cae Falcomba atónita y sin vida,
Saliendo a un tiempo de su cuerpo herido
La sangre, el ser, y el último quejido
[813
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
AI gemido espantoso descaece
La vetusta falange y su fiereza.
El valor en las jóvenes acrece
Y a despartirse el entrevero empieza,
Del pendón de las \iejas se oscurece
La efímera ventaja v la grandeza,
Pero aun rotos sus fieros batallones,
Se baten en dispersos pelotones
La terrible Flamberga mujerona
Que ha perdido en el choque ochenta viejas,
Se acerca, echando votos, a Arcisona,
Y le dice — "Mujer ¿qué me aconsejas 9 99
— "i Qué he de decir 1 " responde la Miñona,
Mesándose furiosa las guedejas,
"Para lavar nuestra oprobiosa mancha,
jVoto a neu* lo que quiero e* la revancha "
Y asaltan al bajar de una colina,
A Pohbia, que andaba poco alerta,
Y, con bruto furor y hambre canina,
La iban dejando, a golpes medio muerta,
Pero acude a su amparo Celenna
Con Rosaura, Delfina y Mehcerta,
Y alh las viejas, a su impulso fuerte,
La revancha que hallaron fue la muerte
A otro lado, Corimbra, cara de osa,
Con la \erga a Dodoma sacudía,
Cuando acude Rosmunda, que ardorosa,
Derriba de un lanzazo a aquella arpía,
La ensarta por detras, y estrepitosa
Allí tuvo su mísera agonía,
Con resuellos tan ácidos y crudos,
Que su alma misma huyó dando estornudos.
[82]
ANTOLOGIA
Vio Caifana en lo recio del combate
AI vejete edecán tras de un carrasco,
Y agarrándole allí por el gaznate,
Descargóle de golpes un chubasco,
Y díjole además "|ViI botarate r
"Huye lejos de mi, que me das asco,
"Mas, i cuidado * infeliz, antes que huyas,
"Que no hagas con el susto de las tuyas"
Rechinando Arcombrota los raigones,
Pues mintiera si digo que los dientes,
Las carretillas cruje, o carretones,
Lanzando con furor babas ardientes
Y a la animosa Olimpia, mil baldones
Le dirige, con frases insolentes,
Y en su necio y furente des\arío,
La reta, cuerpo a cuerpo, a un desafío
— "Ven, 5 ' le dice, mostrándole el azote,
"Sin andarte con pulcras monerías,
"Acércate, y verás si en el cogote
"Te bailo el zapateado y las folias,
"¿Qué recelas 7 6 Ya sientes el cerote?
"Yo te daré serengue y gollerías,
"No te asustes, Olimpia, \ atropella,
"Si tienes ganas de morir doncella "
A tan torpe sarcasmo la heroína,
De pudor y de rabia sonrojada,
La lanza enristra, que terror fulmina,
Y acomete a la vieja deslenguada.
Esta, a su encuentro, airada se encimina,
Mas recibe en el pecho tal lanzada,
Que, rodando en mortales convulsiones,
Mordió con las encías los terrones
FRANCISCO ACUÍÍA DE FI GÜERO A
Rabiosa como un perro, hacia otra parte,
Manejando dos armas Plutonma,
Golpes y latigazos da y reparte
Con el palo y su santa disciplina,
Y de las manos de Argia el estandarte
Quiere arrancar con ansia viperina,
Descargándole un golpe tan furente,
Que fue a besar el suelo con la frente
Rueda Argia por el suelo, y la beata
Se arroja al estandarte, y a arañones
Quiere rasgarlo cual furiosa gata,
Al mirar a Cupido sin calzones
Mas Clariana, que llega, vengar trata
Tan sacrilego insulto y vejaciones,
Y Plutonma, que hdiai celebra,
Se levanta con iras de culebra
Va a descargar su tranca, y al momento
La acomete Clariana brazo a brazo,
La aprieta, la sofoca, y sin aliento,
La da de espaldas con fatal porrazo,
De su hábito el cordón algo mugriento
Sirve a su cuello de dogal y lazo,
Y allí expirando, en su ansia postrimera,
Sacó la lengua en forma de tijera
Montada en un chivato
La temible Brandolfa, ojos de gato,
Frunciendo hocico y cejas
Tremola el estandarte de las viejas,
Cismando una diablura,
Y alzando el chafarote,
Gritaba a voz en cuello o en cogote,
[84]
ANTOLOGIA
Con infernal bravura
'Tenga quien quiera hallar su sepultura
"Venga esa charlantina,
"Romántica y doctora Minervwa,
"Difundiendo sus tropos
"|De maldición' ¡ Satán' y otros piropos,
"Retórica sin jugo,
"Venga con su repisa
"De ensueños, talismán, y blanda brisa,
"Yo le daré tarugo,
"Aunque apele a Ducange y Víctor Hugo "
Deja, oyendo este insulto, Mmervina
A otras viejas de menos importancia,
Y enristrando la lanza se encamina
A castigar su estúpida arrogancia,
La vieja espera el choque, y se alucina
Confiada del chivato en la constancia,
Mas ruedan al impulso de un rebote
Chivo, vieja, pendón y chafarote
La vieja Malambruna, que al combate
Excitaba arrojando espumarajos,
Al ver que al suelo su pendón se abate,
Mil cebollas echó, por no echar ajos,
Y como una furiosa de remate,
Lanzando al aire furibundos tajos,
Por envidar el resto a lo que falta,
A la misma Violante horrible asalta
Rota la lanza en la tenaz pelea,
Echa mano Violante de una estaca,
[85]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
Y al nue\o trance con valor la emplea,
Que de su urgente apuro fuerzas saca,
Al fin, la vieja, como tal, f laque a
De un golpe, que los sesos le machaca,
Y cayendo enredada en su ancha ropa,
Presenta al aire la rotunda popa
Al ver aquel volumen se diría
Ser la odre más grande, o el pellejo,
Donde cuentan que Ulises conducía
Los vientos, cual si fueran \ino añejo,
O la caTa del monstruo, que tenía
Un solo ojo en la frente como un tejo,
De suerte que creyera el mismo Ulises
Que era otro Pohfemo sin nances
Viendo a su Generala ya sin vida,
Mancillado el pendón v prisionero,
De un pánico terror acometida,
Ve la falange su mortal agüero,
Huyendo aquí y allí despavorida
No hay vieja que resista otro entrevero,
Y no teniendo escapatoria alguna,
Se arrojan en tropel a una laguna
Atolladas en fango hasta el cogote,
Echan al cielo maldiciones vanas,
Mas Plutón del Averno acude al trote
A librar del conflicto a sus hermanas,
Viendo que han de morir hechas jigote,
A todas ellas las convierte en ranas,
Y al edecán vejete, de un sopapo
También lo deja convertido en sapo
[86]
ANTOLOGIA
Derrotadas las viejas, fehcita
El victorioso ejército a Violante,
Y vuelve a la ciudad entre infinita
Aclamación del pueblo circunstante,
Al compás de una música exquisita
Danzan mil cupidillos por delante
Ostentando las ninfas a los ojos
Sables, fuelles y vergas por despojos
Cien matronas también a las doncellas
Felicitan con gozo muy cumplido,
Diciendo con ardor "j Vivan las bellas 1
"Al César lo que al César es debido
Manda Apolo después que el triunfo de ellas
Se cante en un poema esclarecido
Y la sin par Dorma, a quien respeto,
A mí me encarga el celestial decreto
No valió hacerme el sordo y el morlaco,
¿Y quién será a Dorina inobediente 9
Perdona, pues, lector, si anduve opaco
En asunto tan alto y refulgente
jVrva la juventud 1 llevóse Baco
De viejas al ejército insurgente,
Y sólo añado, por obviar querellas,
Que las ancianas de hoy no son aquéllas
[67]
FHANCISCO ACUfrA DE FIGUEROA
SUPER FLUMINA BABILONIS
(Salmo)
(Traducción literal)
Sentados a la margen
Del babilonio río
Allí Sión, tu nombre
Recordamos llorosos y cautivos
Y las sonoras arpas,
Y címbalos festivos
Tristes ya y destemplados,
De los frondosos sauces suspendimos
Los que en vil servidumbre
Nos lle\aban, ¿oh indignos 1
Por escarnio intentaron
Oír nuestras canciones allí mismo
Ellos que nos trajeron
Con ignominia uncidos,
"Entonad/' nos decían,
"De Sión los cantares y los himnos "
4 Cantar 1 ¿Cómo es posible*
¿Cómo infamar, impíos,
Del Señor los cantares
En tierra ajena, y en ajenos grillos 9
[88]
ANTOLOGIA
No, Sión, y primero
Que así te dé al olvido,
Y en tu ignominia cante*
Me olvide de mi diestra, y de mí mismo
Yerta mi lengua, y fija
Al paladar indigno,
Si de ti me olvidare
Pásmese inmóvil con letal deliquio
Si no te antepusiere,
O si indolente y tibio,
Jerusalén no fuese
De mi alegría el móvil y principio
Tu ira, Señor, se acuerde
De esos infandos hijos
De Edón, cuando disfrute
Jerusalén su día apetecido.
Ellos son los que dicen
Sedientos de exterminio
( \ Hasta los fundamentos
"i Asolad, asolad sus edificios 1 "
jOh hija desventurada
Del pueblo aborrecido'
¡ Feliz quien te dé el pago
Del tratamiento vil que te debimos'
¡Oh bienaventurado
El que a tus parvulillos
Logré abzar con sus manos,
Y en la piedra estrellarlos vengativo T
[89]
ía
FRANCISCO ACUffA DE FIGUEROA
EPODO
(DE HORACIO)
Oda 7*
AL PUEBLO ROMANO 1
¿ Adonde, adonde os despeñáis impíos 9
¿Por qué empuñáis de nuevo el hierro infausto 9
¿Poca sangre latina, por ventura,
Se ha vertido en los mares v los campos 9
No para que el romano los soberbios
Alcázares quemase de Cartago,
Ni para ver cruzar la Sacra vía
Al indócil bretón encadenado,
Sino para que Roma por sí misma
Caiga arruinada como anhela el partho
¿El furor os arrastra, o ciego encono,
acaso el cnmen 9 ¡Responded insanos *
jY en su conciencia heridos se pasmaron *
Mas ellos callan palidecen mudos
jAy cuál oprime a Roma el hado acerbo,
Por el bárbaro crimen del hermano,
Cuando corrió del inocente Remo
Sangre, a sus nietos de valor sagrado T
1 Esta traducción fue hecha como por apuesta tan ce-
ñida al original que casi tiene el mismo numero de pala-
bras que él, para probar que no es Imposible traducir en
verso a Horacio sin largas paráfrasis
[901
ANTOLOGIA
AL MINISTRO DE HACIENDA
Representación
Un empleado y poeta,
(Es decir, dos veces pobre)
Que por no tener un cobre
Va pasando el sitio a dieta,
De Apolo un hijo (aunque ya
No rema este zamacuco,
Y yo abjuro de un caduco
Que en tal decadencia está,)
En fin, un bibliotecario,
Porque más claro se entienda,
Ocurre a vos, que de Hacienda
Sois Ministro Secretario
La suerte por sus caprichos
Me puso aquí, do, a fe mía,
Me hacen triste compañía
Libros, fósiles y bichos,
Siendo en el pasivo empleo,
Donde aun mi numen se seca,
Ratón de una biblioteca
Y pájaro de un Museo*
En posición tan plausible,
Donde sin socorro estoy,
Engañando e¡ tiempo voy,
Pero el hambre no es posible.
[91]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
Y en mis horas, no serenas,
Falto de rentas y auxilios,
Estoy por hacer idilios
Y venderlos por docenas
Mas tales los tiempos van,
Que temo verme frustrado
Si quiero enviar al mercado
Por tres sonetos de pan
En tanto en este Museo
La polilla hace gran daño.
Pues de gastos hace un año
La parca pensión no veo
Porque sólo aquí se vio,
Tal es mi vil f ortunilla,
Que ha de comer la polilla
Y el bibliotecario no
Y \a me causa rubor
El no saldar \ arias sumas
Que adeudo por tinta y plumas,
Papel, éter y alcanfor
Que entre bichos y perdices
Y uno que otro feto humano,
No ha) en que meter la mano
Ni en qué esconder las nances
Así, cuando está nublado,
Aunque lo demande a gritos,
No hay candela m palitos,
Porque nadie vende al fiado
[92 1
ANTOLOGIA
Suspéndese la lectura,
Porque aquí estamos, señor,
Como dijo un orador,
"Más pobres que noche oscura 99 1
Y ha llegado a suceder
Irme redondo de bruces,
Que en el íoco de las luces
No hay una para encender
Una representación
Que sobre esto he dirigido,
A vuestras manos ha ido,
Que es como rr al pozo airón
Cien veces, no una ni dos
Nieto me dijo habrá mones>
Añadiendo a estas razones
Pregúntaselo a Muñoz
Vos os mostraréis galán
Conmigo, pues he sabido
Respetar vuestro apellido
Sin acabarle el refrán
De embarazos recargado
Os halláis, 9m ser partera,
Bien lo sé, pero hoy siquiera
Sacadme de este preñado
1 Alusión fuertemente satírica a las mismas palabras pro-
nunciadas en un solemne discurso ante las Cámaras Legis-
lativas
[981
FRANCISCO ACUSA DE FIGUEROA
Sacadme de él como amigo,
Que estoy a tres menos cuarto,
Pues si completáis el parto,
Me habréis cortado el ombligo,
Que yo, si el numen me sopla,
tina oda os dedicaré,
Donde el favor pagaré
A razón de real por copla
En fin, mientras se decreta
Mi macarrónico escrito,
De vuecencia me repito
Un empleado y poeta.
[94]
ANTOLOGIA
A AUGUSTO VOLVIENDO DE ESPAÑA
|De Horacio)
Oda 16 — Libro III
El César, 4 oh pueblo 1
Que el lauro alcanzó,
Lauro que se compra
Con muertes y horror,
Hoy cual nuevo Alcides,
Entre aclamación,
De España a sus lares
Vuelve vencedor
La esposa que sólo
Cifra en él su amor,
Salga, y a los dioses
Rmda su oblación,
Y salga la hermana
Del claro campeón,
Y madres llevando
Sus hijos en pos,
Las madres de aquellos
Mancebos de honor,
Que hoy vuelven ilesos
Con alto blasón
Todas adornadas
Vengan en unión,
Con vendas y cintas
De vario color.
Jóvenes y esposas,
Asistan mas no
Profieran palabras
De infausto dolor.
[95]
FRANCISCO ACUÍÍA DE FIGUEROA
Para mí esta fiesta
Es de tal valor,
Que de mis zozobras
La imagen borró.
No temo asesinos
Ni conspiración,
Reinando en el orbe
César senu-dios
Trae, paje, coronas
Y ungüentos de olor,
Y de vino añejo
Aquel tinajón,
Aquel que recuerda
La Mar&a invasión,
Si es que de Espartaco
Alguno salvó
jAnda T y a Nerea,
De angélica voz,
Di la que se adorne
Presto y con primor
Que vuele . y si acaso
Te hace dilación
Su necio portero,
Marcha tú veloz
El albo cabello,
jAh' ya mitigó
De choques y riñas
Mi antigua afición,
Que en el consulado
De Planeo leso no T
Tal no sufriría
Mi joven ardor.
[96]
ANTOLOGIA
LOS DECRETOS PILATUNOS
Letrilla satírica
— El que firma, Subteniente
Del Miguehsta partido,
A Portugal ha venido
Con el tenaz pretendiente,
Allí por cierto desmán
Me armó el demonio un proceso,
Y por librar mi pescuezo
De pasarme logré el plan,
Por tanto de Capitán
El grado y un sueldo pido
— Concedido.
— Yo, Teniente mutilado
De Mafra en la resistencia,
Hoy rae miro en la indigencia,
Sin destino y arruinado
Ya he vendido hasta el sombrero,
Menos sable y espingarda,
Y ahora el empleo de guarda
Reclamo, o el de portero,
Que, según k ley, espero
En justo premio lograr»
— No ha lugar
— Yo, cuando el riesgo noté
De esta ciudad y sus bravos,
IW]
FRANCISCO ACUSA DE FIGUEROA
Dije no, {para los pavos 1
Y al continente emigré
Mas cambió la situación,
Y ahora vuelvo gordo y sano
A reclamar, como es llano,
Mi antigua colocación,
O alguna administración
En que gane lo perdido
— Concedido
— Yo hacendado, ya indigente,
Pues bienes y hogar perdí,
Un mal cuarto conseguí
En la finca de un ausente
Mas él vuelve a aparecer,
Cambiando de escarapela
Y echarme a la calle anhrla
Con mig hijos y mujer,
Pido esa orden su a ^ender,
O una pieza en qué habitar.
— No ha lugar
— El que firma reunió
Letras y liquidaciones
Hasta cien mil patacones,
Que a uno por ciento compró
A entregar esto se allana,
Y cien onzas al contado,
Siendo del total pagado
En acciones contra aduana,
Y además, hoy o mañana
Se mostrará agradecido,
— Concedido.
[98]
ANTOLOGIA
— Yo, huérfana de un Mayor
Que murió con gloria y prez,
Sigo litigio ante un Juez
Contra un neo usurpador ;
Mas como no tengo un cobre,
Y el Escribano me hostiga,
Triunfa mi parte enemiga
Aunque justicia me sobre
Pido información de pobre
Para poder litigar
—No ha lugar
— Yo aquí en Lisboa sufriendo
El sitio, sigo a la capa;
Soy de agiotistas el mapa,
Con los ministros me entiendo
Pido que se me conceda,
Suspendiendo las guerrillas,
Sacar cinco carretillas
Cargadas con cuanto queda;
Y unos sacos de moneda
Que aquí agenciar he podido
—Concedido.
— Después, señor, de perder
Mi esposo y cuanto tenía,
Enferma el doctor rao envía
AI campo a convalecer
Y pues del sitio el rigor
Parece que se ha templado,
Pues que algunos han logrado
Sacar cosas por mayor;
Yo, de fariña, señor,
[99]
FRANCISCO ACUÑA DE F1GUEROA
Pido una bolsa llevar
— No ha lugar,
— Yo, de Monteiro Deán,
Reclamo, justificados,
Medio millón de cruzados
Del tiempo del rey don Juan
La suma es gorda; entretanto
Todas son habas contadas
Tanto de picos y azadas,
De azadas y picos tanto.
El principal sin quebranto
Pido, y el premio vencido
— Concedido
— Yo, la viuda de un valiente
Que en Counbra pereció,
A quien la Junta votó
Un mauaoleo esplendente,
Hoy destituida me veo
Con mi prole numerosa,
No exijo, señor, gran cosa
Tan sólo un luto deseo
En lugar del mausoleo
Que el muerto no ha de gozar.
— No ha lugar
— El que suscribe, editor
Del Libre, hoy desengañado,
Con el ministro ha pactado
No ser más opositor
Mas como los liberales
Se le borran, justo es
Le abone el gobierno al mes
[100]
ANTOLOGIA
Dos mil cruzados cabales,
Y dos mil también mensuales
Para reclutax partido*
— Concedido.
— El de la Escuela Normal
Preceptor, que ésta suscribe,
Hace un año no recibe
Para gastos ni un real,
Hasta hoy suplió su bolsillo
Tinta y papel sin pedir,
Mas ya no puede seguir
Siendo el sastre del Campillo,
Pide, pues, un Bocomllo
Para poder continuar
— No ha lugar,
El infrascrito, el vestuario
Dará, y también las raciones,
Mas en precio y condiciones
No intervendrá comisario
Si da por paño, pañete,
O por pan francés, pan bazo,
En vino torcido acaso
La indemnización promete,
Pero en plata, no en billete,
Le han de pagar, mes cumpbdo
— Concedido
— Yo el derecho de un impuesto
Compré al gobierno, y pagué,
Y ahora un tercero se ve
Que en posesión de él se ha puesto
Tendría el Gobierno urgencia,
[101]
FRANCISCO ACtWA DE FIGUEBOA
Y aun si se quiere, razón,
Pero la restitución
Es de ley y de conciencia,
Yo espero que mi acreencia
Se ajuste y mande pagan
— No ha lugar
— Yo, Vocal por Santarén,
Que a cuanto el poder desea
He sido el miembro así sea,
Pues a todo he dicho amén,
A tres deudos que protejo
De las armas libertar
Quiero, pues no es regular
Que aventuren su pellejo,
Pido un cargo de manejo
Para cada protegido
— Concedido
— El guardacostas firmado
Vanos buques apresó,
Que traficando encontró
En el litoral bloqueado,
Leyes vigentes y expresas
Autorizan su derecho,
Y en pro del Gobierno ha hecho
Sus marítimas empresas,
El debe por buenas presas
A esos buques declarar
— No ha lugar.
— Yo a la escuadra abastecí
De te, manteca y jamones,
[102]
ANTOLOGIA
A ochenta mil patacones
Sube mi alcance hasta aquí
Si el vulgo el gasto critica,
¿Qué importa ? Nada se pierde
Perro que ladra no muerde,
Según _ el adagio explica,
El que firma, pues, suplica
Ser del total resarcido
— Concedido
— Yo, nacional, lograr quiero
Un cargo que me disputa
Otro, que a un tiempo disfruta
De tres naciones el fuero
Político camaleón
A todo rumbo hace vela,
Pues para él la escarapela
Es mueble de quita y pon,
Yo espero en mi pretensión
La preferencia alcanzar
— No ha lugar
— Yo, fidalgo a par do Rey,
Tengo unos doce criados 9
Que del servicio exceptuados
Deben ser por justa ley
Además, contra exacciones
Guardo el fuero en mi baúl,
Pues con los de sangre azul
No rezan contribuciones ,
Reclamo ambas exenciones
Que hoy quieren darse al olvido
—Concedido
[103]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
— Al ver tanta embrolla, algunos
Gritan desde el Duero al Tajo
[Basta de intrigas 1 ¡ Abajo
Los decretos pilatunos 1
De la plebe los tribunos
Pusieron otro a mandar,
Quien, más sabio, y por no errar,
Trató de salir de aprietos,
Poniendo así sus decretos
— Concedido No ha lugar 1
1 Esta sa 4 ira fue escrita en el largo sitio de Montevideo
en 1847 peí. o por las circunstancias delicadas y por ser tan
evidentes l^s abusiones que presenta no se determinó el
autor a publicarla El mérito de esta composición sólo puede
conocerse en el teatro mismo y en la época de los sucesos
£104]
ANTOLOGIA
LA JUSTA INDEMNIZACION
MEMORIAL PRESENTADO A UN MINISTRO DE
HACIENDA
AI ilustre ciudadano
Que en mi aprecio es distinguido,
De Gobierno y Hacienda
Fiel Secretario y Ministro
Al que por la patria haciendo
Mil eminentes servicios,
A la emulación no deja
Ni pretexto ni motivo,
£1 cual es ante las damas
Como la nieve en estío
Unos dicen que en lo puro,
Y otros que en lo derretido,
En fin, a vos, digno Béjar,
Que unís de un modo conspicuo
A la honradez española
El oriental patriotismo,
A vos llega el que suscribe,
Ex Bibliotecario antiguo,
Hoy Tesorero con trampas
Y vate sm vaticinios,
13
[105]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUKROA
Pues aunque allá entre folletos
Aprendí mil acertijos,
El de Tesorero in albis 9
Ese no estaba en mis libros
Es el caso, que sirviendo
Siete años, o siete siglos,
Del Museo y Biblioteca
Los literarios destinos,
Donde me iba disecando
Como las momias de Egipto,
Entre el polvo de IdS obras
Y el alcanfor de los bichos,
Un día en que el claro Febo,
0 el sol, en prosaico estilo,
Templó del mes de betiembre
El ya decadente frío,
Quitándome por molesta
La capa, [fatal destino T
Capa de vanos misterios
Fiel confidente y testigo,
En un polvoroso estante
Guárdela, y la eché en olvido,
Donde yació cinco meses
Sobre Horneros y Virgilios,
Y cuando yo imaginaba
Sacarla un día con brillo,
Impregnada en los destellos
De tan ilustres vecinos,
[106]
ANTOLOGIA
Frustrada vi mi esperanza,
Pues eDa en su hondo retiro
A la polilla y ratones
Sirvió de pasto y de nido
Y ora que de aquel panteón
De pastas y pergaminos,
Salgo como ánima en pena
A un purgatorio de vivos,
Ora que a ser Tesorero,
(Nombre sonoro y vacío)
Me trajo Dios, por que fuese
Contradicción de mí mismo,
Al dar el adiós postrero
A fetos, conchas y libros,
Sacando a la luz mi capa,
Vi la luz por mil resquicios
Mi capa, que dos inviernos
Cuenta apenas, va hecha un cribo,
A mi vista, t av Dios^ se ofrece
Víctima de viles bichos
Rugosa, manchada, ¿oh cielos 1
Séame aquí permitido
El ¡ hei mihi qualis eral?
Decir como Eneas dijo
He aquí los lucidos gajes
Que saqué de aquel destino,
Donde he vegetado, a riesgo
De apohllarme yo mismo
[107]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
Salí de él vendiendo horchata,
(Que otro vendiera los libros)
Y tan aviado de ropa
Como Adán del Paraíso,
Pues hasta el fraque, señor,
Sin relevo en su servicio,
Si se ríe por los codos
Suspira por los bolsillos
Por tanto, y a buena cuenta
De mis cien sueldos vencidos.
Pues no es dable entre cristianos
Dejar a uno sm un cristo,
Y en justa indemnización
Del contraste susodicho,
Para hacerme fraque y capa,
El paño y el forro pido
Una orden al asentista
Me basta, y habréis cumplido,
Porque vestir al desnudo
Nos lo manda el catecismo
0 91 esto os parece duro,
Adoptad el blando arbitrio,
De irme indemnizando a pausas
Con los veinte mil del pico
Pues vos, como economista,
Si para un trompo hay cien niños,
Sabréis hacer con tres panes
Lo que hizo el Señor con cinco
[108]
ANTOLOGIA
Y, en fin, para obviar reclamos
De esta clase, otro sí pido,
Que de gatos y de trampas
Sea el Museo provisto;
Pues, sino, a mi sucesor
Temo que al menor descuido
Roan la pierna de palo
Subterráneos enemigos 1
Todo es justicia que espero
Del gran Mecenas y amigo,
Que es de Gobierno y Hacienda
Fiel Secretario v Ministro
1 Había sucedido al autor en el cargo de Bibliotecario el
Capitán Regúnega» inválido, con una pierna de palo
[109]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
A UN NIÑO PEQUFÑO
Ofrenda de un libro
Bella criatura
Amable Adolfito,
De tus tiernos padres
Delicia y cariño,
Tú que a los tres años
Apenas cumplidos
Anuncias destellos
De un genio exquisito,
Por grato Tecuerdo,
Delicado niño,
Recibe esta ofrenda
De mi afecto fino
Recibe y entrega
A mamá este libro.
Que allá cuando crezcas
Te acuerde a tu amigo
Cuando en la lectura
Te halles expedito
Y que fácilmente
Leas de corrido,
Entonces te encargo
LeaB con ahinco
Esta obra excelente
Que ahora te dedico
Tal vez para entonces
Yo, que esto te escribo,
[110]
ANTOLOGIA
Descanse en las sombras
Del sepulcro frío,
O en tierra extranjera,
Sm nombre ni asilo,
Tú ignores mi suerte
Y yo tu destino
Porque en este mundo
Como un laberinto,
Donde por mil sendas
Vagamos perdidos,
Curioso, algún día
Tal vez Adolfito
Pregunte a sus padres
"¿Quién me dio este libro 9
¿Qué prendas tenía 9
¿De qué tierra vino 9
¿Qué nombre, qué se5a§
Tuvo ese individuo 9 "
Entonces aquéllos
Si, como imagino,
Mi afecto y memoria
No han dado al olvido,
Dirán "jYa no existe 1
(Soltando un suspiro)
F era su nombre,
Y F su apellido,
Túvote en sus faldas
Cuando pequemto,
Y con tus monadas
Quedaba embebido,
Siempre consecuente
A nuestro cariño,
Se vanagloriaba
De ser nuestro amigo
[111]
FRANCISCO ACUÑA DE PIGUEROA
Era algo trigueño,
De rostro festivo,
De talle mediano,
Ni grande ni chico,
De nariz y boca
Un poco provisto,
Y el lacio cabello
Algo enrarecido,
Eran apacibles
Sus ojos, y vivo9,
A veces locuaces
Y a veces dormidos,
Su rostro era feo
Mas no desabrido,
Sino que inspiraba
Confianza y cariño,
Tuvo algunas veces
Defectos y vicios,
Mas su alma era noble,
Su pecho sencillo,
Un lunar tenía,
Con vello crecido,
Fijado en el medio
Del diestro carrillo,
Su acento era suave
Y asaz expresivo,
Mas una dolencia
Le puso ronquillo,
Usaba antiparras,
Tomaba polvillo,
Y era con las damas
Atento y rendido,
No era su carácter
Adusto ni esquivo,
£ 112 3
ANTOLOGIA
Así era de todos
Amado y bienquisto,
Contaba mil cuentos
Con sus ribetillos,
Dejando lo exacto
Por lo divertido,
Formaba renglones
Largos y chiquitos,
Y se le antojaban
Versos peregrinos
No invocaba a Apolo
Por ser masculino,
Y sólo a las Musas
Pedía su auxilio
Obtuvo un empleo
De honor y lucido,
Y hallóse repente
Sin cargo ni oficio
Sensible y muy franco
En sus extravíos,
Tuvo algunas faltas
Mas nunca delitos
Que en aquellos tiempos
De lucha y partidos,
El hombre más cauto
Se vio en compromisos
Fue un tanto irascible.
Mas no vengativo,
La ofensa olvidaba
Mas no el beneficio
En fin, del retrato
Siguiendo así el hilo,
Tendrás una idea
Del desconocido."
[113]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
Tu dirás entonces
"i Pobre don Francisco,
Que a más de ser feo
Fue tan picanllo'
A pesar de todo,
A amarlo me inclino,
Sin duda fue amable,
Pues fue vuestro amigo "
Y entonces ansioso
Tomando este libro,
Tendrá su lectura
Mayor atractivo
Los nobles ejemplos
Que en él se han escrito,
En tu tierno pecho
Queden esculpidos
Si de repasarlo
Te viene fastidio,
Ciérralo y tus padres
Te sirvan de libro
Hallarás en ellos
Rasgos exquisitos,
Y de las virtudes
Un ejemplo vivo
Sea el fiel modelo
Tu padre y mi amigo,
Do aprendas virtuoso
A ser como ha sido
Serás, si le imitas,
Laborioso, activo,
Ciudadano honrado,
Buen padre y buen hijo
Serás decoroso
Sin ser presumido,
[114]
ANTOLOGIA
Cuidando del alma
Y no de atavíos.
Y en tu amable madre
Tendrás un hechizo
De heroicas virtudes,
Gracias y atractivos
En fiel maridaje
Verás reunidos
Candor y belleza,
Respeto y cariño
De un raro talento
Fue bello prodigio,
Sin envanecerla
Su mérito mismo
Bella y candorosa
Como ángel divino,
Su mirar disipa
Las sombras del vicio
En estos modelos,
¡Oh Adolfito imV
Aprende y de todos
Veráste querido
Sigue sus ejemplos.
Sigue sus caminos,
Bella criatura,
Amable Adolfito
[115]
FRANCISCO ACUÍÍA DE FIGUEROA
CANCION GUERRERA DE LOS BATALLONES
DE NEGROS
CORO
Batayone de sanóle flicana,
Ya len fíelo nimigo si ve,
Que a legueyo se toca é tambóle
Nem pedimo, nem danto cual té
Len bandilo sondado de Losa, 1
Quen pluíana lo suelo ohentá,
Ya aehento de sangle, é de lobo,
Se plesenta que viengue no más
Compafielo jvitoha siguala 1
Plepalemo len sable é fusí,
Ene sanja, palele é cañone, 2
Tulo seye sen viene a molí
CORO — Batayone, etc
No melece se yama gentino
Ni ohentale, ese chuma luín,
Ni Bondado, que son solomente
Baluyelo di bando losín
Mandisíone, é balaso soble eye,
So bandilo de lasa infená 3
Que Ion pueblo indefenso clavisa,
É se yama lempué felelá *
CORO — Batayone, etc
1 Rosas
2 Palele es la muralla
3 Haza
4 Federal
[116]
ANTOLOGIA
Camundase, Banguela, é Monyolo,
Congo, Mina, é de tulo nación
Non so vile pintóle como eso
Abóyalo di Masa-molón.
Lo Gupeno, lan leye é Livela,
Sotenguemo contla eso losín,
i Fuego, fuego r pue si eye non gala B
A tulito non toca é violím
CORO — Batayone, etc
Ese Blunu pilata, ese cojo, 6
Ma mejole si manda muía,
Pue linglese señó Comololo 7
Lo casüga si vueve á juliá 8
Si elle alunan den dulo y palejo,
Ya se puele amalá é casón
CORO — Batayone, etc
Sabeíemo lo puesto gualda,
É si aquelle sen viene a la caiga
Len dalemo den fuete a chupa
No ponguemo la bota con eye,
Lo hacelemo la tiela moldé,
É á len vile calancho é latone e
Len dipojo delemo lempué.
CORO — Batayone de sangle fhcana, etc
5 Nos agarra
6 Brown
7 Comodoro
8 A judear
9 Ratones
Se plepala tambiene á lasión,
Ma que somo de negla colóle
CUTI
FRANCISCO ACU»A DE FIGUEROA
A UNA VIEJA CULTIPARLA Y A SU HIJA
MODESTINHA
Soneto
Basta já dona Joana T pois me impesta
Esa elocuencia exótica, e pedante,
Ea, longe de mim 1 Va lá a um vergante
Que ature a disercao de sua Modesta
Que ella seja, ou que finja o ser honesta,
Que falle em geographia, que ella cante,
Que saiba poetizar nao e bastante,
Pois tem a cara feia e indigesta
De nada, pois, lhe vale o ser doutora,
Que para dizer vosBa, diga vestra,
Falando o seu latim mmha senhora
A gente de hoje em día é muito destra,
Da cara, e nao da falla se namora,
E nao quer para Sogra a abelha-mestra 1
1 La abeja maestra es palabra muy significativa y bur-
lesca en portugués, para indicar una vieja astuta y sagaz
para un negocio
[118]
ANTOLOGIA
LAS NIÑAS DE LOS OJOS
Enigma
En un pupilaje estrecho
Dos hermanitas están,
En dos conventos iguales
Que rige un mismo guardián
Sin salir gozan del mundo
Por ventanas de cristal,
Que a una misma hora se cierran
O se abren de par en par
Siempre cual niñas se tratan
Aunque tengan mucha edad,
Pues bailan, ríen o lloran
Con grande facilidad
[11»]
FRANCISCO ACUftA DE FIGUEROA
EL EMBUDO
Enigma
Con disforme boca y vientre,
Insaciable en el beber,
Licor ninguno le basta
Pues nada le para en el
Bebiendo continuamente
Nunca saciado se \e,
Pues primero llenarían
Las Danaides su tonel
Cuando no bebe he ores
No puede tenerse en pie,
Y boca abajo lo ponen
Cual si sufriese embriaguez
Finalmente, a nombre suyo,
Aunque no es Papa ni rey,
El hombre en ventaja propia,
Ha formado cierta ley
[120]
t
ANTOLOGIA
EL AJUSTICIADO
Cuadro poético
¿Silencio 1 ya se aproxima
El Inste acompañamiento,
Ya se escucha sordo y lento
El enlutado tambor ,
Ya con ecos de agonía
La triste campana gime.
Y en lo hondo del pecho imprime
Vibraciones de dolor
Y en las calles y balcones
Vanos grupos se aglomeran,
Otros en la plaza esperan
Donde un cadalso se ve
De bayonetas cercado,
Hacia ese objeto espantoso
El séquito silencioso
Se mueve con tardo pie
Allí en medio, encadenado,
Se arrastra, que no camina,
El mísero a quien destma
A morir la sociedad
En sus manos temblorosas
Lleva un crucifijo santo,
Que besa, y baña con llanto,
Implorando su piedad
14
[121]
FRANCISCO ACUftA DE FIGUEROA
Fúnebres salmoB y preces
Entona en voz baja el clero,
Y él apura el cáliz fiero
De negra ) amarga hiél
Mientras la fatal campana,
Que atormenta sus oídos,
Le anuncia en nuevos gemidos,
Que la agonía es por él
jHelo allí con la mortaja
Con que ha de ser sepultado T
Ya no tiene el desdichado
Ni esperanza de salud
Delante va el pregonero
Publicando su delito,
La escolta marcha en circuito,
|Y por detrás su ataúd ]
Ya sin tino sus miradas
Vuelve en torno, o alza al cielo
Ya se anima, o sm consuelo
Le abate su languidez
Los pasos que da, quisiera
Deshacer ¿fatal destino 1
¿ Oh, cuán corto es el camino
Que anda por la ultima vez 1
Con rapidez espantosa
Vuelan para él los instantes,
Que hundido en los vicios ante»
Malgastaba sin sentir,
Mientras la tardanza acusa
El vulgo con impaciencia
¿Ay, cuánta es la diferencia
De morir a ver morir'
r 122]
ANTOLOGIA
De nuevo el pregón su crimen
Publica y también su pena
¿Fue asesino! y le condena
La ley a nombre de Dios
Y hoy ella para escarmiento
Le asesina de esta suerte,
Como si el mal de una muerte
Se remediase con dos
Con blanca banda ceñida
La candad le rodea,
Le asiste, y con él emplea
Ceremonias de piedad
l Candad T j nombre ilusorio,
Cuando en su bien nada influye,
Ni le salva, ni destruye
La espantosa realidad '
En tan horrible conflicto,
Repelido ya del suelo,
Sólo un asilo, un consuelo
Encuentra en la religión
El sacerdote le exhorta
Su alma se ablanda, se mueve,
Y para el cáliz que bebe
Dios le da resignación
Pálido como un cadáver,
Lleva de la muerte el-sello,
En desorden el cabello
Se ve en sus hombros flotar
Un sudor de hielo en gotas
Baña su lívida frente,
Cuando oye sordo, y repente,
Otro tambor redoblar
U23]
FRANCISCO ACUttA DE FIOUEROA
Ya el convoy fúnebre llega
Y entra con marcha pausada
Al cuadro de tropa armada,
Que se abre y lo encierra en él.
Cual serpiente que a su presa
Fascina, arrastra y traidora
La traga viva, y devora
Con diente ansioso y cruel
A esa victima en sus lazos
Ya la serpiente asegura
¿Quién la salva, joh desventura 1
De entre ese abismo de horror 9
Alza el misero la vista
Y sus fibras se estremecen,
Cuando infaustos le aparecen
Cadalso y ejecutor
Allí está el fatal banquillo
Que será su último asiento ,
Allí el horrible instrumento
Que quebrante su cerviz,
Allí ve la horca infamante,
Que por más horror se emplea,
Donde su cadáver sea
Espectáculo infeliz
Un sordo murmullo entonces
Vaga entre el necio gentío
¿Si sabrá morir con brío 9
¿Si estará tranquilo o no?
Curiosidad insensata
En ocasión tan funesta,
Expresión bien manifiesta
Del que sm alma nació
[124]
ANTOLOGIA
¿Qué tranquilidad se exige
Del que criminal se advierte,
Ante una afrentosa muerte
Y el juicio de la deidad?
Esa quietud en tal reo,
No es posible, interiormente,
Si la goza, está demente,
O no cree en la eternidad
Bien puede con faz serena
Marchar al suplicio infausto,
El que muere en holocausto
Por su patria o su opinión,
Mas el que al cadalso lleva
El sello vil de un delito
Apenas, si está contrito,
Logrará resignación
Mas ya el mísero reo, cuya vista
Divaga en azorada estupidez,
Para oír su sentencia, en medio al cuadro,
Se postra de rodillas ante el juez
Y aunque cada palabra le atraviesa
Como un dardo de plomo el corazón,
Quisiera el desgraciado a ese martirio,
Sin moverse de allí dar duración
4 Triste y vano deseo 1 Ya oficiosa
Le levanta y conduce la hermandad,
Le sirve de sostén* • ¡fatal servicio,
Que para él es rigor, no caridad!
1125]
FRANCISCO ACtTftA DE FIGUEROA
Mas, él detiene el paso Su cabeza
Bambolea abrumada en su cerviz,
Y un licor que le embriague o le conforte,
Pide a los que le llevan ¡infeliz'
Ese frágil cristal que al labio llegas
Tendrá más duración que no tu ser,
Ya no verás el prado, el mar, las flores,
Ni ese sol para tí vuelve a nacer
La lámpara, que débil te alumbraba
De la triste capilla ante el altar.
Aún exhala destellos y tu vida
Primero que su luz se ha de apagar
Fatídico el reloj de la alta torre
Marca ya por instantes tu existir
Hoy, temblando, sus horas has contado,
Mas, la que va a sonar, no la has de oír
Terrorosos fantasmas los oídos
Te atormentan con eco sepulcral,
Y por doble suplicio ven tus ojos
Las víctimas, la sangre y el puñal
Tu muerte y tus delitos, para ejemplo,
Las madres a sus hijos contarán,
Mas los tuyos, temiendo la ignominia,
Su nombre deshonrado negarán
La muerte con la infamia y el recuerdo
De esa prole infeliz, colman tu horror*
Bien puedes exclamar en tu amargura,
Que no hay dolor <rue iguale a tu dolor
[126]
ANTOLOGIA
Alevosos bandidos, que en la sangre
De una víctima inerme os complacéis,
l Desistid o temblad 1 de un asesino
El premio y la lección aquí tenéis
Y si luego la ausencia del cadalso
Disipa en vuestras almas el terror,
j Dios inflame mis versos, que os conmuevan
Cual presente patíbulo de horror*
Mas, joh trance fatal 1 va esta sentado
Do el cáliz va a apurar de 9angre y hiél,
Se horripila su cuerpo en el banquillo,
Y el verdugo prepara el torno en él
Ya el férreo corbatín le ciñe al cuello
Todos de allí se apartan con pavor,
Y el credo de la fe, con voz pausada
Entona el sacerdote auxiliador
Impasible y atento está el verdugo
Con la mano en el tomo, y al oír
La palabra fatal, al desgraciado
Las vértebras del cuello hace crujir.
Convulso se estremece, de su boca
La lengua amoratada cuelga ya,
Dilátanse sus miembros ¿oh, qué espanto*
He allí el ajusticiado i muerto está'
[127]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
DOS ANAGRAMAS
Proposición
La intervención inglesa
Resoluciones
1* Allí ves negra intención
2* Intrigas vienen con ella.
IGUAL ANAGRAMA CON UNA SILABA MENOS
Proposición
Intervención inglesa
Resolución e»
1* Es intención negra vil
2* Le convienen intrigas
[ 128 3
ANTOLOGIA
OTROS DOS ANAGRAMAS MEJORES QUE TODOS
Proposición
La intervención anglo-francesa
Resolución
Lleva farsa con negra intención
Proposición
Deseada intervención de Francia
Resolución
Es ficción eterna y nada en verdad
ANAGRAMA A LA INTERVENCION
Proposición
Intervención anglo-francesa
Resolución
Leve farsa con gran intención
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
OTRO ANAGRAMA MAS CURIOSO
Proposición
Intervención mgleaa — Toda de misterio o dolosa fe
Resolución
Virgilio no* lo dice "Timeo dañaos et dona ferentea"
MEJOR
Miro ese torcido intento, o veo la torcida falsedad
non
i
ANTOLOGIA
LE CONSUL DEVOISE
Anagrama cnn las mismas 1 Piras
Son ccl se devoile
ANAGRAMA SOBRE LUIS NAPOLEON
El Presidente Republicano Luis Napoleón
Resolta por anagrama
L' opinión pour Télu n ! eBt pas bien déclarée
OTRO
AL SEÑOR DUCHATEAU
Bon monsieur Berlín Duchateau
Resulta por anagrama
Tnbut dTionneur á ce nom si beau
[131]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
ILUSIONES DE LA AUSENCIA
Canción
Gima el alma, y el tríete gemido
En las alas del céfiro vuele,
Y a mi amado las penas revele
Que en la ausencia padezco por eL
Este acento de amor dolorido
Reanime su dulce ternura,
0 en su seno derrame amargura
Si me fuere perjuro y cruel
En mi idea subsiste presente
El momento de amarga memoria,
En que viera turbarse mi gloria
Al decirnos el último adiós
1 Dulce gloria de amor inocente T
Nuestras almas de acuerdo y unidas,
De un afecto simpático heridas,
Una sola formaban las dos
En la serva, cansado y errante
El viajero la fuente apetece,
Y el marino la luz que amanece
Entre fajas de rubio arrebol
Yo en zozobras también anhelante,
Fatigada, sin tino me veo,
Y un objeto con ansia deseo,
Que es de mi alma la fuente y el soL
[132]
ANTOLOGIA
Solitaria, cual triste avecilla
Que en su nido desierto lamenta,
La esperanza tan sólo me alienta
De esa gloria que tuve y perdí
Sollozando del mar en la orilla
Yo repito su nombre, o a solas
En la arena lo escribo, y las olas
Murmurando se alejan de mí»
En la noche contemplo extaaiada
El planeta de candido brillo,
Que me finge cual mágico anillo
Ilusiones divinas de amor
A mis ojos la imagen amada
Se dibuja con dulce reflejo,
Mas repente se vela mi espejo
Entre nubes de oscuro color
Un gemido del alma exhalado
Sube entonces en alas del viento
¡Infelice 1 Tal ves mi lamento
Halle sólo desdenes en él
Mas el cielo destruya, irritado,
De mi pecho la imagen querida,
Si el ingrato por otra me olvida,
Si me fuere perjuro y cruel
[1B3J
FRANCISCO ACUfrA DE FJGUERQA
LAMENTACIONES DE JEREMIAS
CAPITULO PRIMERO
Traducción exacta y paráfrasis poética, con sujeción
a la palabra literal y a los expositores sagrados
Dedicada al Ihi^trisimo señor Obispo de Buenos Aires, doctor
don Mañano Escalada
1
Quomodo sedet sola cwitas plena populo? Facía est
quasi vidua domina gentium princeps provinciarum
facía est sub tributo
¿Cómo es que sollozando sin consuelos,
Por la angustia abatida,
Yace asi solitaria, y por los suelos,
La opulenta ciudad de pueblo henchida 9
Cual viuda en su dolor desamparada,
Hoy bebiendo aflicciones,
Sin diadema se mira y despojada
La señora feudal de las naciones,
Destronada princesa,
Paga tributos y se arrastra opresa
[134]
ANTOLOGIA
2
Ploróos píoravit ui nocte, et lacrymce m maxdis ejus,
non est qui consoletur eam ex ómnibus charis ejus
omnes amici ejus spreverunt cam, et jactt sunt ex
mimi-ci 1
En triste noche su ansiedad acrece,
Porque hilo a hilo debelada llora,
Y al asomar la aurora
El llanto en sus mejillas permanece
Nadie de los que amaba en su grandeza
La viene a consolar en dolor tanto,
Mas con torpe vileza
Sus amigos desprecian su quebranto,
Y ya enemigos de ella,
Se burlan sin piedad de su querella
3
Migravit Judas propter afflictionem, et multitudinem
servitutis habüavit ínter gentes, nec intfenzt re-
quiem omnes persecutores ejus apprekenderunt eam
ínter angustias
Huyendo a la aflicción y servidumbre,
De Juda los cobardes emigraron,
Y espanto y pesadumbre
En regiones extrañas sólo hallaron
Mas, doquiera que el miedo los oculta,
Allí con ansia activa
El vil perseguidor que a nadie indulta,
Los asalta repente y los cautiva,
Así entre horror y penas,
Soñando libertad hallan cadenas
[1S5]
FRANCISCO ACUÑA PE FIGUEROA
4
Vice Swn lugent, eo quod non smt qui veniant ad
Solemnitatem omnes portee ejus destructee, sacer-
dotes ejus gementes, virgmes ejus squahdce, et ipsa
oppressa amarüudme
En torno de Sion, que aflicta Hora,
Yacen como enlutados los caminos
|Ya no vienen ahora
A su solemnidad los peregrinos *
Sus magníficas puertas derrumbadas,
Gimiendo sus pontífices en duelo,
He allí clamando al cielo
Sus vírgenes ilustres desgreñadas,
Y anegada ella misma
En el mar de amarguras que la abisma
5
Facli sunt hostes ejus m capiie vnimici ejus locuple-
tati sunt quia Dominus locutus est super eam
propter multitudinem miquitatum ejus parvuli ejus
ducti sunt m captivitatem ante faciem tnbulaníis
Para colmo de afrentas y sonrojos,
Sus contrarios en amos se erigieron,
Y en sus ricos despojos
Saciando su ambición, se enriquecieron
Porque el Señor sobre ella ha fulminado
bu anatema por tantas impiedades,
Y hoy sus iniquidades
Hasta los parvulillos han pagado,
Llevados sin clemencia
Del adusto opresor a la presencia
[136]
ANTOLOGIA
6
Et egressus est a filia Swn omnis decor ejus facti
sunt principes ejus sicul arietes non invenientes
pascua et abierunt absque fortitudme ante faciem
subsequentis
De la hija de Sión amancillada
Ya se fue la hermosura,
Bajo el yugo servil, o ante la espada,
Sus príncipes se humillan con pavura.
Como un hato de imbéciles carneros
Acosados del hambre y las fatigas,
Por ásperos senderos
Los arrean las hordas enemigas;
Y al cautiverio impío
Ellos siguieron sin vigor ni brío
7
Recordata est Jerusalem dierum affhctwnis suce, et
prcevaricatioms omnium desiderabihum suorum
quce habuerat a diebus antiquis, cum caderet popu-
las ejus m manu hostih, et non esset ausiliator,
viderunt eam hostes, et deruerunt sabbata ejus
Al verse sin auxilio ni esperanza
Jerusalén, y viendo
A su pueblo infelice sucumbiendo
Del contrario implacable a la venganza,
Entonces recordó los tristes días,
De su aflicción y errores,
Y sus días de antiguas alegrías
Que envidiaban rivales inferiores,
Esos que hoy con insultos
Se burlan da su sábado y sus cultos
[137]
15
FRANCISCO ACUlfcA DE FIGUEHOA
8
Peccatum peccavií Jerusalem propterea instabilis ¡ac-
ta est omnes, qm glonficabant eam t spreverunt
lüam, quia vvierunt ignommiam ejus ipsa autem
gemens conversa est retrorsum
Pecó Jerusalén con gran pecado,
Su error fue tan enorme como ciego
Así en mísero estado
Divaga errante sin hallar sosiego
Todos los que ensalzaban su grandeza,
Que su gloria aclamaron,
Luego al ver su ignominia, con dureza,
Con ingrato desdén la despreciaron,
Y la desventurada
Vuelve el rostro, gimiendo avergonzada
9
Sordes ejus va pedibus ejus, nec recordata est finís
sui deposita est vehementer, non habens consola*
torem Vide, Domine, affhctwnem meara, quoniam
erectus est immicus
Sus pies contaminados con el cieno
De la prostitución e idolatrías,
No oyó rugir el trueno
No vio el fin que amagaba a sus falsías,
Mas repente abatida con violencia,
Sin consuelo perece ,
¡Mira, ¡oh Dios* mi aflicción y ten clemencia,
Ve que el bando enemigo se enaltece,
No dejes que atribuya
Tus castigos divinos a obra suya'
[138]
ANTOLOGIA
10
Manum suam missit hostis ad omnia desiderabiha
ejus quia vidit gentes ingresas sancíuarium suum,
de quibus prceceperas ne mtrarent m ecclesutm tuam
Con bárbara avidez robo el caldeo
Todo lo mas precioso y estimable,
Y en el voraz saqueo
Sufrió su pena la ciudad culpable,
Porque ella, relajando su creencia,
Permitió violaciones impudentes,
Y vio con indolencia
Entrar en su santuario a impías gentes
A las que tú has negado
Toda entrada en tu gremio inmaculado.
11
Omnis populus ejus gemens, et qucerens panem de-
derunt prcetiosa quceque pro cibo ad refocillan-
dam animam Vide, Domine, et considera quoniam
¡acta sum vúis.
Por las calles gimiendo clamoroso,
Todo el pueblo angustiado,
El pan de la miseria busca ansioso,
Duro pan con sus lágrimas bañado
Sus joyas de más precio, cuanto hallaban
En su aflicción urgente,
En cambio de alimento lo arrojaban
Por saciarse una vez k 0h Dios clemente,
Míralo y considera
Mí vilipendio, mi ignominia fiera 1
[139]
FRANCISCO ACUftA DE FIGUERQA
12
0 vos omites qiu transúis per viam, attendUe, et vi
dele, si est dolor $imt dolor meus quorvutm vinde-
miavit me, sicut locutiis est dominus m die ira,
furoris sui
jOh vosotros que en torno
Pasáis por los caminos,
Mirad bien, y decidme
Si hay dolor comparable al dolor mío'
Porque me ha destrozado
El Señor en castigo,
Según habló en el día
De la ira de eu enojo vengativo
13
De excelso missit ignem m ossibus rneis, et erudit me
expandit rete pedibus meis convertit me retrorsum
possuU me desolatam tota die mcerore confectam
Desde la excelsa altura
Envió au fuego activo,
Que devoró mis huesos
Dándome el escarmiento en el martirio
Tendió a mis pies sus redes,
Retroceder me hi2o,
Y en tenebrosa angustia
Púsome desolada en duros grillos
[140]
Vigilabti jugum imquitatum mearum m manu ejus
convolutm sunt, et impositce eolio meo infirmata
tst virtus mea dedit me Dommus m manu, de qua
non potero surgere
Presto acudió la pena
De mis culpas, que él mismo
Conglobando una a una
Las puso en mi cerviz como un suplicio
Desfalleció mi ánimo,
Porque el Señor me ha herido
Entregándome a un yugo
Donde sin tregua ni esperanza gimo
15
Abstuht omites magníficos meos dommus de medio
mei vocavit adversum me tempus, ut conteret elec-
tos meos torcidar torculavit dominus virgini fúue
Juda
Arrancó de mí a todos
Mis preclaros caudillos,
Y para aniquilarlos
Llamó al tiempo veloz en daño mío»
Como en lagar inmenso
Los pisó el Señor mismo,
Para la hija rebelde
Doncella de Judá justo castigo
[141]
FRANCISCO ACUSA DE FIGUEROA
16
Ideirco ego plorans, et ocultis meus deducens aquas
quia longe faclus est a me consolator convertens
animam facti sunt filu mei perditi, quomam mva-
luit immicus
Así lloro, y mis ojos
Vierten llanto continuo,
Porque de mí tan lejos
Mi fiel consolador se fue ofendido,
£1 que a mi alma animaba,
Sin él mis tristes hijos
Perdidos desaparecen
Y sólo predomina mi enemigo
17
Expandit Swn manas suas non est qui consoletur
eam mandavit Dominas adversum Jacob m circiutu
ejus hostes ejus facta est Jerusalem quasi polluta
menstruis ínter eos
Tendió Sión sus manos,
Mas nadie le dio auxilio,
Que el Señor en contorno
Envío contra Jacob sus enemigos
Jerusalén ante ellos
Objeto de ludibrio
Se halla cual vil manceba,
Manchada con su inmundo desalmo*
[142]
ANTOLOGIA
18
) its tus est Dominas quia os ejus ad iracuuduxm pro-
vocavi Audite obsecro umversi popuh, et videte do-
lorem meum Virgtnes mece, et juvenes mei abierunt
m captivitatem
Maa el Señor es justo
Yo bu furor divino
Irrité con mis crímenes
i Oh pueblos, escuchad, os lo suplico
Ved mi orfandad amarga
Y mi dolor tardío'
jYa al cautiverio infausto
Mis doncellas y jóvenes han ido'
19
Vocavi amicos meos 9 et ipsi deceperunt me sacerdo-
tes mtiy et senes mei, m urbe consumpti sunt, quia
quossierunt cibum sibi, ut refociüarent anunam
suam
Llamé en mis aflicciones
A parciales y amigos,
Mas ellos me falsearon
Y obtuve desengaños por auxilios
Yo vi a mis sacerdotes,
A mis ancianos dignos,
Con famélicas ansias
Caer de inanición desfallecidos
[143]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEBOA
20
Vide Domine, quoniam tnbulor, conturbatus est ven-
ter meus subversum est cor meum mmemet ipsa
quoniam amaritudme plena sum foris interficit gla-
dius 9 et domi mors simüis est
Ve, Señor, en cuán fiera
Tribulación me miro
Mi corazón da vuelcos
Dentro de mis entrañas conmovido.
Pues llena de amarguras
Lloro, al ver a mis hijos
En su hogar, o en las calles,
Perecer por el hambre o el cuchillo
21
Audierunt, quia mgemisco ego 7 et nom est qui conso-
letur me omnes inimici mei audierunt malum meum,
l&tati sunt, quoniam tu fecuti adduxisti diem con-
solationis, et fient símiles mei
Oyeron mis lamentos,
Pues sin descanso gimo,
Y no se alzó uno sólo
A prestarme consuelos compasivo
Supieron mi infortunio -
Todos mis enemigos,
Y se regocijaron
Al verte inexorable en mi castigo»
Mas ya lucirá el día,
Y le traerás tu mismo,
Día de mis consuelos,
En que ellos sufrirán igual martirio
[144]
ANTOLOGIA
22
Ingrediatur omne malura eorum coram te et vinde-
mía eos sicut vindemiasti me propter omnes iniqui*
lates meas multi emm gemttus mei, et cor meum
mcerens
Ten presente en tus iras
Su proceder inicuo;
Vendimíalos como ora
Me vendimiaste a raí por mis delitos
Muchos son y me ahogan
Mis dolientes gemidos,.
Y el corazón fallece
En profunda tristeza sumergido
[141]
FPANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
EL PIO-PIO
Cancioncúla
(En el álbum de una niña)
En paz y sosiego,
Sobre un arbohllo
Incauta avecilla
Posaba en su nido
Allí dos pichones
Bullendo festivos,
Por entre sus alas
Sacaban los picos,
Y en dulces arrullos
Cantaban unidos
Pío, pío,
Pío, pío
Los tiernos acentos
Llegan al oído
De un zagal que acaso
Cruzaba aquel sitio»
Y al árbol llegando
Con paso furtivo,
Al ave inocente
Cogió de improviso,
Y así se quejaban
Los dos pichoncitos
Pío, pío.
Pío, pío
[146]
ANTOLOGIA
La aflicta avecilla,
Que oprime el impío,
Se agita y conmueve
Al triste gemido.
Y en vano aletea
jOh duro martirio r
Que sólo comprenden
Las madre? con hijos
Y al filial reclamo
Responde lo mismo:
Pío, pío,
Pío, pío
La frígida noche
Llega, y en el nido
Sufren la intemperie
Los dos huerfamtos
Faltos de alimento,
ImpIumeB, sin brío,
Van desfalleciendo
En largo martirio
Y a dúo piaban
Al viento y al frío
Pío, pío,
Pío, pío
La triste cautiva,
Sin ver a sus hijos,
Desdeña en la jaula
El trébol y el trigo.
Y al alba naciente,
En un parasismo.
Cayó reclinando
El cuello y el pico
[147]
FRANCISCO ACUftA DE FIGUEROA
Y exhala en sui ansias
Este último trino.
Pío, pío,
Pío, pío
Zagal insensible
Con pecho ferino,
Tu propia conciencia
Será tu castigo.
La triste avecilla
En míseros trinos
Pedíate en vano
Su prole y su nido
Doquier su lamento
Resuene en tu oído
Pío, pío,
Pío, pío
Mas tú, amable niña,
En fe de cariño,
Admite esta ofrenda
Que a tu álbum dedico
Cuando el himeneo
Te alumbre propicio,
Esta leccioncilla
Enseña a tus niños
Y ellos la repitan
Con este estribillo
Pío, pío,
Pío, pío
[ H8]
ANTOLOGIA
EN EL MISMO ALBUM DE LA SEÑORITA
DOÑA CRISTINA
A BUENOS AIRES
> tenas en ciencias, comercio y riqueza»
üd Tillando gloriosa, se vio prosperar*
Cna Atenas más grande en proezas
Wb del Plata la reina sin par
dobles lauros sin mancilla,
Obtuvo en grandiosa lid
C/>u nombre, que brilla
>nte el mundo, oíd,
■-inspira gloria,
pdara virtud,
W indica
(Xi alud
Sí,
Sí,
Salud.
¡ Gratitud,
Mil honores,
A ese nombre, y coronas y flores
Le tributen los pueblos del sud T
[149]
FRANCISCO ACUWA DE FIGUEROA
OTRO ANAGRAMA
Al valiente Garibaldi
Djce en sus letra9
Itaba brille vengada
OTRO
Proposición
Ganbaldi valiente y liberal
Resolución
Itaha brille vengada y libre
[150]
ANTOLOGIA
UN SEMEJANTE, UN IGUAL
Enigma
Lo que Dios, que en todo impera,
Nunca ha visto ni vera,
Lo que tara vez pudiera
Ver un rey, lo que doquiera
Ve un picaro ¿qué será?
A UN NIÑO DE 6 AÑOS, OFRENDA SEPULCRAL
Epitafio
De tus padres, que gimen sin consuelo,
Dejaste la mansión, volando al cielo,
Aquí su polvo al tuvo se unirá
Angel de luz { espéralos alla r
[151]
FRANCISCO ACUfrA DE FIGUEROA
A UN PEDANTE VANIDOSO
INVECTIVA CON FINALES OBLIGADOS
EN NUMEROS-PALABRAS
Fanfarrón y versista chapu . ♦ 0
Ostentáis vanidad como ning ♦ 1
Y los sastres
Que apuráis con zurcidos y rermen 2
No dejan de sufrir fieros desas 3
Que sois un malandrín chiquih 4
Es claro como tres y dos son 5
lAy pobrete 1
En figurar grandezas no os can 6
Ni en hacer el papel de un mata 7
Ciego de vanidad sois un zol 8
Y mientras vuestro ser no se re 9
Oíd atento
No veréis la luz clara, no, par 10
Sino un sol nebuloso y cení 100
r «2 3
ANTOLOGIA
(ULTIMO DIA DEL SITIO Y ENTREGA DE LA
PLAZA. — JUNIO DE 1814)
JUEVES 23
Ruit alto á culmine Troya
(Virgilio — Eneida )
Lució el solemne día
En que tu hado se cumple, <oh patria mía'
El día en que el destino
Tu orgullo y glorias abatir previno,
El fatídico instante
Llegó, joh pueblo valiente f
En que tu altiva frente,
Hasta hoy libre y triunfante,
Ya del lauro y diadema desceñida,
Al vencedor humilles abatida
Hoy, pues, cumpliendo el tratado
Solemnemente pactado
Entre Vigodet y Alvear,
De éste ultimo las legiones,
Abnéndose los portones,
Se ven triunfantes entrar
Perdió su baluarte
La España, y de Marte
Sucumbe al poder,
Y la fama asombrada pregona
Que hoy se ha visto la ibera corona
Ante el gorro argentino caer.
16
[153]
JRANC1SCO ACUítA DE FIGUERGA
Eran las doce del día,
Cuando en columna cerrada,
Desplegando tus banderas,
Y al son de trompas y caja»,
Por el portón de San Juan
La guarnición veterana
Salió tristemente al campo,
Desalojando esta plaza 1
Dos mil seiscientos guerreros,
Con cuatro piezas montadas,
Forman de a pie una falange
Compuesta de las tres armas 2
Al pueblo en torno agrupado
Con triste expresión mandaban
El último adiós, y a todos
Un hondo silencio embarga
Las ninfas los despedían
Jurándoles fiel constancia
Ofrecimientos tan firmes
Cual nube de humo en las auras,
Pueg ya con afán curioso,
Y extremándose en las galas,
A los huéspedes triunfantes
A ver entrar se preparan
1 La columna de tropas de la plaza verificó su salida por
«1 portón de San Juan o del sur para no encontrarse con
el ejército sitiador, que para hacer su entrada se aproximaba
ya al portón de San Pedro El general Alvear, al divisar la
columna que salia por el lado del sur, destacó a su Jefe de
vanguardia Valdenegro con tropas para que al pasar el ejér-
cito realista le hiciera los saludos y honores de la guerra,
lo que lúe una cierta mortificación para los vencidos
2 Puede acaso haber alguna inexactitud de poca entidad
en el numero de tropas que se designan en los versos o ha-
ber sido olvidado algún piquete de los cuerpos que salieron,
pero esto no será en cosa esencial El autor estaba en aquel
día muy agitado, como puede concebirse, y pudo habérsele
pasado por alto alguno de los pormenores posteriormente no
ha hallado documentos de aquella época que le puedan ilustrar
[U4]
ANTOLOGIA
Lo de a Rey muerto Rey puesto,
No acusa bien a estas damas,
Pues al Rey que noy han perdido
No le sucede un monarca
Allí los débiles restos
De los regimientos marchan,
Que en larga lid destrozaron
La hambre, la peste y las balas
Los dragones y artilleros
Del Fijo, Chain y Lara,
Madrid, América y Lorca,
Albuera y Sevilla estaban
Mas los de Neira y de López,
Comercio y Miñones faltan,
Y milicias, que estos cuerpos
Como urbanos se separan
Mas con sorpresa se nota,
Que en vez de ir en su compaña
Loa que en rehenes vinieron,
Se quedan dentro en la plaza 8
Con firme paso y militar semblante,
Vióse venir, después de un breve instante,
A tomar de la plaza
La posesión primera,
Una legión guerrera,
Que los puestos reemplaza,
Y Vedia de una escolta acompañado,
Es de este acto solemne el encargado *
3 Los señores don Francisco Moldes y don Pedro Fabián
Pérez en lugar de irse con el ejército realista bajo su cus-
todia y para servirle de garantía se quedaron dentro de la
plaza, que iba a ser ocupada por el ejército argentino, pero
éste guardaba en su poder a las dos personas que en igual
calidad se le mandaron de la plaza
4 Don Nicolás Vedia, entonces Mayor General del ejército
sitiador {posteriormente General agregado al ejército de esta
República), fue el que entró a recibir las llaves de la plaza
[155]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
Con su negra infantería
Que envidia a Marte daría,
Muda las guardias Soler, 5
Y Escalada sus dragones
En vanas evoluciones
Hace el pueblo recorrer *
Mas éste tranquilo,
Pendiente de un hilo
Viendo su existir,
En silencio sus ansias modera
Ignorando cual suerte le espera,
O si debe cantar o gemir
(Entrada del General Alvear y su ejercito)
Oyóse a pocos instante*
Por el portón de San Pedro
Resonar con grave pausa
Los marciales instrumentos
El ejército argentino.
De seis mil hombres al menos
Hace, sin aclamaciones,
Su entrada triunfante al pueblo
(acto verdaderamente de pura ceremonia) y a dirigir el re-
levo de las guardias Traia por Ayudantes a don Gregorio
Pérez oriental, y a don Luis Argerich. argentino
5 Don Miguel Estanislao Soler. Coronel del Regimiento de
Negios N? 6, entró a mudar las guardias con 500 hombres de
su tropa, el resto de su Regimiento entró poco después con
su Comandante Celada, Junto con el cuerpo principal del
ejército de Alvear
6 Don José María Escalada. Comandante de uno de los
escuadrones de Dragones de la Patria Leyendo posteriormente
el señor Vedia esta obra en su primitivo original, donde
dice Y Escalada sus dragones, etc dijo al autor que era
exactísima esta circunstancia como todos los otros detalles,
pues recuerda muy bien que él le previno a Escalada que
girase a galope por todo el pueblo con sus dragones nueva-
mente uniformados, para imponer a los vecinos con la pre-
sencia marcial de sus guerreros
[156]
I
ANTOLOGIA
En un corcel que ardoroso
Baña con espuma el freno,
Precede Alvear con su escolta
Resplandeciente de acero
Su Estado Mayor pudiera
Igualar al más selecto
Séquito de esos monarcas
Que él mismo llama soberbios
Modesto Sánchez venía
Con Rolón y otros diversos,
Que de Ayudantes de campo
Gozan el lucido empleo
En pos su ejército sigue
De batallones guerreros,
Que en la disciplina iguales
Compiten en lucimiento 7
Muríruiondo guía delante
De Moldes los granaderos,
Y el número tres Fernández
Viene por Frenche rigiendo, 8
Pagóla comanda el nueve
Con Quesada, v en pos de ellos,
Holemberg y Oyuela lucen
Sus zapadores o hacheros 9
7 El autor pide indulgencia por alguna pequeña inexacti-
tud u omisión que pudiera haber padecido en estos detalles
y repite aquí lo que ha dicho ya en otra nota anterior
8 Don Prudencio Murguiondo» 2* Jefe de los graraderos de
Moldee, entró mandando el Regimiento porqus el dicho Co-
ronel estaba en rehenes dentro de la plaza desde el dia an-
terior, y don Juan Santos Fernández venia con el Regi-
miento de la Estrella N? 3 en lug<ir del Coronel don Domingo
Frenche que, enviado por Alvear, había marchado por la
Colonia a Buenos Aires, llevando la noticia de las capitula-
ciones de la plaza
9 Don Manuel Vicente Pagóla, Coronel del 9 y don Juan
José Quesada, su Tendente Coronel, Holemberg, don Eduardo,
Coronel del Cuerpo de Zapadores, y don José Gabriel Oyuela
su Comandante
f 157]
FRANCISCO ACUttA DE FIGUEROA
Vázquez y Román Fernández
Mandando de Alvear el cuerpo
Vense, y Comisario en Jefe
El hermano del primero 10
El tren volante Irigoyen
Rige con sus artilleros,
Que sus proezas recuerdan
Al ver derribados techos 11
Los granaderos montados
De San Martín dirigiendo
Viene Zapiola, Celada
Por Soler manda los negros 18
El bravo Ortiguera y Pico
Con todo el marcial arreo,
De los dragones gobiernan
Los cuatro escuadrones bellos 1
Bianqui, Lucena, Igarrázabal,
Brillan con estos guerreros,
Como dignos Ayudantes
De tan distinguido cuerpo 14
10 Don Ventura Vázquez Feijó que había sido Coronel del
4 había venido últimamente de Buenos Aires comandando
el lucido cuerpo Nv 2 del que era Coronel Alvear mismo,
don Román Fernández era el 2 o Jefe del cuerpo, y don San-
tiago Vázquez hermano de don Ventura e^a el Comisario
General del Ejército, siendo estos tres jefes hijos de Mon-
tevideo
11 Irigoyen, don Matías, Coronel de Artillería con él ve-
nían vanos otros oficiales de aquel distinguido cuerpo
12 Don Matias Zapiola, Teniente Coronel de los granaderos
de a caballo, llamados de San Martín don Francisco Celada,
Teniente Coronel del Regimiento de los negros cuyo Coronel
Soler había entrado antes como ya se ha dicho, a relevar
las guardias de la plaza
13 Don Rafael Ortiguera y don Blas José Pico comandaban
dos escuadrones de Dragones de la Patria los otros dos te-
nían por Comandantes a Vedia y Escalada, que ya habían
entrado a tomar posesión de la plaza
14 Don José Antonio Bianqui don José Pereira Lucena y
don Juan G Igarrazábal, Ayudantes de los Dragones de la
Patria
[158]
ANTOLOGIA
Su división de a caballo
Pintos rige, en cuyo cuerpo
Y en el de Pagóla y de Vázquez
Muchos orientales vemos 15
Y también el número ocho
Se mira y grupos diversos,
Y por jefe de vanguardia
El valiente Valdenegro. 16
En dos filas por las calles
Se forman, y frente al templo
Himnos patrios y sonatas
Las músicas repitieron
No cual fieros vencedores
Se demuestran, ni altaneros,
Sino que afables disipan
Las prevenciones del miedo
Y al ver el orden que observan,
Su porte marcial y aseo,
Con americano orgullo
Late, aunque afligido, el pecho 1
15 Don Hilario Pintos Jeíe de un gran piquete de caba-
llería En este cuerpo en el 9 de Pagóla, en el N» 2 de
Vázquez y en el 4 titulado de la Estrella una gran parte
de la trona y oficiales eran orientales entre ellos estaban
don Enrique Martínez don Gabriel Velamen don Eugenio y
don Féli-s. Garzón, don Eulogio Pmazo don Segundo Aguiar
y otros que sena largo enumerar También los había en corto
numero en los otros cuerpos del Ejército Argentino
18 Don Eusebio Valdenegro Teniente Coronel Jo en orien-
tal de valor esclarecido y de talento natural especialmente
para la poesía, siendo autor de vanas canciones patrióticas
de regular mérito Por lo respectivo al cueipo N? 8 sus Je-
fes y Oficiales el autor descuidó entonces de adquirir las
noticias precisas
17 Era un sentimiento indefinible el que se agitaba en los
pechos de casi todos los americanos que por su posición, su
educación o por sus convencimientos estaban colocados entre
lo3 realistas Ellos a excepción de alguios exaltados, se en-
vanecían y aun sentían placer al ver las proezas de insigne
valor, o los rasgos de alto patriotismo de los americanos si-
tiadores No podían tolerar que loa españoles los vituperasen
[159]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
Ya ocupados loa baluartes
Y los militares puestos
Estaban, cuando una saha
Hace retemblar el suelo,
(Se enarbola la bandera argentina arriándose la
española)
La blanca y celeste insignia
Del argentino Gobierno,
En el Cerro y Ciudadela
En arbolaron a un tiempo.
Con otra salva la escuadra
La saluda, y antes de esto
Vimos la hispana bandera
Descender con menosprecio
Así Alvear de los tratados
Violando el tenor expreso,
De infracciones más notables
Excita tristes recelos,
Y un rumor ya nos anuncia,
Que con capciosos pretextos,
Irán nuestros militares
No a España, sino a un destierro 19
con desdén al propio tiempo que ellos rmsmos se batían en
un lance de guerra con tanto ardor o más que las tropas eu-
ropeas
18 Estos fundados recelos se realizaron demasiado comple-
tamente El autor no recuerda si fue al día siguiente, o poco
después que Alvear fijó aquel memorable anuncio que dejó
estupefacto al pueblo y empezaba poco más o menos de esta
manera Habitantes de Montevideo Vuestra admiración su-
birá de punto cuando sepáis que habéis sido entregados a
discreción etc Esto ha sido uno de aquellos ardides o astu-
cias usados en la guerra " etc etc El autor no pretende
ahora discutir la razón o la injusticia de semejante procedi-
miento sólo refiere los hechos tal cual ellos pasaron a la
vista de todos Pero a los seis días el 30 de junio abierta y
decididamente acabó de hacer pedazos la capitulación» que-
[160]
ANTOLOGIA
El Cabildo en grande gala
Ante Alvear, no sin recelo,
Pasó a las tres de la tarde
A hacerle los cumplimientos
Hízole Alvear que jurase
Obediencia a su Gobierno,
Y que de entregar las armas
Pusiese un edicto al pueblo
brantando la pirte más esencial de sus artículos Paseábanse
por las calles de la ciudad libremente y con confianza los
oficiales realistas y muchos de tropa de los que estaban
acantonados en la casa de los negros y sus cercanías espe-
rando el prometido embarque para España cuando de re-
pente prendieron a todos los oficiales que hallaron y a unos
quinientos de tropa que encontraron del mismo modo, ha-
biendo antes de la noche del 19 sorprendido a otros muchos
y luego incontinenti pasaron con tropa a la casa de los ne-
gros, donde estaba el resto de la guarnición realista de la
plaza» y allí» recogiendo por compañías las armas les noti-
ficaron que todos iban a ser embarcados para Buenos Aires
en clase de prisioneros libertándose sólo los que aceptasen
tomar partido en la? tropas de la patria Sorprendidos así
los soldados separados de sus oficiales» cansados de opre-
sión y miserias y entreviendo el porvenir penoso de un des-
t erro casi todos tomaron partido en los varios cuerpos de
los contrarios solamente la oficialidad y como unos 300 de
tropa (la mayor parte hijos del país) prefirieron constantes
corier la suerte de prisioneros* y como tales fueron embar-
cados > enviados a Buenos Aires Los Jefes Ríos Lacuesta,
Lomees Ponce de León y otros dos más quedaron en tierra
en aquella data, para ser remitidos en otra Por lo que res-
pecta al Capitán General Vigodet había marchado ya libre-
mente al Janeiro, llevando consigo a los señores Vargas y
Ge&tal, en el bergantín de guerra argentino Nancy Los ne-
gros y pardos esclavos que algunos amos hablan pronorcio-
nado (como queda relacionado en esta obra) para el bata-
llón de ultima creación que 6e estaba formando en la plaza
rueron desde luego tomados y agregados al regimiento de
Soler También Alvear, o sea el Gobierno argentino, declaró
buenas presas todos los buques mercantes que se encon-
traron dentio del puerto, los lanchones y aun los botes pes-
cadores, y en seguida ordenó que los pudiesen rescatar sus
auefios no estando ausentes, por la mitad, con lo que saca-
ron mucho dinero Posteriormente fueron también secuestra-
das toda clase de propiedades y mercaderías de españoles
ausentes, las que se designaron con el nombre de propieda-
des de extraño* y además se impuso al pueblo una contri-
bución extraordinaria y en seguida otra ordinaria» que de-
bía ser pagada mensualmente ¡Así fue como se cumplió la
capitulación'
[161]
FRANCISCO ACUftA DE FIGUEROA
Puso el Cabildo el edicto,
Y el \ecindano a despecho
Acude a entregar las armas,
Que algunos rompen primero. 19
Una pequeña proclama
Se ha fijado, en la que al pueblo
Invita Alvear a que goce
Placer, confianza y sosiego
Mas ¿qué placer ni confianza
Podran dar vanos conceptos,
Cuando al solemne tratado
Se falta antes del sol puesto? 20
19 El General Alvear en aquella visita trató a loa Indivi-
duos del Ayuntamiento con muy afectada cordialidad y fran-
queza pidiéndoles que se excusasen mutuamente el trata-
miento de Excelencia Pero al fin de la visita con estudiada
política les insinuó y exigió prestasen juramento de obedien-
cia al Supremo Director de Buenos Aires, poniendo la mano
en el pecho y no sobre los Santos Evangelios como habla
sido costumbre En seguida ordenó al Cabildo pusiese un
edicto previniendo a todos los habitantes entregasen inme-
diatamente todas las armas blancas que tuviesen y de fuego
que calasen bala de a onza El Cabildo obedeció y puso el
edicto el mismo día 23» empezando lentamente muchos ciu-
dadanos a entregar las armas No satisfecho Alvear con esto t
fijó al día siguiente un severo decreto mandando que en el
término de cuatro horas, so pena de la vida, entregasen toda
clase de armas blancas y de fuego, sin libertarse las excep-
tuadas ante<a Con esta amenaza todos sin dilación corrieron
a entregar no sólo las armas que se ñamaban reyunas, sino
también las escopetas y pistolas ricas de bolsillo las espadas
espadines y cutos de lujo y era cosa de ver al día siguiente
como acudía al depósito de la entrega la oficialidad de Al-
vear a escoger y repartirse entre sí aquellas armas de puro
adorno y algunas de muy crecido valor
20 La proclama que con fecha de este día 23 ha publi-
cado el General vencedor es del tenor siguiente 'Habitan-
tes de Montevideo El período fatal de la guerra y los de-
sastres ha terminado ya Apártese del orden de los tiempos
su funesta memoria» y sepultando en el silencio más pro-
fundo los sucesos marcados con la desolación y la sangre en-
tren a ocupar ese lóbrego vacio los deliciosos días de la
paz, de la unión y de la fortuna Habitantes reposad tran-
quilos en el seno de vuestras familias inocentes volved al
centro de vuestras relaciones. Las tropas del ejército a mi
mando os recibirán en sus braíos con la más estrecha ira-
[ 1«2]
ANTOLOGIA
Ni de un sosiego futuro
¿Qué esperanza habrá, si vemos
Arder contra Buenos Aires
En la campaña un incendio?
Pues ya el implacable Artigas
Y todo el país entero,
Contra argentinos reclaman
Sus usurpados derechos
Pues si de una madre, altivos,
La obediencia sacudieron,
No quieren de una madrastra
Sufrir pupilaje nuevo
En medio a tantas borrascas,
Entre dos contrarios vientos,
Cuando amagan con naufragios
Dos rumbos y ambos inciertos, 2X
ternldad Nadie será osado de perturbar vuestro sosiego in-
ustamente Su disciplina y su carácter de humanidad tan-
as veces acreditado no darán margen al menor disgusto \o
espero que la comportación de este noble vecindario sea aná-
loga a mis deseos — Fortaleza de Montevideo jumo 23 de
1314 — Alvear"
21 Hace alusión a la furente guerra que ya se hacían los
orientales contra los argentinos invocando ambos partidos
los nombres de Patria y Libertad y denigrándose mutua-
mente con los dicterios de tiranos, de bárbaros y opresores
Después de entregada la plaza a los argentinos continuando
en la campaña su guerra con los orientales comandados por
el General don José Artigas con más encono que contra los
españoles al fin de pocos meses se vieron las fuerzas de
Buenos Aires tan acosadas que teniendo que atender tam-
bién a la guerra con los realistas en el Perú, tuvieron que des-
alojar la provincia y esta plaza al ejercito de Artigas que
entró en posesión de ella el 23 de febrero de 1815 quedando
desde entonces independiente la Banda Oriental Esta inde-
pendencia y su libertad sucumbieron posteriormente en su
guerra con el Brasil, cuyo poder después de larga guerra so-
juzgó a la provincia y ocupó a Montevideo en 20 de enero de
1817 Finalmente, prendido de nuevo el fuego de libertad en
los orientales, se conflagró toda la campaña contra el poder
brasilero, empezando la guerra en 17 de abril de 1825, y au-
xiliados los orientales últimamente por el ejército argen-
tino, consiguieron libertar la patria, y el l* de majo de 1BZ8
entró el Gobierno patrio en Montevideo
[163]
FRANCISCO ACUtfA DE FlGUEROA
Fuerza sera, joh dura suerte 1
Sin brújula ni consejo,
Diciendo ¡adiós! a la patria,
Buscar de bonanza un puerto,
Y la libertad segura
Buscar en extraño suelo,
Cuando en el propio amenazan
La opresión y el menosprecio 22
Esta es la fiel historia
Del largo sitio de inmortal memoria,
En que Montevideo
Fue al argentino el premio y el trofeo,
En el que acrisolada,
Tangos meses luchando,
Vio uno y el otro bando
Su constancia extremada,
Resultando en su curso esclarecido
Tanta honra al vencedor como al vencido
Sucumbió el pueblo guerrero
El parasismo postrero
Sintió el realista poder,
Y hoy se abre a la edad futura
De desgracia o de ventura
Nueva senda y nuevo ser
23 El autor de esta obra permaneció dentro de la plaza
hasta mediados del siguiente mes de julio» en que logro a
fuerza de empeños pasar a Maldonado, ocupado por tropas
argentinas En setiembre de 1614 tomaron aquel pueblo e hi-
cieron prisionera su guarnición, tropas artlguistas al mando
cíe don Pedro Amigo y don Manuel Antonio Iglesia El 4 de
octubre, debiendo éstos desalojar el pueblo por aproximarse
mayores fuerzas argentinas, marcharon, en eíecto> y el au-
tor, con licencia de ellos se embarcó para Rio de Janeiro,
de donde volvió definitivamente a su patria. Montevideo, en
diciembre de 1347
[164]
ANTOLOGIA
i Libre de influencia
De extraña potencia
Puedas existir,
Cara patria, y tu suerte rigiendo,
Y a tus hijos dispersos uniendo,
Constituida y gloriosa lucir 1
L165 1
FRANCISCO ACUttA DK FIGUSRQA
ANTOLOGIA EPIGRAMATICA
41
Hoy las musas tristemente,
Vertieran llanto cruel
Por Juan Cruz, vate eminente,
Si ellas y Apolo igualmente,
No hubieran muerto con él
42
Enfermó Antón gravemente,
Y Baltasar su heredero
Llora y siente,
Pero es porque hoy al doliente
Sanó un remedio casero
Si el viejo vuelve a enfermar,
Como! es fácil que suceda,
Baltasar
Debe a un médico llamar
Y verá qué pronto hereda
73
— "^El reloj de la vieja marquesa
En poder de la linda Teresa 1 "
Dice Fabio, y un quídam responde
— "No te admires, clarísimo eatá
Entre la una y la otra se esconde
Un tercero que toma y que da "
[166]
110
Bañándose a\er Be ahogó
Una mujer iqué trabajo 1
Buscáronla río abajo
Y nadie el cuerpo encontró
— "Río arriba, ciertamente
La hallaréis," dijo el marido,
"Pues su tema siempre ha sido
El ir contra la comente "
124
— "¿Cómo 1 ¿tú en Montevideo 9 "
Dice Alceo al tío Servando,
"Lo estoy viendo, y no lo creo
¿Conque has venido 9 " — "No, Alceo,
Pero me estoy esperando."
138
Estando el médico AHás
Para morir desahuciado,
De la muerte se ha salvado,
Y aun de otro médico máa
La muerte, que es bien sutil,
Calculó con buen acierto,
Que con llevarse aquel muerto
Iba a perder más de mil
180
A ciertos amigos, yo
Con mi sombra los comparo
Que aparecen en tiempo claro,
Pero en tiempo turbio, no*
[167]
FBANCISCO ACUÑA DE FI GÜERO A
181
— " 4 Silencio, callad, por Dios,
Que puede oír la señora' 1 '
— "Ya callo: aquí entre los dos
No hay para qué hablar ahora "
— "Sí, pero de esposo vos
La oferta consoladora
Dadme antes " — Callad, por Dios,
Que puede oír la señora 1
217
— "Ríe Inés sin son ni ton
Aun en casos afligertes "
— "i Qué' ¿tendrá mal corazón
— "No, mas tiene buenos dientes "
226
Quejábase el \iejo Orgaz
A un amigo, y le decía
— "Mi Inea se ha vuelto una arpía,
Está dada a Barrabás
Gruñe porque se le antoja,
Y eso que no le hago nada 99
— ¿No le haces? Pues, camarada,
Es por eso que se enoja»
227
El que aplaudido, afamado,
Llega a ser, se hace, envidiosos,
Mil rivales rencorosos
Que no tendría ignorado
[168]
i
ANTOLOGIA
Puesto que tan cara es
La fama, aunque merecida,
Mejor es cruzar la vida
Como en puntillas de pies
262
Un acierto superior
Tiene, y ciencia soberana
El Gobierno iQué primor'
A un sordo ha nombrado Oidor
Y a un ciego Vista de Aduana
303
Desnudo al mundo ha nacido,
Desnudo la mar lo encierra,
Así, en su viaje a la tierra,
No ha ganado m ha perdido
308
La estatua del silencio, así de pronto,
Sin hablar ni una vez, pareces, Fabio,
Si eres tonto, te portas como un sabio,
Si eres sabio, te portas como un tonto.
333
Dos ciegos, en gran porfía,
Cuestionaban a la vez,
Sobre intereses un día,
Y el uno al otro decía
—"Vamos ahora «a ver al juez,
[169]
FRANCISCO ACUSA DE FIGUEROA
Fírmame una letra ya,
A la vista, y cuentas claras,
Porque sino w — "|Ja, ja, ja*"
Respondióle el otro, "allá
Nos hemos de ver las caras"
371
Devorando la peste cierta aldea,
Vio a un médico llegar, y dijo jea 1
Vamos por otra parte a matar gente,
Que aquí ya queda mi lugarteniente
401
Por fiera tempestad a país ignoto
Fue impelido un bajel, y ya el piloto
Duda poner en tierra sus bagajes,
Temiendo haber caído entre salvajes,
Mas vio en la playa una horca y un ahorcado,
Y exclamó — € \Ah> es un país civilizado 1 "
433
La mujer de don Saturno,
De un Mecenas ha logrado
Sea su mando empleado
De guardacosta nocturno»
Y de noche jque bondad 1
Aquél por filantropía,
Viene a hacerle compañía
En su triste soledad
[170]
ANTOLOGIA
559
Con cota el pecho ceñido
Salee Ginés a torear,
Y huyes y huyes, 9in parar,
Desque el toro da un bufido
De ese modo, cuando salgas
Ponte la cota al revés,
Pues ya está visto, Ginés,
Que sólo arriesgas las nalgas
640
Aquí yace un avaro desalmado,
Que a Carón regatea su pasaje,
Y por no darle el óbolo del viaje
Se resolvió a pasar la Estigia a nado
761
Juana, madura ex doncella,
Y tan fea como vana,
Preguntóle a Andrés ufana
— "¿Qué tal mi porte, estoy bella 9 "
— "Eso/ 9 contestóle Andrés,
"Pregúntaselo al espejo,
Mas desde ahora te aconsejo
Que no lo rompas después*"
935
Al sacar a un portugués
A la horca, pidió un ropón,
Gorro y medias de pisón,
Y auecos para los pies
[171]
FKANCI^CO ACUÑA DE FIGrUEROA
— "¿A qué es ir tan abrigado 9 "
Gritó el juez, "vamos ligero "
Y él respondió — "É que nao quero
Apanhar un eos Upa do "
L 172]
ANTOLOGIA
TORAJDA ROMANTICA
Guarde Cahope su clarín sonoro,
Guarde Euterpe también su blanda lira,
Ya no hay musañ que valgan sólo el toro
Es digno numen que a mi mente inspira
Lector severo tu paciencia imploro
Con mis versos de zambra y tararira,
Ni reniegues, si acaso eres poeta,
Al sonido de mi áspera trompeta
Harto tiempo callé mi fiel Talía
Comprimida, y en tímido recato,
Horma de zapatero parecía
Porque estaba metida en un zapato.
¿A qué es andar, la dije, musa mía,
Con más melindres que escaldado gato?
Goza también la luz que resplandece,
Si es que el sol para todos amanece 1
Grita Mendo,
Que es horrendo,
Que es mfando,
Ver lidiando
Racionales
Y animales,
1 Cuando escribí esta Toraida, hacia poco que el General
Rivera había entrado triunfante, habiendo derribado del po-
der al Presidente Oribe habiendo yo quedado en situación
muy melindrosa por los compromisos políticos
[173]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
Que es un juego
Musulmán
Y el vestiglo
Diz que el siglo
De las luces
Dio de bruces
Sin decoro
Porque hay toro*
iQué pasiego'
jQué patán T
Mas ya suena rl tambor, ya el guardarropa
Tira el cerrojo del oscuro brete,
Ya sale el toro y rebramando topa
A Erasmo, que con brío le acomete ,
Da el caballo en las tablas por la popa
Ved como el consonante compromete,
Pues por ser él tan duro y yo tan parco.
Le doy popa al caballo sin ser barco
Con no menos valor e igual destreza,
Ostentando Carhtos su pujanza,
Cita al toro, que embiste con braveza,
Hasta que cimbra la potente lanza
Los derrotes que da con la cabeza
Zafan el hierro, y al caballo alcanza,
Y aunque un diestro le arroja su capote,
Paga el bravo rocín la fiesta a escote 2
Como era el toro avante, y rebrincaba.
Se fue al otro jinete por retruque.
2 En esta composición» como en otras posteriores, he he-
cho uso de muchas voces técnicas del toreo, según el arte
o Tauromaquia ' publicada en Madrid por Pedro Montea
[174]
ANTOLOGIA
Y aunque él, según costumbre, lo esquivaba,
Yo dije i adiós espaldas 1 ¿adiós Luque*
Pense que el rocinante que montaba
Se iba también de popa sin ser buque,
Mas él cumplió cual picador de rango,
Y tocóle la mÚBica un fandango
Varios lance» con siete animales
Sucedieron de vana fortuna
No es posible cantar una a una
Las proezas de astucia y valor-
ía Quién de un toro la rápida historia
De cornadas y asaltos siguiera ?
Mas yo elijo mis lances doquiera
Como elige la abeja su flor
Ya es Erasmo tendido de espaldas,
Ya mi Carlos tomando el olivo,
Ora Curro que logra festivo
Cuatro dardos a un tiempo poner
Destripado dispara un caballo,
Rueda un chulo, le aturde la grita,
Brama el toro, y el pecho se agita
Con impulsos de horror y placer
jOh Curnllo 1 que diestro y gracioso,
Banderillas y espada manejas
¿Quién no te ama, pimpollo, si dejas
Tantos héroes insignes atrás?
Sólo al cielo con ansia le pido,
Ya que un alma tan grande te diera,
Que a ese cuerpo pigmeo añadiera
Diez pulgadas, chulillo, no más.
£175]
FRANCISCO ACUfíA DE FIGUEROA
Con el enorme peso, de repente
Crujió un débil andamio» y dijo ¿traque 1
Y cayeron al foso felizmente
AlgunoB de chaqueta, poncho y fraque,
Mas uno rodó al circo, y diestramente,
Antes que el buey por el olor le saque,
Se arrastra con el susto cual culebra,
Gana un biombo, y el pueblo lo celebra
El caballo de Erasmo, que tendido
Dejó el toro a sus pies sin movimiento,
Fingióse el muerto, y sin estar herido,
Salvó con filosófico talento
lOh instinto caballar 1 joh esclarecido
Siglo de ilustración y fingimiento 1
iQué no sabrán los hombres cuando astuto
Ya es filósofo y sabio cualquier bruto 9
Gloria a mis doce campeones,
Apostolado sin Judas,
En cuyo elogio son mudas
Las más vivas expresiones
Las doce constelaciones,
De la esfera luminares.
Ya no son sino lunares,
Que los signos ellos son,
Pues en su comparación
Son nones los doce Pares
En Epidemia se nota
El valor a toda ley
Tiene un corazón de rey
Con unas piernas de sota,
Cual caballo corre y trota,
[176]
i
Es carta, en fin, de provecho,
Lidiador de pelo en pecho,
Sus bríos debo aplaudir,
Mas no me atrevo a decir
Que es un hombre hecho y derecho 3
Otro chulo hay singular,
Que, sin duda, es cuerpo santo,
Pues guarda su cuerpo tanto
Como fiesta de guardar ,
El no se quiere empeñar,
Que eso es de mal pagador
Si esto es prudencia o temor,
No diré, pues ciertamente
No soy arroyo m fuente,
Para ser murmurador
Mostróse Cotorrita asaz valiente,
Que no hay ojos allí que no arrebate,
Mas de Currillo el mérito eminente
No tiene contendor ni sufre empate
iCuan bravo eres Pichón e inteligente *
jCuán duro de pelar en el combate ?
La que tenga colmillos que te coma
Cuando llegues, Pichón, a ser paloma*
Tú no estabas, Patricio, mas ya veo
Que mal herido te hallas. ¡ay, no saigas ■
Pues los picaros toros, según creo,
Se han cebado en tus piernas y en tus nalgas
Déjate, hijo de Juancho, del toreo,
No es decir que en arte poco valgas
Sé que tienes valor, mas no me fío,
Porque siempre te prenden, Juancho mío
3 Era aquel torero zambo y contrahecho
FRANCISCO ACUgA DE FIGUEROA
¿Tejed, ricas doncellas del Parnaso,
Tres lauros para Eraamo, Luque y Puerto ,
Ved cuánto golpe atroz, cuánto fracaso,
Sm que salga ninguno pernituerto f
Vosotras, con ser diosas, en su caso
Deslomadas sin duda hubierais muerto,
Sé a qué pruebas de amor tenéis las faldas,
Mas no a prueba de bombas las espaldas
He allí a los tres picadores
Cruzando el circo 4 silencio '
Que hoy debo su excelsa fama
Cantar en heroico metro,
Debo, cual docto Esculapio,
Con precavido consejo
Templar en dulce jarabe
La pócima del enfermo
Mas, ¿cómo podrá mi numen
Expresar en débil verso
Las valentías de Eraamo
Y de Luque los aciertos 9
Cien veces miré sus lanzas
Castigar al toro, y ciento
Sus glorias vi por las nubes
Y sus bultos por los suelos
Con juvenil entusiasmo,
Carlos en varios encuentros
De su lanza y de su brazo
Mostró el poderoso esfuerzo
iCuán gallardo, de sus galas
Hace alarde 1 mereciendo
Con nobles lauros de Marte
Dulces aplausos de Venus
[ITS]
i
ANTOLOGIA
De rozagante ormesí
Le ciñe un justillo el cuerpo,
Do en ascuas de oro reflejan
Los esplendores de Febo,
Y en la riquísima ve9te,
Con alamares diversos,
Deslumhra al sol la escarlata
De espléndido terciopelo
El generoso corcel
A doble tienda sujeto,
Con inquieto ardor desprecia
Las amenazas del cuerno*
Con duro casco la tierra
Bate en ademán soberbio,
Cual si recogiera el guante
En aceptación del duelo.
Aquí otro poeta, alzando
Un falso a los elementos.
Llamaría a aquel caballo
Hijo del aire y del fuego,
Y añadiría, abusando
De hipérboles y conceptos,
Que cual vistoso estandarte
Su crin tremolaba al viento*
Yo sólo diré que el bruto,
Con bufidos y escarceos,
Lleno de orgullo ostentaba
La grandeza de su dueño.
García mereciendo ilustre fama,
Sino por su saber, por su osadía,
Al toro que más fiero muge y brama,
Acomete con grande bizarría;
[179]
FRANCISCO ACUÑA DE FIGUEROA
Mas no es sólo ese ardor que allí le inflama
Lo que al buen desempeño convenía
El hiciera a Domínguez competencia
Si igualase al valor la inteligencia
Mas tú heroico Domínguez, de mil suertes
Ganando en cada lance honor y palma,
Robas la admiración y nos diviertes,
Pues tú de la función eres el alma
Doquiera acudes que el peligro adviertes.
Que no sufie tu ardor ociosa calma
Deja, pues, que las ninfas de Hehcona
Te presenten mi táurica corona
Cuan bravo Domínguez
Al toque sonoro
Desprecia del toro
Furor baladí
Le afronta, le llama,
Sus furias irrita
Y el manto le agita
Color carmesí,
Sí, sí,
Color carmesí
Amor dibujara
Sus formas donosas
A mil desdeñosas
Allí cautivó
Jamás hubo lauro
Más bien merecido,
Honor mas subido
Ninguno ganó;
No, no,
Ninguno ganó
[ 180]
ANTOLOGIA
La fiera bramando
Embiste a la espada,
Y en sangre bañada
Tendida la vi,
De aplausos y gntos
El circo se hundía»
Mi pecho sentía
Gomo un frenesí;
Sí, sí,
Como un frenesí
i Honor a Domínguez T
Pronuncia un acento,
Ninguno a su aliento
Jamás excedió
t Nol exclaman, ninguno
Sus bríos supera,
Y el eco doquiera
También resonó,
No, no,
También resonó
Las Piérides bellas
Al jo\en valiente
Corona esplendente
Le ciñan por mí,
Corona que un día
Si un rey la quisiera,
Feriarla pudiera
Por un Potosí
Sí, sí,
Por un Potosí
[181]
FRANCISCO ACV^A DE FICrUEBOA
Y vosotros, de la ínclita docena,
Pero no adocenados caballeros,
Largos años vivid, que en tal escena
Toraidas os daré, mas no dineros
Por lances del oficio no os dé pena,
Pues si hubiese tragedla de toreros,
Si os derriban los cuernos por fortuna,
Yo os alzaré a lo» cuernos de la luna
FIN
tlS2]